Acto 15: El anuncio -Escena 01-

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Los seguidores del mensajero Perendia, se mantenían frios, dirigiéndose a sus correspondientes puestos. El campo salvaguardor del conocimiento militar estaba pendiente, frente al palacio de la capital, en aquel negro edificio. Por otro lado, los científicos acariciados por la curiosidad; tendidos en su larga habitación, adornada con admirables figuras de humanos desnudos.

Gjon, acomodándose el cuello de su camisa, recorría con su vista en el espejo su atuendo: una chaqueta oscura sintetica, abierta mostrando la camisa azul de brillo hermoso; un pantalón marrón, de bolsillos grandes.

Paralelamente, los seguidores ejercían sus funciones habituales, acondicionados por la visita próxima.

Ardit, el más joven estaba cercas de unirse a la multitud de personas en suspense, en el lugar para el aterrizaje.

No sobresalía demasiado con el atuendo; verdoso y visiblemente pesado. Su redonda y calva cabeza, sus anchos ojos y grisis; labios pequeños y una nariz achicada, de una piel lisa y jovial.

A su costado, había dos miembros más de los seguidores, asintiéndole.

Se habían mezclado en el lado extremo de la multitud, callados y de brazos cruzados.

Hoy, que ha sido proclamado por el líder Gjon, como un día de suma importancia para nuestra humanidad... Recae cierto peso en como tome adecuadamente las decisiones o mejor dicho, como ejecute las ordenes. No siento demasiados nervios; quizás sea miedo. ¿Pero específicamente a que? O ¿a quien? Jamás les he visto, pensó Ardit y continúo ¿Qué les separara de Perendia?

Sin mover sus labios, en su mente, entabló comunicación con Gjon.

—Líder Gjon. Posiblemente, al preguntarle lo siguiente, crea que tenga poca convicción y resolución—giró su cabeza, miró a sus compañeros, luego se alejo, se disperso entre la multitud—. ¿En verdad que será latente una amenaza? ¿Usted lo cree asi?—se detuvo frente a una señora de avanzada edad, de algunos doscientos años, sonriéndole. Ardit le regresó la sonrisa y paso por un lado, continuando—. Creer en la necesidad de utilizar algun medio inaudito... Bien líder Gjon, parece que nosotros nos convirtiriamos en una amenaza. Pero es, únicamente mi punto de vista. No pretendo una postura contraria a la cual he creido, solo que estando aquí, ahora, esperando la llegada...

—Un válido punto de vista Ardit. Sin embargo, las decisiones que concluyen en ciertas consecuencias; extendidas en nuestra psique. Nosotros, sabemos valorar tal concepto. Ardit, has sido medianamente testigo del avance humano. No estoy para juzgar la elección de Perendia sobre ti. Puedo entender tu inquetud a cierto grado. ¿Qué pasaría si estos seres fueran iguales o similares a Perendia, con respecto a sus ideas?—se escuchó un sonido seco al otro lado. Gjon suspiró levemente—Entonces, subsecuente a la intriga, cavilaríamos sobre como proseguir; si arrojaríamos nuestra admiración hacia ellos en honor a Perendia o continuaramos firmes ante la postura que habíamos proclamada como inquebrantable.

Adirt, quieto con sus ojos barriendo el cielo, asintia para si mismo. Lamentaba, aunque fuera minúsculo, generar alguna duda sobre las biatificas instrucciones de Perendia. Finalmente, eran unas, que habían ayudado a construir los pilares más fuertes de la actual sociedad humana.

El joven rascó su cuello, y estiró su mirada hacia las nubes que se esparcían dando lugar a una nave brillante y lujosa.

Los altos alienígenos bajaron con misteriosos rostros. Oh, y estos, al final eran parte de nuestra difícil decisión, se rió para dentro, visiblemente aparentan una minima razón para considerarles una amenaza. Tal vez, estuvimos mal durante un buen periodo... escudándonos en la razón, dándole lógica a nuestra concepción de nuestra naturaleza. Y si, fue acertivo, ¿pero ahora? Ellos están ahí, parados, con su adherido traje, expectantes y curiosos por nuestra raza. Aún asi, ¿acaso, en la antigüedad, no hacían lo mismo los colonizadores?, jugaban con la mente de los nativos, haciéndoles creer que existía la preciada confianza. Y después ¿qué?

ODISEA ÁNIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora