Capitulo 26

175 6 0
                                    

++++++++++ narra _____

—Gripe estomacal. Hay una pequeña epidemia. La buena noticia es que después de un par de días malos estarán como nuevos.

—¿Esas son las buenas noticias? Adelante, denos las malas.

El doctor hizo una mueca.

—Desafortunadamente, es muy contagiosa. Lo más probable es que Leo se haya contagiado en el colegio. Yo sugeriría una mini cuarentena. Es probable que usted y el señor McC...ann también caigan con la gripe, porque ya han estado en contacto con los niños, pero podrían prevenir que les sucediera lo mismo a otros miembros de la familia. Es una gripe especialmente dura para los mayores y los pequeños.

Emily gimió contra mi pecho mientras Adriana permanecía tumbada sobre el regazo de Justin. Leo estaba apoyado contra el costado de este.

—No te preocupes ____. Enviaremos a Liliana a casa. Yo me ocuparé de todo.-Solto Justin que al parecer habia notado mi semblante preocupado ante lo que le podria ocurrir a Lili.

—¿Qué tenemos que hacer con los niños?

—Denles agua con limón y un poco de sal y que estén cómodos. Serán dos días largos, pero pasarán pronto.

++++++++++ narra Justin

Era una buena compañera. Una buena jugadora con la que contar en el equipo de uno.

Pero para mi desgracia, yo no sabía con certeza en qué equipo estaba.

Me deje caer sin fuerzas en el sillón de mi cuarto. Estaba agotado hasta la medula. Cuidar de los niños y de ____ a la vez que seguía con la investigación había resultado una odisea. Por fortuna, no había caído con la gripe.

Tome mi movil y marque el número de teléfono de la casa de David. Quería que mi jefe supiera que había logrado algunos avances en el caso.

—¿Sí? —ladró David al otro lado de la linea.

—Eres agradable incluso estando en casa, David. Me alegra comprobar que eres tan adaptado.

—Espero que tengas alguna noticia que darme y que no hayas llamado solo para

Soltar sandeces. ¡Jus-tin!

—Hoy he echado un vistazo a los registros financieros de Hudgens mientras la secretaria salía a comer. También he visto su agenda y la de los portes de su empresa. Es indudable que hay una relación entre las tres.

—Eso sería una prueba puramente circunstancial. No podemos basarnos en eso para arrestarlo.

—Si hay algo más, lo encontraré.

—¿Qué tal están los niños? ¿Han vuelto a atarte últimamente los pequeños diablillos?

—La verdad es que los niños son estupendos. No entiendo qué pasó con las demás niñeras. Son solo traviesos, como todos los niños.

Upss… ¿Yo habia dicho eso?

Pues si querido Just.

Baaa…ya para que negarlo, los mocos con patas hasta ya me caen bien.

Si he aprendido a convivir con el enemigo.

Un enemigo que al final del cuento resulto ser una panda de niños falta de cariño y atención.

Yo les colmo o su falta, y todos felices y contentos. Ademas me sirven para enterarme de que bailes estan en boga, y ha quien le gusta practicarlo.

—¡Vaya! No me digas que tenemos un nuevo recluta para la Brigada de los Papas, Justin—Yo nunca había escuchado a David en un tono tan cordial. El mero hecho de que me gustaran los hijos de Joe no significaba que estuviera pensando en unirme a la Brigada de los Papas. Uhmmm ni hablar. El eterno soltero jamas dedicaria ni media neurona de su arsenal para pensar en ello ni dos segundos. —. Pero supongo que antes tendremos que encontrar una voluntaria para la Brigada de las Esposas —continuó David—. Si vas a hacerlo, Justin, hazlo bien —niños, matrimonio... Jesús me favorezca. Ambas proposiciones me daban repeluz y ganas de devolver.

Y aún más repeluz me daba la rapidez con que surgía en mi mente el rostro de ____.

Joder… ¡nooo! –Y me golpee la frente con la mesilla de la esquina haber si a mesazos me sacaba aquella retorcida y macabra idea de la mente, pero buff…nada… como nueva tactica trate de visualizar mis pensamientos en Alexia. Uhmmm si ¿Por qué no? La secretaria tenía aquellos grandes... ojos. Pero aquella rafaga de alivio solo persistio unos milesimos segundos, pues a pesar de lo testaruda, mala leche, agria, y cautivadora que era, ____ se negaba a abandonar mi mente.-Maldición…

Si ya estaba mas liado que zarza a causa de ____ y su familia, no quería ni pensar en lo que sucedería si estuviera casado y tuviera hijos.

Ayyy no…-y mi corazon brinco disgustado haciendome ver que si seguia por esos derroteros capaz y como minimo terminaria con taquicardia.

—Eso no va a suceder, David.

—Deberías ir pensando en buscarte una chica agradable y en sentar la cabeza. Podría presentarte a mi sobrina Amelia.

David ofreciendo consejos paternales era una cosa. Pero David ofreciendo a su sobrina para una cita a ciegas conjuraba imágenes terribles. Yo tenía que dar por concluida aquella conversación como fuera.

—Creo que oigo llorar a uno de los niños.

—Los míos están todos en la cama y dormidos, así que Carla y yo vamos a pasar un rato juntos. El más pequeño acaba de empezar a ir al jardín de infancia y mi mujer lo echa de menos. Un hombre debe hacer lo que debe hacer para mantener a su esposa contenta, ¿verdad, Justin?

—Eh... sí, claro. Hablamos luego, David.

Y desde cuando a el gran Justin Bieber le tenian que ayudar a levantar las minitas. Bufff… ¡Que ridiculo! Yo estaba laburando pero eso no queria decir que en un par de dias habia perdido el toque.

—Haré que Carla averigüe el teléfono de Amelia para que puedas llamarla.

En sueños pude ser.

—Muy bien.

Tal vez la llamaría cuando el infierno se congelara.

3/10

El Niño Grosero [Novelas de Justin Bieber y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora