Acto 1: Interpretación Majestuosa -Escena 01-

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El azul brillaba sobre el rostro de Lautaro, quien admiraba la túnica que emanaba la grandeza de Massimo. La tomó con ambos brazos y apretó la tela con firmeza mientras dejaba caer sus pensamientos sobre ella. Más de 300 ciclos solares y sigue intacta...El color, la textura, cerró sus ojos y prosiguió, el aroma.

Aquella sensación invadió la incertidumbre de su futuro; sentía una gran responsabilidad sobre su ser en interpretar aquellas hazañas del héroe. Echo una ojeada al director y asintió con la cabeza para después vestirse con la túnica. Revisó por última vez el guión mientras tomaba una taza de Jabe; aquél aroma a flores recién cortadas, hizo saborear sus labios.

Pasó con su dedo aquella hoja translúcida, la acercó, y miró de cercas la escena que dramatizaría:


163 EL HERMANO CAIDO

La Gallet troto hasta la puerta del comandante Kil

SONIDO

Turbinas descendiendo.

Massimo avisa al capitán Yur, señalándole hacia la puerta de la casa. Lo comprende, se dirige hacia el portón, traga saliva y después abre lentamente el picaporte.

YUR

(Desconcertado)

Gira su cabeza hacia Massimo quién mostraba serenidad en su rostro. Señala negando con las manos la ausencia de soldados dentro de la casa.

MASSIMO

Fija su mirada hacia Yur, desenfunda un fusil que abarca todo su pecho y lo apunta a la casa.

SONIDO

Disparos dentro del asentamiento.



Lautaro cerró la hoja y acomodó el cilindro contenedor debajo de sus brazos. Terminó de un sorbo el Jabe y esperó la orden del director.

— ¡Inicien!— dijo a través de un altavoz que ordenaba a las maquinas camarógrafas a proceder de manera automática.

De forma casi inmediata, el ambiente se torno con decenas de luces color miel, consecuentemente tres formas holográficas se duplicaron hasta llegar a un centenar de individuos con rudimentaria similar a la de Lautaro. La superficie lisa con forma perfectamente rectangular y con bordes canela cambiaron abruptamente a un piso desértico, casi tan real como la arena del antiguo Martyr.

El espacio era irrelevante. Aquellas ilusiones, lograban un perfecto engaño a la vista. Realmente pareciese que el lugar era tremendamente largo.

La interpretación dio lugar a un estruendoso aplauso por parte del director seguido de manera forzosa por las maquinas que trabajaban en escena. La zona se despejo de prisa.

—¡Magnifico, Lautaro!—mencionó Johel—. El premio, por fin lo obtendrás—saboreó el ambiente con su vista y dibujó una ligera sonrisa en su rostro.

—Gracias, Johel. Aprecio la confianza—denotó con su voz apaciguada el cansancio de más de medio año trabajando en esta película.

Lautaro asintió con su cabeza, despidiéndose temporalmente.

Johel revisó el vientre de un androide y entendió a Lautaro; el momento de ir por su hijo había llegado.

Dentro del set de filmación se hallaba visualmente vació, a excepción de un par de personas, las pocas que seguían trabajando en el área fílmica de Martyr. El ovalado cuarto del centro se encontraba Johel meditando sobre la edición de las escenas. Cruzó sus piernas con sutileza mirando entrar a Mair, el maquillista del film.

—¡Que bueno que estas aquí!—su sonora voz retumbó la habitación. Haciendo un suave aterrizaje en los sensibles oídos de Johel.

— ¿Algo pasa? –la fruncida frente se retorció mas— Pasa.

Mair sintió aquella calidez en la voz de Johel y mencionó:

—Bueno...— con su mirada buscó un lugar para sentarse para rendirse después y permanecer en pie—, la cuestión es que el androide que me ayudaba... terminó por apagarse hace dos horas. No comprendo el porqué.

Johel meneó su cabeza y miró al hombre—suele pasar—echo una carcajada—. Se me había olvidado que ingresaste hace poco y no te explique eso— se puso de pie y tomó en sus manos una diminuta cápsula para después entregársela a Mair—. Son de una generación pasada, aún necesitan estas baterías. Son los únicos que persisten en trabajar aquí, creo que me comprendes. Sustitúyelas. Van debajo del hombro izquierdo.

Mair miró al objeto— ¿Una batería? Bien, enseguida lo haré. Se lo agradezco—el maquillista sintió un alivio en su cuerpo. Introdujo al bolsillo la cápsula y secó el sudor de su frente.

Siendo que en un Martyriano de clase beta tienden a mostrar el color azul con más nitidez ante situaciones preocupantes; esperó a volver a la normalidad para proceder con la sustitución de la batería.


ODISEA ÁNIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora