¡Qué calor! Estiré mi cuerpo para poder acomodarme en mi cama, no soportaba los 38 grados de calor que se vivía en esta ciudad. Opté por echarme en el piso, pero este de igual manera estaba caliente.
Ni el aire acondicionado funcionaba en mi apartamento, tomé dinero y mis llaves para irme al supermercado a comprar un poco de hielo. Cerré la puerta, era un poco extraño vivir sola, aún no me acostumbraba del todo a este nuevo estilo de vida.
Me puse un gorro negro, unos cuantos pasos más y me derretía por completo. Adoro el verano, aunque es de estos momentos en donde quisiera estar en la playa, espero poder pronto regresar con mi familia, termino el período de estudios y me largo de aquí.
-Aquí esta su cambio. - Una señorita tendió una bolsa en donde en su interior estaba el hielo y helado que pedí.
Pagué y rápidamente tomé el helado para devorarlo, una sensación maravillosa. Nuevamente para mi edificio, que flojera... Me senté un rato en el parque que estaba a lado del supermercado, no había nadie, seguramente todos estarían de vacaciones quien sabe donde, disfrutando cada momento al máximo, y yo aquí, refunfuñando porque mañana empiezo el segundo trimestre de mis clases.
Tenía todo listo, había prometido ser primer puesto en mi preparatoria, lo logro fácilmente esforzándome mucho. Pensándolo bien no es nada fácil, esto me quitó tiempo para mi vida social, ni si quiera tengo tiempo para mí.
Cada día que me levantó amanezco con unas ojeras horribles, mis cabellos revueltos y la piel reseca. No me importaba ir así a la preparatoria, de todas maneras yo no necesitaba de alguna persona en quien apoyarme, yo misma era mi apoyo.
Terminando mi helado dejé de pensar, mi mirada se clavó en una pareja que estaba pasando. Un chico alto, cabello rubio sedoso, piel trigueña y unos ojos verdes. A su lado una chica que llegaba a sus hombros, parecía bajita a su lado, pero estoy segura de que es alta comparada al resto de chicas.
Cabello castaño, ropa llamativa que resaltaba sus curvas, ojos cafés y su piel morena. Parecía una pareja de modelos.
Me quedé observando embobada ante tanta perfección en dos personas, no apartaba mi vista y eso fue un problema grave, ya que el chico dejó de mirar a su acompañante y dirigió su mirada hacia mí. Me sentí flechada en un momento ante la singularidad de sus ojos, aunque volteé mi cabeza rápidamente por temor.
Volví a mirar y ellos no estaban, supongo que tienen muchas cosas que hacer. Había pasado un buen rato, tanto así que mi helado se derritió. Suspiré amargamente.
Miré mi celular y ya eran las 6 de las tarde, tenía que dormir temprano para mañana rendir bien en mis clases, no te mantienes en el primer puesto fácilmente. Tomé la bolsa con mis pertenencias y me dirigí al edificio donde estaba mi apartamento.
Cogí las llaves que estaban en mi bolsillo, antes de entrar me encontré con mi casera, que justamente se acercaba para conversar conmigo.
-¿Cómo estás, niña linda? - Me dio un beso en la mejilla, la verdad era un encanto de persona.
-Muy bien, señorita Aline. ¿Qué le trae por aquí? - Pregunté con una gran sonrisa.
-Tus padres se contactaron conmigo y me pidieron que te de esto.
Sacó de su vestido un sobre blanco, supuse que era una suma de dinero. Lo tomé un poco dubitativa.
-¿Está bien? ¿No le causa ningún problema?
-Claro que no, pequeña. Sabes que quiero lo mejor para ti, yo ya arreglé las cosas con tus padres. - Aline no quería que me sintiese incómoda. - Nos vemos entonces, tengo algunos asuntitos que arreglar.
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Criminal °Adrienette°
FanficClaramente he mentido cuando dije que no me interesaba, él me había robado; sin embargo, aceptar este amor es inapropiado. Adrien, me robaste como un criminal.