You can be my Daddy |Jin BTS|

19.- Protector.

SeokJin estaba totalmente perdido en aquella joven muchacha y lo supo desde la primera vez que la probo. Sí bien YoonJi le llamaba la atención en sobremanera, al haber consumado su furtiva relación no hizo más que confirmar lo que tanto temía. Estaba enamorado de esa mujer. Tanto que era capaz de darle a la joven todo lo que le pidiera, sin embargo y a pesar de saberlo, YoonJi jamás le pedía nada. Al contrario, la joven era demasiado considerada y como Jin solía cuidarla, YoonJi también lo hacía.

El doctor estaba en una etapa de su vida que disfrutaba demasiado, por qué por una vez, sentía lo que era el verdadero amor. No obstante, Jin desconocía por completo las verdaderas intenciones de YoonJi, pues la chica únicamente lo veía como un medio que utilizaría al máximo para olvidar a Taehyung.

Al cabo de un mes de encontrarse a escondidas, Jin caía cada vez más bajo y YoonJi había aprendido a estimarlo, ninguno de los dos había planteado la posibilidad de formalizar su relación por qué contaban con un problema que no los dejaría en paz con facilidad, la edad. Ji conocía a su hermano y sabía que era capaz de matar a SeokJin por engatusar a su pequeña hermana, aunque las cosas no hubieran sido de aquella forma, YoonGi jamás lo aceptaría.

Por su parte, Seokjin ya podía imaginarse el sermón que le daría su padre y lo humillado que se sentiría después de recibirlo. Amaba a YoonJi, pero sabía que aún era una niña y que no sería legal por lo menos en un par de años más. Estaba seguro que podía esperar hasta entonces y espera que la chica pudiera hacerlo también.

Después de lo sucedido con Taehyung, YoonJi había hecho las paces con JungKook e incluso se había tomado la molestia de entablar una pequeña amistad con InHa, dándose cuenta de inmediato en el error en el que había caído tiempo atrás, pues la joven resulto ser de lo más agradable y para nada lo que había creído que era. Sin embargo, no se había atrevido a hablarle a nadie sobre su relación con el doctor, ya que desconocía lo que la gente pudiera pensar y como podían ser capaces de juzgar a SeokJin. No lo amaba, pero lo apreciaba, por qué, a fin de cuentas, el joven la trataba como una reina.

(***)

SeokJin caminaba por los pasillos del hospital para monitorear a sus pacientes. Ese día tenía programadas dos cirugías y pese a que prometía ser un turno difícil, el doctor no podía dejar de pensar en la noche anterior.

Se encontraba en su departamento descansando después de haber terminado su turno, encendió su televisor y se sentó en el sofá con una taza de té en las manos. Pasaba de canales sin mirar realmente, pensando en dormir. Sus parpados estaban pesados y el estrés comenzaba a cobrar factura. Sus hombros estaban rígidos y era menester golpearlos para amenguar el dolor.

En ese momento, su móvil comenzó a sonar, el joven bufó y se puso de pie de mala gana para dirigirse a su habitación en donde se encontraba el molesto aparato cargando. Al ver el número sonrió olvidando su anterior malestar.

— Hola, bonita. — Dijo, sintiendo una emergente emoción al escuchar la linda voz de su chica.

Al otro lado de la línea, se escuchó una adorable risita, YoonJi comenzó a hablar.

— Hola Jin. — Respondió la joven. — ¿Estás ocupado?

— No, ahora mismo no. Estaba a punto de irme a la cama. — Confesó.

— Oh, ya veo. Sí estás cansado, podemos hablar en otro momento.

Jin negó rápidamente.

— Para nada bebé. Para ti nunca estoy cansado ¿todo bien? ¿necesitas algo?

— No, en realidad solamente quería escuchar tu voz. Estoy sola en casa, mi hermano no ha llegado y se fue la luz. Tengo un poco de miedo, ya lo llamé, pero no responde.