Criminal °Adrienette°

Capítulo 07: "Entre los dos"

  -Porque extrañamente me siento bien contigo.

Adrien se acercaba a mí lentamente, entrecerrando sus ojos y con sus labios entreabiertos. Sabía perfectamente lo que quería, pero yo no lo aceptaba.

-Comprendo. - Dije poniendo mis dedos en sus labios, alejándolo.

Al percatarse de mi comportamiento, volvió a su posición normal.

-Aunque no siempre puedes venir aquí, es problemático.

Él se quedó pensando un rato.

-Puedes venir... Pero si nos ven, tú resuelves el problema.

Mencioné eso y me fui a mi habitación, ya no aguantaba estar tanto tiempo con el uniforme. Cerré mi puerta con llave y me quité el corbatín que me asfixiaba, desabrochaba los botones de mi camisa y bajé el cierre de mi falda. Ya por último me quité mis medias, ya para ponerme mi pijama.

Adrien tocó la puerta de mi habitación, por instinto me cubrí mi pecho con mi pijama.

-Ya me estoy retirando. 

De igual manera ya era tarde.

-Buenas noches. - Musité en voz baja.

Me apoyé en la puerta, sonrojada por el beso que él quería darme, trataba de olvidarme de ello con pequeñeces, mas al final terminé encerrada aquí. ¿De verdad se siente a gusto conmigo?

La puerta que daba a la salida se cerró, avisándome que él ya se retiró. Me puse mi pijama completamente y me tumbé en mi cama, estaba exhausta por todos los trabajos que tuve que corregir.

Tomé mi celular para ver algo nuevo, aunque obviamente no recibía mensajes ni llamadas. Mis padres me llamaban pocas veces, estaban muy ocupados con el trabajo para poder pagar mis estudios, mi meta era una beca para la preparatoria, con eso puedo ayudarlos.

Miraba las anotaciones de mi calendario, hasta este segundo año había permanecido primer puesto, si en este segundo período logró seguir ahí estoy segura que obtendré la beca que tanto deseo. Estaba orgullosa de mi misma, ya que las notas que obtenía eran muy buenas, solo que me faltaba perfeccionar un poco más en matemáticas, lo triste es que tengo que pasar mucho tiempo pegada en los libros para aprenderme una fórmula.

Me enrollé en mi colcha, hacía un poco de frío. Dejé mi celular en el velador y apagué las luces, ya debía dormir, era medianoche. Un poco incómoda dormí profundamente.

En mis sueños, soñé con alguien. Esa persona me abrazó fuertemente y no quería soltarme, lo malo es que no recuerdo quien era, sonó el despertador, pero yo ya estaba despierta aunque dudosa.

¿Quién era? Me preguntaba, era algo trivial, pero dicen que los sueños son los deseos del subconsciente, por ello estaba intranquila. Me fui al baño para arreglarme, mi cabello estaba hecho un desastre, mis ojeras un poco más hinchadas y cara hundida. Trataba de arreglarme; sin embargo, no servía de nada, supongo que sí soy fea.

Al ver detalladamente mi rostro, llegué a mis labios, los cuales rápidamente me hicieron recordar a mi maestro, que ayer en la noche estaba a punto de besarme. No quería recordarlo, ¿por qué se comporta así? ¿él suele ser así de precoz? no es mi modo de coquetear.

Me mojé el rostro, algunas gotas quedaron en mi cabello, lo que me molestaba. Tomé un cepillo para el cabello y empecé a peinarme, una cola como siempre, mi cabello era un tanto largo, así que me hacía el peinado como sea por flojera.

Terminé de arreglarme y me cambié, ropa interior, camisa, falda, medias, corbatín, era el mismo ritual matutino de siempre. Me había demorado 1 hora para toda esta tontera, por eso no me miro al espejo, tengo que arreglar un montón de imperfecciones.