Te querré mientras vivamos y te seguiré queriendo incluso si esto es lo más cerca que lleguemos a estar.
(A.L.)* * *
[Seis meses después]
Max y Rafa tenían ya nueve meses. Ya empezaban a caminar y balbuceaban unas cuantas palabras.
Una de ellas era "Papi" y Alec no podía evitar el dolor en su pecho cada vez que la escuchaba. Era para él, y eso lo hacía inmensamente feliz y orgulloso, sólo sus hijos lograban hacerlo sonreír y seguir adelante en medio de todo este infierno.
Pero también era para Magnus. Los niños, sus niños, el primer lugar al que habían dado sus pi primeros pasos vacilantes fue a la habitación de Magnus. Sus manitas unidas mientras se detenían al lado de la cama y lo miraban.
Alec recordaba el infarto que casi sufrió aquella tarde. Se había quedado dormido en la habitación de los niños, tan agotado que al cerrar los ojos simplemente sucedió.
Y había despertado por el extraño e inesperado silencio de la habitación. No había ningún balbuceo de sus hijos ni las risitas que, de vez en cuando, ellos soltaban. No estaba su olor ni el latido de sus corazones.
Se había levantado de golpe y caminado a ciegas, su propio corazón latiendo fuerte y ensordeciéndolo. No fue hasta que sus oídos captaron el doble "¿Papi?" que supo dónde estaban.
Había abierto la puerta, con cuidado para no asustarlos, y se los encontró ambos mirando a Magnus.
Rafa estaba intentando, en vano, subir a la cama. Cuando él entró a la habitación, Max corrió, casi cayendo, hasta sus brazos. Llorando y balbuceando varios "Papi" que el corazón roto de Alec no supo si eran para él o para Magnus.
Había terminado recostado al lado de su Único dormido, con sus hijos acurrucados cerca. Rafa entre ellos y Max sobre él, aunque su carita girada hacia Magnus.
-Papi sólo duerme -había dicho Alec, con la mirada empañada por las lágrimas. Él necesitaba que Magnus despertara, que abriera los ojos, que le regresara el corazón que dormía con él.
Perder a tu Único era peor que morir.
-Sólo duerme porque está cansado, pero pronto va a despertar. Va a volver con nosotros.
Ellos tres se habían dormido ahí esa noche, Alec soñó con un campo verde lleno de flores blancas donde corría en su forma de lobo, Magnus estaba a lo lejos y él pensaba "¡Despertó! ¡Está vivo!" mientras corría hacia él.
En su mente palabras para su Único: "Volviste, Magnus, volviste. Estaba muriendo sin ti".
Pero él nunca llegaba a atrapar a su lobo, nunca lo alcanzó. Y, antes de perderse de vista, el lobo de ojos verde dorado volteó a mirarlo.
Alec había despertado con un aullido que preocupó a todos, pero no a sus hijos, ellos dormían tranquilos si estaban al lado de su padre, sintiendo el corazón que habían escuchado latir con los suyos durante más de ocho meses.
Alec estaba ahora con una sonrisa triste, recargado en la puerta, mirando a sus hijos acariciar el rostro de su padre dormido.
Seguramente Magnus los sentiría, los escucharía y abriría los ojos en cualquier momento.
Fue en ese instante que una mano se posó en su hombro y Alec sintió un escalofrío recorrerlo por completo.
-No -dijo, sin esperar, presintiendo ya.
Catarina lo hizo cerrar la puerta de la habitación, como si los niños pudieran entenderlo y ella no quisiera eso, y salir.
-Alec, yo más que nadie, bueno no más que tú, amo a Magnus -sus ojos se llenaron de lágrimas y Alec empezó a negar- pero han pasado nueve meses sin ninguna mejoría. Me duele como te imaginas, pero es mejor dejarlo ir. Es una tortura para Max y Rafa estar con el cuerpo de su pad...
-¡No! -Alec gruñó-. No el cuerpo, él es su padre, sigue ahí, es mi Único, mi corazón, mi vida. Y-yo n-no pue-do...
-Querido, hay que dejarlo ir. Hay que desconectarlo. Sé, realmente no y no puedo ni imaginarme en tu lugar, que perder un Único es peor que morir, pero Magnus te está dejando dos razones para vivir, y en uno de esos niños siempre lo verás. Rafa es una réplica exacta de Magnus. Vamos a dejar que te despidas de él, pero tenemos que dejarlo descansar ya. Mañana.
Alec había llorado, sin importarle ser el alfa de todos ellos. Había rechazado el abrazo de Catarina y se había encerrado con Magnus y sus hijos, lloró sobre el delgado cuerpo de su Único. Lo besó repetidamente en los labios secos. "Vuelve, por favor, por favor, vuelve. No puedo dejarte ir. No puedo sin ti".
Max y Rafa no se habían asustado por el llanto de su padre, ellos sólo se tomaron sus manitas y dijeron al unísono "¿Papi?".
Alec los abrazó y lloró. -Papi va a volver. No vamos a decirle adiós. No.
"Por favor, Magnus -pensó hacia su Único, mientras apretaba fuerte a sus hijos contra su pecho-. Vuelve. Te seguimos esperando. Ellos te aman, ellos te conocen, y no te has perdido de nada. Yo voy a mostrarte, cuando despiertes, cada día. Vuelve, por mí, por favor. Vuelve antes de que me maten contigo".
Magnus tenía que volver.
Magnus iba a volver.
Magnus no podía dejarlos.
"No puede ser la última vez que vea tus ojos en un sueño. Vuelve, por mí, mi Único. Vuelve a rescatarme, mi amor."
CONTINUARÁ...
😭😭😭💔 ¿será que despierta o ya no?
Falta sólo el final y el epílogo, en la semana los subo ❤
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Mi único (Malec Mpreg)
Fanfiction[TERMINADA] Alexander Lightwood era el alfa de su manada. Respetado alfa. Siempre correcto. Nada podía salir mal, a menos que su Único, su Compañero, aquel a quien su destino lo ataba fuera un hombre. Y no cualquiera, sino Magnus Bane.