39.- Dilema.

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El día de Yoonji comenzó acompañado de una contrariedad sofisticada que rayaba entre la felicidad y la incertidumbre. Iban de camino a la cena de ensayo de SeokJin y Jiwoo, cosa que la deprimía de muchas maneras, pero al mismo tiempo experimentaba una letárgica felicidad por haber sido aceptada en la universidad de sus sueños. Iniciaría clases la semana próxima y también la semana próxima se llevaría a cabo la tan esperada boda del doctor.

Había llegado a un punto extremista, sus manos temblaban y no podía ni siquiera hablar por tener presente el rostro de Seokjin en su cabeza. Wonho acariciaba su mano con cariño, mientras conversaba con Yoongi y con su padre, su madre leía un libro en silencio, sentada a su lado y la radio del auto tocaba una canción de Michael Jackson que debería estar disfrutando. Abrazó a su novio repentinamente y se acorrucó entre sus brazos. WonHo se giró para mirarla.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó.

Ji asintió, ocultando dentro de sí lo que realmente sentía. WonHo y Yoongi supieron la verdad al instante, por qué había conocían a la chica tanto como la palma de su mano. Yoongi detuvo el auto unas cuantas calles antes del evento y bajó. WonHo lo imitó y se hizo a un lado para que el muchacho pudiera darle una botella con agua a su hermana menor. Ji la tomó dificultosamente y bebió despacio.

— ¿Qué sucede? — preguntó Yoongi.

Los señores Hoon veían preocupados el semblante de su hermosa hija; Ji se obligó a sonreír.

— Estoy bien, de pronto me encontré pensando en mi la universidad y todo lo que me espera, no se preocupen por favor.

Yoongi notó la mentira en seguida, suspiró y se giró para volver a subir a su auto, si su hermana no deseaba hablar sobre el tema, más valía no interferir. WonHo miró a Yoongi desconcertado, se veía molesto. Sin embargo, subió al auto tragándose la excusa que había dado su novia y se acomodó para continuar con su camino.

— Nena ¿estas seguras? — preguntó su madre.

Ji asintió.

— Completamente mami — respondió.

Yoongi bufó y aceleró. No tardaron en llegar.

(***)

La fiesta se llevaba a cabo en la gran residencia Kim, en donde miles de invitados llegaban haciendo gala del gran estatus que poseían. Doctores, Rectores universitarios, abogados, actores, cantantes y toda clase de celebridades, se reunían dentro de la gran casona para celebrar el futuro matrimonio del hijo menor de uno de los más grandes contribuyentes del país. Ji miró a Park Jimin llegar con Taehyung y los que podrían ser sus padres. Bajó la mirada enseguida, deseando que no se acercaran a saludar, sin embargo, fue completamente inútil.

Yoongi frunció el ceño al verlos acercarse.

— ¿Qué se creen mocosos? — preguntó alterado.

— Yoongi, olvídalo, ya no tiene sentido enojarse por el pasado —musitó la chica.

Yoongi levantó una ceja y camino hasta la entrada molesto, dejándole las llaves al encargado del valet parking.

— Creo que aún no sabía nada — espetó Tae.

Ji asintió.

— Ya se le pasará. En realidad, al que le tengo un poquito más de miedo es a JungKook, cuando se enteré seguro me mata — Ji suspiró nerviosa.

Genial, una cosa más de la cual preocuparse.

Caminaron hasta el interior de la gran casa, en donde Jimin parecía ser un invitado celebre y conocido. Un par de camarógrafos captaron su entrada y el chico ni siquiera se inmutó, como si estuviera acostumbrado a ese tipo de alborotos.

Ji presiono la mano de WonHo y tragó saliva.

— Todo esto me pone muy mal — dijo con voz apenas audible.

WonHo se inclinó para poder verla.

— ¿Aún te sientes mal? ¿necesitas aire? — cuestiono preocupado.

Ji negó una vez más.

— Estoy bien, Hoseo. Mira, mi hermano y mis padres ya se han encontrado con el otro Hoseok, vamos — señaló la gran mesa en la que se encontraba su familia y jaló del brazo del muchacho para guiarlo hasta el lugar.

JungKook y SooMin ya se encontraban en el sitio.

— Hola — saludó.

JungKook no respondió y por su semblante supo que Yoongi ya le había contado lo ocurrido.

— Ocupo una explicación — dijo, cuando Ji se sentó a su lado.

— Te contaré luego, por ahora tengo problemas más grandes —replicó. Kook suspiró —. Por cierto ¿fueron aceptados en la universidad? — preguntó.

Kookk sonrió.

— ¡Pues claro! — exclamó entusiasmado — y en la misma, como si el destino quisiera que nos casáramos al terminar y tengamos un par de niños.

SooMin comenzó a reír.

— Kook...

Ji río también.

— Quiero asistir a esa boda.

Entonces cuando su preocupación comenzaba a disiparse, escucho la conmoción que de pronto se había creado. Posó su vista al frente, como todos los invitados y diviso a SeokJin y a JiWoo arribar el lugar tomados de las manos. La pareja saludaba a los invitados cordialmente y conversaba fugazmente para aproximarse a los demás. Y cada que se acercaban, YoonJi sentía su estómago estremecerse. La sensación ni siquiera tenía explicación, pero a raíz del verso que acabo de crear, intentaré explicar.

Sintió sus tripas contraerse, provocándole pequeñas y molestas cosquillas. Estaba a punto de llorar, deseaba ponerse de pie y salir huyendo, por qué definitivamente no estaba lista para enfrentar a SeokJin y saludar a un futuro sin él.

WonHo se giró para mirarla una vez más.

— Ji, definitivamente no estás bien — declaró.

Ji asintió.

— Hoseok, me quiero ir de aquí — dijo, sintiendo su voz flaquear.

Hoseok asintió, sin entender la razón.

— Entonces...

— Pero no puedo irme, por qué si no enfrento este momento, no podré ser feliz contigo nunca más.

El muchacho suspiró y presionó la mano de su novia, señalándole el ferviente amor que sentía por ella.

InHa quien se encontraba en la misma mesa, se giró para no presenciar aquel momento y sonreír al mirar a su hermosa prima llegar al lugar.

— ¡Nos alegra mucho que hayan venido! —YoonJi soltó un respingo al escuchar la voz de JiWoo — estamos muy felices de que hayan podido acompañarnos.

— En lo absoluto — habló SeokJin y el corazón de YoonJi se detuvo —. Es muy importante para nosotros.

Wonho comenzó a sospechar lo que sucedía cuando pilló a SeokJin mirando a su novia intrigado. Como sí esperará algo.

Celoso, clavó los ojos en el doctor, obligándolo a mirarlo y sonrió altivo, con la proeza de un amor que no estaba dispuesto a abandonar.

— Debo agradecer la invitación — dijo, sin soltar la mano de YoonJi y poniéndose de pie —. Mi novia y yo lo hacemos en realidad.

Ji levantó la mirada sorprendida, pues Hoseok jamás se refería a ella como su novia, a menos que estuviera molesto. Tragó saliva, temerosa de que el chico se hubiera dado cuenta y cuando Hoseok volvió a sentarse a su lado habló.

— Creo hay una historia que debería oír. 


Espero sus votos y comentarios. Byesu babys.

You can be my Daddy  |Jin BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora