___ se inclinó hacia mí con los labios entreabiertos. Su pelo acarició mi mandíbula mientras acercaba el rostro hacia el cuello de mi camisa, lleno de palomitas.
La cálida boca de ____ acarició mi pecho mientras comía las palomitas. Luego alzó la cabeza para mirarme a los ojos. Jadeaba ligeramente.
—Lo que más me gusta es la mantequilla y la sal —susurró.
Volvió a inclinar la cabeza y deslizó la l...engua por la sensibilizada piel de mi pecho. —Uff… ¿Y quien hablo de heladera? —Y me lamió como si fuera un garito dándose un festín de crema. Con cada lametón, yo me ponía más y más duro. Alce una mano, la deslice por su muslo y luego la introduje bajo sus pantalones cortos para acariciar la redondez de su magnífico trasero. Mmmm…si que estaba bien equipada la tia.
La intensidad de mi deseo me sacudió. Quería penetrarla, invadir su cuerpo hasta colmarlo. No podía decirle quién era ni por qué estaba allí, pero podía ser sincero respecto a otra cosa. Tire de ella para que se sentara a horcajadas sobre mí. Me movi de forma insinuante y ella dejó escapar un gritito ahogado al sentir mi erección.
—No me he saltado el postre con Amelia a causa del partido —Le susurre al oido, a la vez que deslizaba una mano bajo su camiseta y exploraba su satinada espalda. Cerre los ojos y apoye la cabeza entre sus pechos—. He vuelto porque ella no eras vos.
—Yo podría haberte aclarado eso antes de que te marcharas. Normalmente hay muy pocas posibilidades de confundirme con una modelo.-susurro mientras acariciaba suavemente mi pelo, haciendo que perdiera mas fuerzas y apoyara la espalda contra el respaldo del sofá.
—En ningún momento he deseado tocarla como te estoy tocando a vos —el calor de la piel de ____ vibró bajo mis dedos. Empece a trazar círculos con los pulgares sobre la parte inferior de su sujetador—. No quería descubrir cómo sabía, ni memorizar su aroma—
No buscaba un rápido revolcón, ni una simple liberación de la necesidad sexual que me oprimía. Eso podría haberlo obtenido con Amelia. Había recibido con toda claridad el mensaje que ella me había transmitido bajo la mesa, apoyando la mano sobre mi muslo. Amelia habría supuesto menos complicaciones y, sin duda, habría pasado un buen rato con ella. Pero no, yo desea a ____. Aquello podría resultar complicado, e incluso poco ético. Había reconocido la caja de Pandora, pero estaba deseando abrirla.
Retire las manos de la cintura de _____ y las crucé sobre su estómago.
—He vuelto porque es a ti a quien deseo.
Una seductora sonrisa curvó los labios de ____.
—Lili va a estar fuera toda la noche... o, al menos, gran parte de ella —se levantó de mi regazo y se puso en pie frente a mí. Y tomó el monitor de la mesa—. Los niños están dormidos.
—¿Tu cuarto o el mío?
—Ninguno.
—¿Entonces?
—Ya verás —Y avanzó hacia la puerta.
Me puse en pie con intención de seguirla, pero me quede petrificado en el sitio contemplando el balanceo de sus caderas. Joder, joder con la tia, me va llevar a la ruina. Ayy…Dios. Sniff…
____ al notar que no iba a su paso se volvió en el umbral y alargó la mano hacia mí.
—¿Vienes o no?
Vaya pregunta, ni que estuviera de camisa de fuerza eso ni se duda. ¡Desde luego que iba! Trate de avanzar con naturalidad, pero caminar en mi estado suponía todo un reto. Ella rió traviesamente, dando a entender a luces que era conocedora de mis padecimientos. Asi que le devolvi la sonrisa y baje la mirada a mis tensos pantalones. Ya iba ver ella que de ese señor no se podia burlar nadie sin pagar las consecuencias. Y más si ella era el premio, pues si me tenía que arrastrar amén por las babosas. Vamos arrastranos para conseguirlo.