20 años después...
Sí te he fallado te pido perdón de la única forma que sé, abriendo las puertas de mi corazón para cuando decidas volver. Porque nunca habrá nadie que pueda llenar el vacío que dejaste en mí, haz cambiado mi vida, me has hecho crecer, es que no soy el mismo que ayer. Un día es un siglo sin ti.
- Por fin... por fin, no puedo creerlo, por fin estoy aquí - la joven caminaba por el aeropuerto admirando cada rincón del lugar, ansiosa por recorrer las calles de Corea por primera vez.
El idioma no era problema, pues sus padres la habían educado para dominar la lengua, para cuando decidieran volver. MeiJin había soñado con aquel momento desde que tenía 5 años porque su padre le habló del precioso lugar de su nacimiento. Estar ahí no era nada más que un paso para poder ser tan grande y fabulosa como sus padres.
Tomó su maleta y caminó arrastrándola por el lugar, buscando a su abuelo y a su abuela.
- MeiJin, no te alejes demasiado, no conoces por aquí, prefiero que estés cerca de mí - SeokJin corrió hasta alcanzar a su hija y tomarla del brazo con cariño -, cariño, si te pierdes tú madre me matará.
MeiJin sonrió y se disculpó con su padre. Continuó observando el lugar hasta que su madre regresó con el resto del equipaje.
JiWoo estaba tan harta como SeokJin de viajar en avión y por supuesto que no deseaban volver a Corea, pero MeiJin había decidido que quería estudiar medicina zootecnista en la universidad de su abuelo y que quería conocer el país. Ambos se encargaban de consentir a su pequeña cumpliendo al pie de la letra cada capricho y así fue como terminaron regresando al lugar que tanto los había dañado en el pasado.
Por supuesto que Seok no había logrado olvidar a YoonJi, ni un maldito segundo en su vida, pero su pequeña hija de 18 años cambió su perspectiva 180°, haciéndolo el hombre más feliz del mundo. Y aunque su relación con JiWoo no mejoró demasiado, ya podía acercarse a su mujer y tratarla como esposa.
- Me siento mal por no haber aplicado el examen - MeiJin formó un adorable puchero y tomó la mano de su padre -, todo el mundo hizo examen y yo no.
Seokjin comenzó a reír.
- Mei... ¿Qué la nieta del rector tomé el examen tiene sentido? No cariño, tu no lo necesitas. Pero sí necesitas esforzarte, permanecer es un tema completamente diferente.
Mei asintió y formó una gran sonrisa.
- Quiero ser un buen veterinario para ayudar a los millones de perros callejeros en México y en NY. Hay muchos, hay muchos gatos que no tienen hogar. Quiero esterilizar a cada uno, quiero que cambie el mundo, necesito esforzarme - la chica miraba el horizonte inspirándose en un futuro lejano, viéndose realizada.
Jin besó la frente de su hija y asintió.
- Puedes hacer lo que quieras siempre y cuando te esfuerces - declaró.
JiWoo acarició la mano de su hija y asintió.
- Nosotros estaremos contigo cuando sientas que ya no puedes más, que te faltan fuerzas y necesites un impulso.
(***)
La casa de sus abuelos era más grande y hermosa de lo que pudo haber imaginado. Le gustaba, aunque su padre le había dicho que su estancia era temporal, que solamente tenían que esperar para que su antiguo departamento terminará de remodelarse.
La habitación que le había dado su abuelo era la más grade y la más hermosa de la casa, adoraba a su abuelito por quererla y procurarla tanto. Cuando lo veía, siempre pasaba tiempo a su lado, hablando sobre su futuro y de vez en cuando sobre el joven que debía llegar a su vida, quien sería un gran doctor como su padre y su madre, quien la trataría como una princesa y no la haría llorar jamás.
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You can be my Daddy |Jin BTS|
FanfictionHoon Yoon Ji una chica distraído y desaliñada, sufre un extraño accidente de tránsito, provocando atención medica inmediata. Es ahí en donde conoce al doctor Kim SeokJin. Un chico guapo y seductor con sed de ambición. Ji decide que SeokJin es la pe...