25.

2.2K 159 27
                                    

Aclaro: Este capítulo contiene más que nada pensamientos y cosas no muy importantes, como yo los llamo "capítulos relleno". Sé que quizás pueda aburrirles, leanlos si quieren. El próximo capítulo ya será diferente volverá a tener algo más importante (quizás tengan que leer algo de este cap. Para saber que pasará en el siguiente).
Ah, por cierto, será cortó, no tengo inspiración, ni ganas. Lamento escribir sin corazón.

Ya era el día, debía encaminarme a hablar con Jaeyoung, decirle la verdad, y tenía la esperanza de que él también muestre la verdad, es decir, su rostro.
Tanto tiempo que no pisaba el suelo de esta ciudad, se me hacía raro sentir de nuevo, después de mucho rato la brisa que a mí tanto me gustaba.
Lo primero que haría sería ver a Doyoung, él estaba estudiando en la universidad de aquí, como hoy era viernes y su profesora faltaba iríamos a pasear por ahí, luego pasaríamos por su novia para dirigirnos a comer en el primer lugar que se nos ocurra.
Me mostraba una bonita sonrisa mientras esperaba parado a unos metros de mi, sus dientes, tan grandes como los de un conejo estaban totalmente blancos y la luz del sol caía sobre él, estaba guapo y muy feliz, algo que era un total cambio, Dodo nos había contado a Yuta, Jeno y a mi que su escuela anterior había sido una total mierda. Básicamente era el niño a el cual hacían bullying, por ser el chico con buenas notas, ser amable y divertido, por ser él. La chica que le gustaba en ese entonces era alguien popular, ella le había dado una oportunidad, lo que acabo en una broma, ese año terminó la escuela en casa, ya no quería volver a la institución hasta que empezó de cero en la escuela de Daegu, junto a Jeno, Yuta y yo, también con su hermosa u tierna novia, no le puede ir mejor.
Caminamos hasta su casa, deje mis pertenencias para luego salir a dar una vuelta bajo la bonita tarde.

-Cuando te conocí creí que me odiarias, tu cara no era de felicidad ese día.

-Te recuerdo que me había levantado tarde y llegué tarde a clases.

-Hagamos como que fue la culpa se Jeno -reimos.

La tarde fue genial, la novia de Doyoung es tan tierna, su cabello es tan largo y suave, tapa parte de su rostro, su piel pálida, sus manos pequeñas las cuales son perfectamente retenidas por las grandes manos de Doyoung es una tierna escena, simplemente perfecto.
Miraba el techo de el sillón pensando en eso, en como estaban tan bien juntos, en como de veían al caminar de la mano, sus mutuas sonrisas, me hacía pensar en el amor, en Jaemin, claro que quiero estar con él, claro que me encantaría volver a besarlo, solo que no puedo parar de pensar en el rostro de Eun ese día, sus labios rosados no formaban ninguna sonrisa, ¿Mi felicidad o la de ella? Me cuesta pensar en mí, ¿Debería pensar en Jaemin?, Necesito dormir.
Dormir para olvidar todo, ¿A todos les pasa? No creo ser la única que siente que dormir es algo muy bueno para relajarme de los problemas, algo que te aísla de todo lo malo al menos un segundo, ya entiendo lo de "mañana será otro día" quizás no tengas cosas buenas porque solo es otro día después del que tuviste, pero si sirve, descansaste y cambiaste un poco la vista, con el cerebro frío, con otros pensamientos. Yo lo siento así.

Estuve lidiando con mis pensamientos un buen rato, entre Jaemin y EunWoo la lucha es grande, sé que Jaemin probablemente sea el amor de mi vida, pero EunWoo.. ella necesita ayuda, ¿Por qué no solo puedo pensar en mí de una vez?, También pensé casi toda la noche en que mierda le diría a Jaeyoung: "Eh.. sabés, ya no me gustas y tuve algo con mi casi-novio del pasado ¿No es genial?" CLARO QUE NO.

Mis ojos no querían cerrarse, pero no es que quisiera dormir, si no que estaba tan nerviosa.

Anya, ella antes de irme me ayudó mucho, y quiero concretar su consejo, "Has tu propia felicidad, no te preocupes tanto por los demás" a veces puede decir las palabras más coherentes y poéticas, tan cursi, me mataría si supiera que pienso eso.

Mis ojos se cierran y se vuelven a abrir, el sueño batalla contra mi mente, quería dormir y por fin lo logré.

Me desperté en el piso unas horas después, no tenía nada que hacer y estaba tan despierta, como si hubiera bebido 20 tazas de café. Con pereza me levanté del sillón que yo usé como cama esa misma noche, miré la hora de mi celular -6 am-. Desayunar sin hacer ruido para no despertar a nadie en la casa era difícil, ya que cuando una persona intenta ser discreta es peor, me tropecé 2 veces y me golpee el dedo chiquito del pie. Mi suerte no podía ser mejor, ¿verdad?

Sentía esa nubecita de lluvia gris por encima de mi cabeza que lloviznaba sin parar, como en las caricaturas. No era mi día, hoy estaba destinada al desastre, seguramente arruinaría todo lo que haga y diga cuándo vaya a ver a Jaeyoung.
A decir verdad era uno de esos momentos de mi vida en el cual me valía todo, me había sentado en una de las sillas del comedor con mi taza de café recién preparada, no pensaba en nada ya, hasta la nubecita se había ido, ya no existía -y yo que le había tomado cariño-.
Caminé unos pasos para lavar la taza usada y justo ahí ver a Dodo en pijama todo adormilado.

-¿Qué haces despierta tan temprano? -dijo casi balbuceando, a penas le entendí- Respóndeme y no te rías.

-¿Tomar café? -Le muestro la taza vacía riéndome aún más de él.

Luego de que él se hiciera el desayuno nos sentamos -en mi caso otra vez- en las sillas del comedor. Doyoung estaba hablándome sobre su novia, como siempre, se quieren tanto que me encantaría que se queden juntos toda la maldita vida que queda. Lo miraba con dulzura, ya que mi amigo soltaba tantas palabras azucaradas que no podía verlo de otra manera, esto si que es amor señoras y señores.
Me levanté una vez terminada la charla, me fui a poner ropa decente ya que todavía me encontraba con ese viejo pantalón para dormir y la camiseta que tomé prestada una vez de Haechan -Suerte con recuperarla amigo mío-.
Unos shorts negros rasgados y una camiseta tan larga que parecía que no llevaba nada bajo ella fue lo que me coloqué, y así salí. Caminar por las calles de esta ciudad me traía recuerdos, algunos bonitos y otros no tanto, pero aún así estaban en mi memoria.
Poco a poco sentí el sonido del mar, me quité las zapatillas, la arena fresca entre los dedos de mis pies otra vez.
Las olas estaban bonitas y los vecinos aprovecharon el calor del día para venir, de todos modos yo me dirigí hasta la zona que siempre estaba vacía, donde solía ir, mi lugar de paz aquí.
Ahí estaba sentado, en la arena blanquecina, como siempre traía su cubre bocas y gorra.
Me acerqué solo un paso, pero el volteó y hizo lo que parecía una sonrisa, eso es lo que parecía por como se achicaron sus ojos.
Me senté junto a él, ya nerviosa, mis palabras debían ser claras y correctas, pero no sabía por donde empezar.
Cuando volteé mi cabeza para por fin decir la primera palabra el chico me besó y luego oculto su rostro riendo.

-¿Jaeyoung que crees que haces? Sabes, ya no puedo estar contigo y..

-Eres divertida, pero algo despistada, Jeonnie.

-¿Ah?

-No puedo creer que no te hayas dado cuenta -Se quito la gorra y luego bajó el cubre bocas.

Oh gosh..






Quererte es poco | Na Jaemin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora