El Niño Grosero [Novelas de Justin Bieber y Tú]

Capitulo 19

Lili simuló hacer un puchero.

—Aguafiestas. Y ahora, volvamos a Justin. Los niños no tardarán mucho en conseguir que se vaya, así que será mejor que te espabiles mientras aún sigue aquí.

—Hay algo en él que no encaja —esa mañana, en el coche, había averiguado con cierto alivio que Justin se había quedado dormido la noche anterior en la mecedora con Emily en brazos. Hasta ese momento me había... preguntado si habría entrado en el despacho de Joe. Sin darme cuenta, Emily le había ofrecido una coartada.

—Ayer llamaste a la agencia que lo ha enviado y te aseguraron que es un niñero magnífico. ¿Qué más quieres? Ese es parte de tu problema.

Aquello era nuevo para mí. No sabía que tuviera un problema.

—Cuando llegas a una conclusión ya no hay manera de hacerte cambiar de idea. El pobre Justin no tiene el aspecto qué cabría esperar en un niñero ni se comporta como tal. Por tanto, no puede serlo. Tienes que hacer algo para dejar de ser tan tradicional y tan estirada, o acabarás por mutilandote.

Estirada yo. Ja, el que fuera conservadora no siginificaba que con ello me mutilara. Lili, nunca me habia sermoneado y mirala ahora, después de vieja rellenandome como un salami. Y lo insufrible del asunto era que hasta que no diera mi brazo a torcer no dejaria de atosigarme. Mi abuela era asi, cuando caia en algo no lo soltaba hasta salirse con la suya. Asi que seguirle el juego como los tontos seria lo ideal haber si safaba un poquito.

—Tienes razón. Creo que esta noche me acercaré a él y le diré... —Y mi pie tropezó con algo suave y blando—... «Hola, Justin , ¿qué te parece si practicamos un poco el baile de colchón?» —me agaché para recoger el osito de peluche que Adriana había dejado en la pieza. Una lucecita roja brillaba en la parte trasera de su peluda cabeza. Distraídamente, desconecté el interruptor para ahorrar pilas.

—Eso es, cielo. Sabía que tenías algo de garra oculta en algún sitio —de pronto, bajó de la cama y salió de la pieza como un torbellino. —. Enseguida vuelvo.

Regresó un momento después y arrojó una revista en mi cama. Una sensual morena aparecía en la portada sin sujetador y con unas diminutas braguitas. Cómo lograr que se vuelva loco por ti, podía leerse en la parte inferior. Sin duda, aquella revista no era El empresario del software.

—Y asegúrate de tomar notas —añadió Lili antes de salir de la pieza.

Ayy ____ como que te va costar mucho seguirle la pantomima a Lili. Bueno que todo sea por safar. Justin no tiene nada que ver. Solo lo hago por Lili. Si eso. Nada Justin. El no es mi motivación.

Aunque me preguntó:

¿Se le dara bién el baile del colchón?

~

Yo toda mi vida me he declarado amante de la naturaleza. Es por eso que cada vez que visito a Hanna me siento tentada ha apreciar la belleza de su colorido jardin. Pero hoy, o más bien en estos momenos. Yo no estaba para contemplar como Doña mariposa se posaba en Miss florecita rosa. Y más cuando un despachador nocturno de coscorrones andaba suelto. Asi que sin siquiera decirle adios a florecita y sus primas pase por el jardin a toda prisa en dirección a la puerta de entrada de las oficinas Hudgens.

Cuando abri la puerta y pasé al interior, la sorpresa ante lo que vi me hizo frenar en el aro.

¡Sera canchero, el muy gil! Grrrrr…

Justin McCann apoyaba una cadera contra el escritorio de la pechugona secretaria de Joe, alias Alexia Stones. Justin estaba tan inclinado hacia ella que su pelo rubio. Perdon mas bien sus narices...Grrr…casi tocaban las de la secretaria. Esta tenía el mismo aire de ¨Soy una Diosa Sexual¨ que la mina de la portada de la revista de Lili, aunque, por fortuna, iba vestida y había conseguido encerrar sus lolas en un sujetador. Por supuesto, yo habría necesitado varias tallas menos si alguna vez hubiera tenido los pomelos de adoptar aquella actitud. Y como tipica gallina conformista que soy en lugar de ello, me disculpé por la interrupción y sujete por los pelillos de la nuca al monstruo de los celos que empezaba a asomar su fea cabeza. Solo porque Justin y yo nos hubieramos dado una moreadita de nada la noche anterior no significaba que no pudiera ligar con Alexia.