Capitulo 20

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¿Habria sido Alexia?

—¿Estuviste ayer en el despacho? —Si lo se, habia sido demasiado directa, pero maldición tenia que saber que chicle mascaba la chiva.

—No. ¿Se supone que tenía que haber venido? Casi nunca laburo los domingos, y ayer tenía una cita —y miró con rapidez a Justin—. Nada serio en realidad. Solo somos amigos....

Aggg…Dios dame paciencia que ya estoy hasta las cejas de colores y no me quiero cubrir de rojo sangre.

—¿Tienes un número en el que pueda localizar a Joe y a Hanna? —murmure en tono pausado masticando mi furia.

—¿Quieres que haga yo la llamada?

Yo quería hablar con ellos, pero sin audiencia.

—No quiero molestarlos ahora. Dame el número y me pondré en contacto con ellos más tarde.

Alexia lo anotó en una hoja.

—Que tengas suerte. —farfullo Alexia anotando el número en una hoja. — Es complicado conseguir ponerse en contacto. Las líneas han estado fuera de servicio toda la mañana —Y se inclinó hacia Justin para estrujarle las lolas en su cara mientras me alcanzaba la hoja. Pero la hoja no llego a mí porque Justin la intercepto.

—Te acompaño de vuelta a casa —murmuro Justin. Girandose, y separandose al fin del colchon de Alexia. Momento que aproveche para tomar el papel de sus manos.

—No hace falta que te molestes —soné exactamente como me sentía: irritable, molesta y desquiciada.

—Tengo que ir de todas formas a ver cómo están las niñas —Justin me acompañó a la puerta. Y me esforcé por recuperar el equilibrio que parecía esfumarse cada vez que estaba cerca de Justin McCann.

En la puerta, me volvi hacia Alexia.

—Si Joe o Hanna llaman antes de que me haya puesto en contacto con ellos, ¿puedes pasármelos al teléfono de casa? Liliana y yo vamos a quedarnos unos días.

De no haber estado observando con tanta atención, podría haber pasado por alto el ligero ceño fruncido que provocaron mis palabras.

—Se lo diré.

Tres de tres. Justin, Rosa y ahora Alexia. Ninguno de ellos quería que Lili y yo nos quedaramos en la casa. ¿Era un simple caso de ratones queriendo jugar mientras el gato estaba fuera? ¿O había algo más en juego? Gato, ratón o juego lo descubriria.

++++++++++ narra Justin

— ¿Cómo que todavía no has entrado en el despacho de Hudgens? ¿Y qué diablos estuviste haciendo anoche? ¿O es que los niños volvieron a atarte?

¿Y es que aquel hombre no sabía hablar decentemente por telefono? Pues no, Just digale que no. Y las evidencias lo recalcan.

Tenia el movil apartado de mi oído, y las voces de David casi se podian escuchar a un par de metros de distancia. Y yo criticando a mi viejo, si delante de David es un niño de teta.

Y todo aquel sermon por culpa del chusma de Xavi. El lengua floja ese no había tardado ni veinticuatro horas en soltar mi aventura con una peculiar cinta de empacar y unos creativos tatus.

Es muy bueno criticar, pero ya me gustaria a mi ver a esos dos desempeñando mi papel de niñero.

—Había alguien más en el despacho de Hudgens. No me pareció conveniente organizar una fiesta.

—De acuerdo, Justin, tienes mi atención. ¿Qué ha pasado?

¡Ja! Le cerraste el pico al loro Just. Bien por ti.

El Niño Grosero [Novelas de Justin Bieber y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora