You can be my Daddy |Jin BTS|

3.- No me importas, pero me interesas.

- Por favor, pueden pasarme ese balde. Tengo ganas de vomitar. - Estaba avergonzada, pero el dolor que sentía era suficiente para toda una vida.

El doctor SeokJin y el doctor NamJoon, lavaban su herida al tiempo que acomodaban el hueso para cubrir el brazo. YoonJi sentía un terrible dolor recorrer su cuerpo. Las náuseas, habían comenzado a aparecer, por tanto, se vio obligada a pedir ayuda.

Amablemente, SeokJin le acercó el balde sin mirarla, YoonJi quería morir de vergüenza. Por suerte, no vómito enfrente del atractivo doctor. Pero tenía encima otro problema, su aspecto era un poco más que lamentable. Y cuando estuvo por fin, sola en su habitación de hospital, se cubrió el rostro con la almohada, pensando en la vergüenza que acababa de pasar.

Que un joven tan guapo la hubiera visto tan fea, con una herida en el rostro y una férula en el brazo. Era tan denigrante.

Su madre entró en la habitación y la abrazó, tomándola por sorpresa.

- Bebé. Tuve tanto miedo. - Espetó la señora, acariciando la cabeza de su hija.

YoonJi sonrió.

- Estoy bien mamá. - Musitó.

- No, no lo estás. - Una tercera voz apareció en la habitación.

Ji, asomó su rostro, temiendo encontrarse con el autor. SeokJin sonrió.

- ¡Doctor! - Exclamó, cubriéndose las piernas con la sábana.

Jin comenzó a reír.

- YoonJi, tendremos que operar para que tu brazo se recupere. Parece que estarás aquí un buen rato. - Dijo el doctor, sonriendo amablemente.

- ¿Cuándo tiempo? - Pregunto la madre de la chica.

- Tal vez dos semanas. Sin embargo, cuidaré de ella durante este tiempo. Lo prometo.

La mujer se puso de pie y le dedicó una reverencia al doctor. Jin se la devolvió.

- Gracias, por favor cuide de ella.

- Es mi responsabilidad, señora Hoon. - Jin miró a YoonJi y sonrió. - Estarás bien, mientras yo te cuide.

Ji asintió, quería que ese doctor tan caliente la cuidará toda la vida.

La madre de YoonJi se despidió de su hija, la hora de las visitas había terminado, Ji le pidió su móvil, para mantener al tanto a JungKook. Cuando la chica se quedó sola en la habitación, miró a su alrededor y encendió el televisor, esperando la respuesta de su amigo.

Estaba comenzando a aburrise y a sentir miedo, por todas las cosas terribles que había escuchado de los hospitales ¿Qué tal si veía a una niña al lado de su cama durante la madrugada? O un anciano la saludaba mientras iba por un jugo, luego, al girarse, para devolver el gesto, este no estuviera.

Se dio un golpe mentar y ahogo una exclamación cuando alguien tocó la puerta de su habitación tomándola por sorpresa.

- Adelante. - Musitó.

El doctor SeokJin entró y miró a la joven.

- Creo que ya estás mejor. - Dijo con una dulce sonrisa en los labios.

- Sí, también lo creo. - La chica levanto su brazo, ligeramente. - Por lo menos ya no me duele.

Jin comenzó a reír.

- Ese es el punto ¿Puedo quedarme aquí un momento? En realidad, tengo una hora de descanso y eres la paciente que más me preocupa. - Espetó el joven.