Capítulo 52

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Narra 2D

–De hecho te tardaste –La vida y esa oración me enseñó a que nunca se podrá sorprender a la mujer que siempre está dos pasos delante de ti– Creí que correrías al instante, el primer semestre estuve molesta por ello así que te agradezco que hayas venido casi dos años después –Se acercó para susurrarme– Te perdone, lo medité hace poco.

Tenía la sonrisa congelada y las manos entrelazadas sobre la mesa. No sabía que decir o qué hacer ¿Y si me estaba probando? ¿Y si quería una explicación y la estaba pidiendo indirectamente una explicación? No sé por qué vine, pero estoy sudando. Estoy pecando de idiota.

–Permiso para hablar –Dijo Sharon, bromeando sobre mi silencio.

–Lo siento –Puse una mano detrás de mi cuello y le sonreí– Estoy algo nervioso, no sé por dónde empezar.

–¿Por qué estás aquí? Sería un buen comienzo –Cruzó la pierna y se echó el cabello encima de los hombros.

–Tal vez te extraño y quiero arreglar las cosas contigo –Mi timidez era tan presente en la sala como los trajes de los presos.

Ella tenía una fina estructura por la cual componía su rostro y lo volvía un arte tan gótico como Notre Dame.

Creo que al inicio pensó que estaba jugando y estaba llegando en ese mismo plan: a jugar, pero la realidad es que no lo era. Su risa empezó, esa risa que la acompaña un gesto con el cual el objetivo es humillar y desconcertar. Se detuvo cuando notó que yo no me reía por algo. No era tonta, sólo un patán femenino.

–Me gusta tu cabello –No había algo mejor que pudiera haber salido de mis labios.

–Ya estamos viejos para esto –se paró de la silla e impulso ambas manos hacia abajo, haciendo caer las esposas contra la mesa– Saludame a los chicos.

El sonido de metal contra metal que había hecho las esposas alertaron a los guardias y se encaminaron a Sharon mientras ella alzaba las manos y retrocedía.

–Voy a volver, estaré un tiempo por aquí –Estaba algo preocupado por lo que pasaría a continuación con ella, pero Sharon se notaba tan serena como siempre.

–No es necesario, Stuart –Bajó los brazos y me lanzó un beso con la palma de su mano.

En cuanto bajó las manos habían corrido hacia ella y justo después de lanzar aquel beso la esposaron y arrastraron un poco con violencia de regreso a dónde "pertenecía".

Los demás familiares y convictos me miraban como si hubiera sido provocador del evento suscitado por Sharon, pero yo no había hecho ni dicho nada malo. Sólo dije que su cabello me gustaba. Me sentía un poco culpable por las miradas así que sólo me marché.

Me decepcionaba un poco la actitud de Sharon, lo poco tradicional que era con sus reacciones y esas cosas que deberían ser comunes en ella; en cualquier persona.

Sería mentira si digo que su carácter frío lo forjó en prisión y en estos últimos dos años que ha estado aquí, pero la realidad es que sólo volvió a ser como antes. Sin rodeos, Sharon cambió tan rápido que no recordaba lo que era o lo que es.

No me voy a rendir porque rendirme sería ella ganando. Empezamos jugando y terminamos el juego.

***

–Me sorprendes –Se sentó y por fin ví impresión en su rostro, pero del malo, del ingrato– Creí que te asustaría volver aquí.

–¿Querías asustarme para que no volviera? –Queria romper el hielo de una manera diferente al error que fue la vez anterior.

Bad and Mad Love | 2D [Gorillaz] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora