Mi único (Malec Mpreg)

33. No quiero el mundo...

No quiero el mundo. Te quiero a ti.
(Ciudad de fuego celestial)

* * *

POV ALEC

-¿Magnus?

Entro a la habitación para encontrármelo
guardando algunas cosas.

Durante un momento siento como mi corazón literalmente se detiene, como desgarrándose al pensar que se va, que me deja.

No me creo capaz de seguir sin él. Ya no. No ahora que sé que siempre estuve incompleto y ahora por fin encontré lo que me faltaba, la pieza faltante, mi Único.

No ahora que estamos por formar una familia.

-¿Q-Qué haces? ¿Te v-vas?

POV MAGNUS

Evito su mirada. Fui un alfa la mayor parte de mi vida, no un tipo que se pone a llorar por cualquier cosa, no una carga para nadie. No debería significar pérdida para mi Único, debería darle en lugar de quitarle.

-¿Magnus? -Alexander insiste, acercándose y atreviéndose a tocarme. Envolviendo mi brazo suavemente-. ¿Me d-dejas?

Niego. -Voy a ir a ver al resto de mi manada, los que se quedaron, no puedo imponerles este tipo de cambio. Si quieren pueden quedarse allá y seguir siendo parte de esta nueva manada, si no tienes problema con eso...tampoco quiero imponerte nada a ti...

-Magnus, mírame -no me atrevo a hacerlo, mis ojos arden, los siento enrojecidos-. Magnus, por favor.

Con las últimas palabras, me abre su corazón, abre el enlace y me deja sentir su miedo, un dolor en el pecho que llega hasta mí. No lo dudo antes de acercarlo a mí y abrazarlo fuerte. -No te estoy dejando, Alexander. No podría, sólo...

-Sólo te vas, sin mí, sin decirme... Sin protección... -su nariz acaricia fuertemente cerca de mi cuello. Está molesto y preocupado.

-No me voy sin protección. Iba a pedirle a Ragnor y a Cat...

-¿A Ragnor y a Catarina? ¡No a mí!

Intenta soltarse y esta vez soy yo quien lo retengo. Lo abrazo más fuerte. -Tal vez sería mejor -intento decirlo con calma para no alterarlo- si paso el embarazo lejos...

No he terminado la última palabra cuando se ha separado de mí, totalmente furioso, sus rasgos se transforman un poco, como si quisiera cambiar, como si perdiera el control. Con un suspiro, me separo un paso de él. Sé que nunca me haría daño, pero si es lo que necesita para tranquilizarse puedo darle esa libertad. Lo veo respirar varias veces, hasta que vuelve a ser él. -¿Por qué? -pregunta suavemente-. ¿Qué hice para que quieras dejarme?

-¡No te estoy dejando! ¿Por qué no lo entiendes? No quiero que pierdas nada por mí, tu manada se dividió, tú esperabas a un Único fuerte que estuviera a tu lado siempre, y en cambio viene y pasa esto, yo, embarazado, sentimental...

Alexander se ríe, claramente sin humor. -Eres un idiota...

Me divido entre darle una mala mirada y hacer un puchero.

-No me quitas nada. Me has dado tanto. Mi manada no se dividió por ti, ellos siempre buscaron un pretexto, nunca habrían estado en paz conmigo, con mis decisiones, mis gustos... Se habrían ido de cualquier forma, es mejor así... Y no me has quitado, me diste a los tuyos. Me estás dando un hijo, ¿crees que algo de eso me molesta? No podría estar más feliz, incluso mientras haces pucheros...

-No hago pucheros -digo, para nada convincente.

Alexander se ríe y me abraza, me lleva hasta la cama, su cama. "Nuestra" me dice sin hablar, "todo lo mío ya es tuyo. Te quiero, Magnus, quiero a nuestro hijo o hijos. Nunca creí tener la suerte de encontrar a mi Único, pero llegaste tú a salvarme no sólo de una mala decisión, sino a salvar mi vida. Ahora no se te ocurra querer dejarme, por ninguna razón. Yo renunciaría incluso a mi manada, por ti. A todo. Así que nunca pienses que me haces perder, porque si tuviera que elegir, entre el resto y tú, te elijo a ti. No quiero el mundo, te quiero a ti. Desde el momento en que mi corazón sintió el llamado del tuyo, cuando mi mirada se cruzó con la tuya y me hundí en ella, supe que ya no habría más que tú para mí, tú eres mi mundo. Ahora y para siempre."

Mis ojos, por supuesto, se llenan de lágrimas.

-Te amo, Magnus Bane. Y estás loco si crees que te dejaría ir. Quiero tenerte conmigo hasta el último día de mi vida y vivir cada etapa de este milagro -sus manos en mi vientre me dice de qué habla.

-Espero que digas lo mismo dentro de... ¿Cuántos meses durará esto? -ahora le doy cuenta que no tengo ni idea, Cat sólo dijo menos que los humanos. Soy el peor padre.

CONTINUARÁ...

Empezando este maratón ❤