— ¿SeokJin? Deja de ser un distraído y acompáñame, necesito hablar contigo.
Jin suspiró con pesadez y siguió a su padre hasta el gran jardín.
Aquel atractivo anciano, miró a su hijo menor, sin expresión alguna. El señor Kim era un hombre reacio, petulante y mordaz, jamás se había atrevido a mostrarle ninguna prueba de afecto a sus hijos, pues creía firmemente en la rudeza que debía caracterizar a los hombres.
Con el cabello tupido de canas, alto y con porte, el mejor médico cirujano de Corea del Sur, había engendrado a dos varones, criándolos con mano firme y colmados de lujos. Logrando que cada uno llegará tan lejos como su egoísta ambición se lo permitió.
Jin no detestaba visitar a sus padres, pero tampoco lo disfrutaba. Sabía lo que su padre le pediría y también sabía que no sería posible negarse.
Recorrieron el vasto jardín hasta llegar a la banca favorita del anciano.
Al sentarse, el señor Kim miró al frente y comenzó a hablar.
— Haz cumplido 32 años. — Dijo. — ¿No crees que es hora de dejar de jugar y darme nietos?
— Mi carrera aún esta despegando, padre. Así que por favor le pido entienda mi posición. No estoy listo para tener un hijo y...
— ¡A caso eres idiota! Los hijos son el legado de un hombre.
El joven se quedó en silencio y tras pensarlo habló:
— Usted tiene razón. — Respondió dándose por vencido. — He cometido un error.
El señor Kim suspiró.
— HongSeok me ha dado nietos hace ya 5 años ¿Y tú no lo has considerado? Siempre fuiste el rebelde.
— Lo siento padre. — Jin miró hacia el suelo y cerró los ojos.
Estaba harto de ser comparado con su hermano mayor.
El señor Kim se puso de pie y sin despedirse comenzó a caminar.
— Vuelvete un hombre SeokJin. Estoy harto de ser yo quien tenga que dar la cara por ti. — Dijo, con tono mordaz y continuó su camino.
Completamente en silencio, Jin miró hacia su pasado. Su padre siempre se había encargado de compararlo con su hermano mayor, siempre le había dejado claro que al lado de HongSeok no era absolutamente nada. Incluso, aún después de haberse convertido en unos de los mejores médicos de Corea del Sur, el señor Kim sobreponía a su hyung por encima suyo.
Simplemente quería su reconocimiento ¿Era mucho pedir?
En ese momento, su móvil comenzó a sonar.
Lo sacó de su bolcillo y miró el número, sobresaltándose cuando leyó el nombre en la pantalla.
— ¿YoonJi? — Preguntó, desconcertado.
Al otro lado de la línea, hubo absoluto silencio.
— ¿Qué sucede YoonJi? — Jin insistió.
Al decir verdad, jamás creyó en volver a saber de la muchacha en su vida. No era idiota, sabía que lo había bloqueado y que probablemente le temiera a causa de sus estúpidas acciones de chiquillo caliente.
Entonces, Jin pensó que tal vez esa no sería YoonJi, muy probablemente era su hermano o su novio, intentando intimidarlo por acosar a una menor.
— Escucha YoonJi, lamento mucho lo que dije el otro día, al decir verdad, eso no debió pasar. Creo que me sobrepase y te ofrezco una disculpa.
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You can be my Daddy |Jin BTS|
FanficHoon Yoon Ji una chica distraído y desaliñada, sufre un extraño accidente de tránsito, provocando atención medica inmediata. Es ahí en donde conoce al doctor Kim SeokJin. Un chico guapo y seductor con sed de ambición. Ji decide que SeokJin es la pe...