ODISEA ÁNIMA

Acto 4: Laurel en la presentación -Escena 01-

Jóvenes expositores pasaban enfrente de un umbral de luces que enfocaban su seguridad al hablar ante cientos de personas, delante de ellos había una pequeña mesa con dispositivos que iban calculando y verificando la información que exponían, siendo de ayuda a los jueces, que la revisaban constantemente, asintian con sus cabezas y dejaban que el siguiente pasara. La tensión de conocer aquellos resultados hormigueaba la mente de los expositores, era un mártir la espera, sus ojos brincaban de un lado a otro buscando algo mejor que pensar, hacer y ver.

El turno de Tavin y Milan tocó. Llevaban un vestido grande, apenas descubriendo sus tobillos. El color blanco denotoba el color de sus pieles; un sombrero se empotraba en sus cabezas adornado de distintos símbolos y piedras hermosas, definitivamente mostraba seguridad... Era la intención.

Distintas imágenes acompañadas de la narración de los jóvenes aparecían en una larga lona frente a ellos. Tomaron un tema sobre la importancia de los minerales con los microbios en la atmósfera de Martyr, tema un tanto complejo para una presentación. Tavin hablaba mientras Milan parecía tragar saliva cuando su vista barría los presentes del público, sudó un poco al ver directamente a Thiyya.

Kella se encontraba entre la multitud, tenía una razón para asistir: Thiyya. Quería ver como lidiaba con la difícil decisión de elegir a un joven que representara la ciencia del nuevo año en curso. Aquella mujer era sumamente seria y enfocada cuando miraba cada cuadro de los expositores, parecía estar en trance.

La exposición llevaba un tiempo considerable desde su comienzo. Tavin buscó alrededor con su vista... No encontraba ningún rastro de su padre. Volvió a revisar y en la puerta de entrada se manifestó, parecía cansado. Algunas personas decidieron tomar en cuenta la presencia de un actor dentro de este tipo de eventos. Otros simplemente pasaron de él. Lautaro firmó a una decena de personas. Pidió disculpas a su hijo con un gesto de media sonrisa. Las personas volvieron a su lugar dejando el andar del actor tranquilamente, buscó su asiento y animó con la vista a su hijo. Tavin se sintió feliz.

El momento de la crítica había llegado. Un hombre de densa barba cuestinó la calidad de la presentación y la vestimenta de los jóvenes.

—Bueno no es tan malo— murmuró Milan.

Thiyya fue directa, sencillamente no le gustó para nada la información, se preguntó si había veracidad, sus fuentes, y su conclusión fue lo peor. Estas palabras dolieron a los jóvenes. Lautaro arrugó su frente, pasó de un color suave en su piel a uno que mezclaba un café a medio mezclar con el azul. Se enfureció al escucharla. A pesar de eso Lautaro gritó que fue excelente. Tavin sonrió un poco.

Tenían que esperar los resultados finales. Tavin y Milan detrás de escena se encontraban con un rostro apagado.

Las voces fuertes hechascon un amplificador salieron de un robot presentador. Tavin se marchó enseguidaal escuchar el ganador. Milan lo acompañó.