Criminal °Adrienette°

Capítulo 13: "Problemas"

Hoy como nunca había disfrutado tanto la compañía de una persona: Mi maestro.

Escuché golpes, no sabía que era. Traté de levantar mis pesadas pestañas, estaba muy cansada ¿qué hora? abrí un ojo y sentí el celular en mi bolsillo, lo saqué y vi. Las 4:48, ¿qué estaba pasando? Intenté guardar mi celular en su lugar, pero se cayó al suelo.

No quería levantarme, me sentía pesada. Oí pasos acercarse y visualicé las piernas de Adrien, seguía con su traje de maestro. Cerré mis ojos por no sé, solo los cerré para que vea que aún sigo durmiendo.

Al cerrarlos sentí que el mueble se hundió por un peso por la parte de mis piernas, percibí que mis cabellos estaban siendo acariciados. Luego pasaba sus largos dedos por mis mejillas. Me daba cosquilleos, mas trataba de no moverme. Adrien se levantó y de la nada me levantó, estaba siendo cargada como una princesa, ¡como si no pesara nada!

Abrí un poco mis ojos, veía que me estaba llevando por unos pasillos. Hasta que llegamos  a una habitación. Suponía que era la suya, estaba todo ordenado, su cama tendida y su cada cosa en su lugar. Mi maestro me recostó en su cama, para luego cobijarme con una manta. Acomodó las almohadas, trataba de abrir mis ojos un poco más; sin embargo, sabía que él se daría cuenta pronto.

Me sacó los zapatos y me dejó ahí. Cerró la puerta de su habitación y se fue. Abrí mis ojos completamente, de verdad estaba en su cuarto... Era algo extraño. De pronto escuché algunas voces provenientes del livin. Con el dolor de despertarme temprano me apoyé en la puerta, donde al parecer Adrien no estaba solo.

-Lilith... - Oí su nombre.

Sentí un escalofrío inmenso, ella estaba aquí.

-Adrien... - Escuchaba sollozos, sollozos provenientes de ella.

Acerqué mi oído más a la puerta, no entendía por qué ella estaba aquí.

No sentía nada, en unos momentos hubo un gran silencio que me ponía impaciente, para luego escucharla.

-Mi madre... - No paraba de llorar. - Mi mamá acaba de fallecer.

Oh, Dios... La mamá de Lilith.

-¿Qué ocurrió? Lilith, ¿cómo pasó? - Preguntó Adrien.

-Estaba hospitalizada desde hace días, no quería decírtelo por temor a molestarte. Sus dolores eran insoportables, muy insoportables. ¡Los parches de morfina ya no servían! no aguantó tanto tiempo. Se fue, mi mamá se acaba de ir. - Dijo todo muy rápido y sin dejar de llorar.

Escuchaba sus llantos, me dolía a mí escucharla así. Sabía que si ella me encuentra aquí, Adrien se iba a meter en un gran lío, trataba de tranquilizarme.

-¿Está en la morgue ahora? 

Lilith estaba teniendo un espasmo.

-Yo estaba con ella hace un rato, mis hermanos dijeron que me vaya para tranquilizarme, luego conversarían conmigo. - Su voz temblaba. - Vi su cuerpo frío, lo sentí, Adrien. Un señor me dijo que no me acercara a ella, porque estaba muerta y me daría asco... ¿ASCO DE QUÉ, ADRIEN? ¡Es mi madre! ¡mi mamá! yo solo besé sus manos, su cara, sus mejillas, sus labios... Ella ya no volverá a besarme, no volverá a abrazarme, no volverá a verme con sus lindos ojos grises. A-Adrien...

Las palabras de esa chica me dejaron atónita, hasta que escuché un impacto en el piso. Me asusté e intentaba descifrar lo que pasaba. 

Un buen rato llevé ahí, no escuchaba nada. Con miedo abrí la puerta de la habitación y sin importarme nada corrí al livin.