Quererte es poco | Na Jaemin.

9.

Me tenía que ir, era el fin de mi visita a mi ciudad natal.
Todos estaban esperando junto a mi el tren, nos sacábamos fotos y hablábamos de cualquier tema que surgiera.
Vendría casi todos los fines de semana, no volvería a estar tanto tiempo lejos de mi hogar y amigos.

Todos hablaban y sonreían, menos Jaemin, el parecía tener algo de inquietud, ansiedad. Me ponía nerviosa que se mueva de lado a lado tan pensativo, no entendía que le pasaba.

Finalmente el tren a mi destino llegó y bastante triste subí, debía pensar en mí tarea, exámenes y estudios cuando vuelva, no me molestaba, me gustaba la escuela y lo profesores, pero estando aquí estaba totalmente despreocupada y se sentía bien.

Finalmente mis pies pisaron el tren junto a mis maletas, me marchaba otra vez, está vez veía los pares de ojos de todos mis amigos fuera de la ventana del tren, cada uno saludaba agitando su mano, algunos exageradamente, como Heachan y Eunwoo, otros hasta tiraban besos entre risas, como Anya y Fátima. El único que estaba quieto era Jaemin​, él solo me miraba, miraba fijamente a mis ojos estático, cuando el tren empezó a andar, vi su mano tímida saludar muy despacio, sonrió montando sus hermosos -y perfectos- dientes mientras bajaba la mirada.

Y así mi camino a Daegu comenzó.

El paisaje que veía desde la ventana, para mi, era una pintura que cambiaba de plano cada segundo. Aquella ventana se convirtió en mi mundo ese momento, un mundo hermoso, rodeado de belleza y naturaleza la cual adoré.

Era casi las 5 pm y el tren había llegado al destino, baje intentando que mis maletas no se caigan de mis manos, cosa que fue fallida, porque justo después de caminar un par de metros del tren se me cayó una, frustrada intentaba alcanzarla, pero otra mano lo hizo y al parecer otra mano agarro la maleta que tenía del otro lado, también mi mochila la cual llevaba colgada en los hombros fue despojada de su sitio.

Eran Yuta, Doyoung y Jeno, mis niños favoritos aquí en Daegu.

Caminábamos mientras nos hablábamos sobre lo que pasó en el lapso de tiempo que no estuvimos juntos. Yuta -como siempre- habló sobre las citas que tuvo, con todas las chicas con las que pasó saliva -como yo lo decía, para molestarlo- y después lo escuchaba decir "pero no es la indicada, yo sabré luego de besarla que lo es". Era normal que siempre repita la frase, él era un conquistador, pero solo lo hacía para encontrar a su verdadera otra mitad, él lo sabrá, supongo. Doyoung contaba las estupideces que hacía con Yuta, que lo tuvo que ayudar en una que otra cita. y después, Jeno no contó mucho, solo que como se notaba se había teñido el pelo de celeste.

Cuando llegamos a mi departamento me ayudaron a guardar mis cosas, acomodamos algunas, luego terminaría yo. Nos sentamos después de dejar el trabajo de ordenar a medias y comimos dulces que traje en mi mochila.

Como al otro día teníamos clase se tuvieron que ir temprano, yo cansada me dormí así como me tiré a mi cama, realmente estaba muerta de cansancio, siquiera cené.

Volviendo a la rutina, desperté gracias a las voces de BTS, Not Today aún sonaba en mi alarma y yo ya comenzaba a pensar en cambiar el tono.
Me levante apagando la ruidosa alarma y caminé con mis pantuflas de conejito hasta la cocina. Hora del café que me renueva todos los días. Con la cafetera funcionando me dediqué a cambiarme y peinarme, en si me aliste completamente.

Abrí la puerta antes de que la mano de Jeno toque la puerta, así que su puño casi da en mi cara. Reí bastante por su expresión y sus múltiples disculpas camino a la escuela.

Yuta y Doyoung esperaban en la puerta nuestra llegada, así poder entrar todos juntos.

Algo que me llamó un poco la atención era el murmullo de había cuando caminábamos por los pasillos, dejé a los chicos para ir a mi casillero y no podía dejar de pensar en que será lo tan maravilloso como para que hablen tanto en "secreto".