31. Perfección

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Soy tuyo. No hay nadie aquí que te desafíe con eso. Me tienes.
(Jex Lane)

* * *

POV ALEC

¿Cómo puede, después de todos estos días, dudar que lo deseo?

-Demuéstralo. Ámame este día.

Pero la duda y la tristeza en esos hermosos ojos verde dorado me hacen saber que es cierto. Duda de mi deseo por él.

-¿Sabes que te amo? -paso uno de mis dedos por su mejilla. Una lágrima cae cuando él asiente y rompe mi corazón.

La limpio con mis labios. Un gruñido suave, feliz, sale de él. Mis manos van a su cadera, empujo suavemente las mías para que sienta mi inevitable erección. -Esto nunca dejará de suceder -Magnus gime cuando me restriego con cuidado contra él-. Y es por ti, sólo por ti. Fuiste mi primero y serás mi último. Eres...mi único, y ni Único. Por siempre.

Magnus vuelve a gemir y empuja contra mí.

-Sshh. Así no.

Siento cómo se tensa e intenta separarse, seguramente sintiéndose rechazado. Pero me creo incapaz de hacer eso, ahora ni nunca. Un día sin tocarlo así fue suficiente.

-No digo que no pasará, Magnus. Sólo que así no y no ahora -él gimotea un "¿Por qué?", dejo mis manos moverse sobre su vientre-. Porque mis bebés tienen hambre.

Él hace un puchero pero acepta. Después de comer, tomo su mano y nos dirijo de vuelta a la habitación, recuesto con cuidado a Magnus. Tiene razón, siempre he tenido cuidado con él, pero en cuanto a esto, descubriremos nuevas formas de amar sin ser bruscos.

Antes de empezar quito su camisa, acariciando toda la piel posible a mi paso, cada milímetro de este cuerpo que quiero adorar. Voy dejando besos hasta llegar a su vientre, donde me detengo, sintiendo, escuchando...

Magnus, desesperado, empuja sus caderas hacia arriba. -Estamos celosos aquí -me dice juguetón.

Dejo mi sonrisa sobre su piel mientras mi mano va a aquella deliciosas, y dura, parte de mi amado que está celosa y necesitada.

-Bueno... Entonces mejor atender eso, ¿no? No quiero que una sola parte de ti esté celosa.

Con eso comienzo a bajar su pantalón junto con su ropa interior, se me hace agua la boca al ver ese hermoso miembro, ya goteante aunque no hemos hecho nada todavía, mi propia erección pulsa, atrapada. Pero esta vez se trata de él, yo puedo esperar.

Mientras voy bajando sus pantalón, dejo besos sobre sus muslos, rodillas, pantorrillas, acaricio sus pies antes de quitarlos completamente y dejarlo por fin desnudo. Vuelvo a besar mientras subo a encontrarme de nuevo con él, aunque es Magnus quien me encuentra cuando levanta sus caderas. Su erección buscando lo que yo por supuesto quiero darle. Voy dejando besos suaves a lo largo, los gemidos de Magnus son un claro indicativo de que quiere más. Se lo doy, pero lento, dejo mi boca envolverlo de a poco, hasta tenerlo completamente.

"Suave, Magnus. Voy a enseñarte que lento y suave también se disfruta", le digo, usando nuestro enlace, cuando siento que está por embestir dentro de mi boca como de costumbre.

"Te odi..." no termina la palabra cuando uso mi garganta para empezar, comienzo a succionar mientras saco y meto su miembro de mi boca, con cuidado, pero poniendo más empeño que nunca, y por como gime, como se mueve, parece que hago bien.

Siento sus manos rasgar mis hombros, antes de escuchar su voz. "Para".

Lo hago de inmediato. Su miembro, duro, mojado, palpitante sale de mi boca. -¿Te hice daño? -mi voz sale ronca, quiero acercarme a revisarlo, pero sus manos me detienen.

¿Qué hice que no me deja acercarme?

Él niega. "Nada malo, Alexander. Sólo te quiero dentro. Ahora".

Mi miembro está totalmente de acuerdo con esa orden.

"Bueno, entonces, quítate la ropa y hazlo".

Lo hago. Lo más rápido que puedo. Cuando volteo, me encuentro a Magnus preparándose él mismo, tengo que apretar mi miembro para no correrme por lo erótico que eso es.

-Magnus -él gime cuando me escucha-. Yo lo hago

"Uumm" él me mira, pero no deja lo que está haciendo, "Aunque me gustaría mucho tener tu lengua, ahora prefiero otra cosa", su mirada deja claro qué cosa.

Y esa parte en cuestión da un tirón sólo por la imagen que me envía. Dejo que lo haga a su manera. Cuando está listo, sus dedos salen y extiende un poco más sus piernas. "Ámame".

-Ya te amo -le digo mientras comienzo a entrar lo más despacio que puedo, atento a cualquier cambio en él, cualquier muestra de que lo lastimo.

-Tenemos que trabajar en esto -por fin usa su voz cuando estoy dentro completamente y no me muevo-. Sólo hazlo, mi amor. No me voy a romper.

Él empuja, da el primer paso, con lo que me atrevo a seguir yo, cierro mis ojos, acaricio su miembro mientas entro y salgo lentamente, y nunca, nunca se sintió tan bien, es mejor que todas las veces anteriores, me siento incluso más unido a él ahora, y cuando su cuerpo comienza a estremecerse y busca mi boca, el beso y nuestros orgasmos juntos, mi mano húmeda por su semen en su vientre, esta es una perfección que nunca creí posible.




CONTINUARÁ...

Mi único (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora