~∆~∆~∆~ Capítulo 45: No quites tu amor de la mesa ~∆~∆~∆~
Narra Sharon
Se sentó en la mesa, pero ni siquiera saludo; pareciera que no había nadie en la mesa además que él y tampoco pareciera que estuviera esperando a nadie. Yo no existía en ese momento, al menos para él. Fue directo a mirar la carta para poder ordenar. No le quite la mirada de encima hasta que, fastidiado, alzó la mirada y bajo un poco la carta para poder verme, como si fuera un grandísimo favor prestarme algo de atención.
-¿A qué se debe…?- Bajo la carta con delicadeza y la dejo a un costado, entrelazó las manos y las puso sobre la mesa. Alcé la mano para indicar que parara de hablar y solo hizo una mueca de aprobación. Ese era uno de los momentos más incomodos que podría vivir: Jamie sabiendo cada palabra que saldría de mi boca y yo intentando decir todo lo contrario.
-Sabes perfectamente a que se debe.- Me amarré una coleta solo para tener una leve excusa para poder mirar al suelo unos segundos. Suspiré y alcé sutilmente las comisuras de los labios para no mostrarme en desventaja. Me quedé pensando unos segundos si el peinado había quedado uniforme o tendría pequeños mechones alzados (o grandes mechones alzados), algunos cabellos de fuera o algo así. Me preocupaba hasta la tardanza del mesero en la mesa de un costado.- Entonces…
-Aquí es la parte donde dices algo tipo “en mi defensa…” “yo no quería que…” o algo por el estilo.- explicó con toda la calma del mundo y haciendo la cabeza a un costado, actuaba como si conociera cada rasgo y detalle de mi.- Es tu estilo.
-No, si fue mi culpa.- No podía creer lo mucho le sorprendía que dijera eso, parecía incluso asustado. Su reacción fue tan automática que tuve que desviar la mirada unos segundos para que no me viera más nerviosa de lo que ya de por si estaba.- Nos arruine ¿Qué te puedo decir?- se inclinó sobre la mesa y me seguía mirando sorprendido. Lo miré y sentí como mis manos sudaban.- Perdón, Hewll.- Se quedó mirándome un largo tiempo, seguramente segundos, pero ¡Vaya que fueron largos! Tal vez los más largos de lo que va el años y a cada segundo que pasaba sentía como resonaba el tick tock en mi cabeza, esperando que una palabra o el más mínimo de gesto de satisfacción o disgusto surgiera de él. Estaba esperando una señal que me dijera que tanto lo arruine y que tantas eran las posibilidades tanto de quedar bien o quedar mal. Sonrió de la manera más cálida que había, aunque mis expectativas dictaban que a lo mucho sería una falsa, o totalmente forzada, o tal vez ni siquiera sonriera. Mis nervios seguían a flor de pie, pero parte de mi sabía que todo iba estar bien y mi alma podría estar tranquila al cruzar la puerta del establecimiento un rato más tarde.
Regresó a recargarse sobre su asiento y cruzo los brazos, aun con la sonrisa, aun estando… no lo sé ¿Contento? ¿Alivianado? Tal vez ambas, pero más la segunda. Seguía algo incomoda, fuera de lugar, no paraba de tallarme las manos y apretar los labios. Sentía que era una mala idea aunque estaba saliendo bien. Ese pequeño sentimiento de que a mi edad las demás personas salen a cuanta fiesta y lugar que pueden, conociendo paisajes y gente nueva y no preocupándose del largo enamoramiento que hubo entre tu mejor amigo y tú, como terminó en un compromiso roto y más tarde tal vez torturándote con el vocalista de la banda donde te metieron a la fuerza: Stuart Pot, el sujeto de cabello azul que te suele robar el corazón.
Ahhh, Stu… ya valí Cheeto.
-Tú, yo y el mundo que nos rodea, sabíamos que íbamos a ser la pareja más desastrosa que alguna vez existió.- mi alma descanso en el momento que se empezó a llevar todo a la ligera. Extendí la mano para poder tomar la suya sobre la mesa. Todo el panorama cambio bruscamente, pero para bien y para el bien de mi conciencia que dormiría viene esta noche.- hay cosas que no pegan ni con Kola Loka, Shari.
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Bad and Mad Love | 2D [Gorillaz] [En Edición]
Hayran KurguTW: abuso físico y sexual; smut; violencia; lenguaje explícito; satanismo; transtornos mentales; sustancias ilícitas; etc. Él es demasiado ingenuo para darse cuenta y ella demasiado orgullosa para aceptarlo. Dos polos opuestos que se atraen, pero...