Acto 8: Un momento adecuado para negociar -Escena 01-

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La madera del porton rechinó, el gris cabello con tintes blancos mantenía una rebeldía; los ojos de Joss mostraban algo de cansancio. Siendo un momento, no del más correcto, sonrió y dejo pasar a Lautaro. Ofreció tomar asiento en un atercipelado sillón, con un descansabrazos sublime, acogedor que dejaba una vista hacia un reposo momentaneo. Joss, cubrió su espalda con un abrigo, el frio estaba impaciente por dejar desprovisto del calor al hombre.

— ¿Algo de tomar?

— ¿Aún conservas el Jaden? Con este frio sería lo mejor.

—Creo que por ahí se esconde...—agachó su cuerpo, hurgó por un mueble en su interior y sacó una alargada botella de acero cromado, el líquido se balanceaba por sus paredes. Lo destapó y un olor a frutos se desprendía. Lo sirvió en dos vasos, tomó un sorbo y entregó el otro a Lautaro.

—Extrañaba el sabor Joss, eres un salvador—rió.

—Ya me conoces Lautaro. En verdad estoy encantado con que vinieras. Me hacia falta hablar con alguien, ya me encontraba en un limbo entre mis conversaciones personales. Pero no quiero hablar de mí—se enderezó, mostró dos de sus seis dedos, agitó su mano—. Vamos, levantate. Pienso felicitarte por adelantado, el film fue de un agrado increíble, estoy seguro que al fin recibiras en tus brazos el premio. El público te elegirá.

Lautaro quedó halagado, no supó que hacer con sus manos, después respondió de igual manera y ambos cruzaron sus dedos. El líder había reconocido el esfuerzo, el desempeño que requirió interpretar a un héroe del pasado.

—Vaya. Muchas gracias—se volvió a sentar, dio el último trago, inhaló y dejo pasar una pausa reconfortante, subió a su mente a sonreir, después se incorporó al recordar el propósito de su visita—. ¿Qué ha pasado?

—He estado revisando una inmensa cantidad de cuestiones: La fabricación de las aeronaves, los pilotos y de quienes se encargaran de las relaciones con los humanos—suspiró.

—Pero, ¿acaso los embajadores no cumplen con el doble de requisitos?, son pilotos y profesionales en el ámbito de relaciones.

Joss se inclinó, apretó sus manos.

—Los embajadores están demasiado ocupados; han estado presionados, por mantener un vínculo afable. He estado de un lado a otro para ir llenando esos huecos. Además de la responsabilidad que tengo con Martyr—soltó su cuerpo y sintió un dolor en sus hombros. Un gran peso en ellos—. No ha pasado mucho. Necesite de gran esfuerzo para tener al embajador Talim como líder de la misión.

Lautaro escuchó con religiosa atención. Empatizó.

—Veo que te estas consumiendo en esto—se detuvó, miró la superficie. Se enfrascó en sus pensamientos, en su difunta mujer, en Tavin—. Joss, ¿existe la posibiliad de poder embarcarme en esta misión? Haría lo que fuera necesario.

A Joss le comenzó a doler sus sienes, un mar de incognitas atravesaron las olas de su mente.

—Lamento decirte esto, matar tus ilusiones, no obstante necesito un personal calificado. No, no quiero decir que tus razones no sean suficientes—se levantó, caminó hacia Lautaro, después le dio la espalda y continuó hacia un pequeño mueble, se recargó en el—. Pero, para calificar necesitarías contar con la aprobación de un embajador, minimo al rango primerizo. Un sustituto. Intentare que uno de ellos, pueda ayudarme. Si calificas, bien. Si no, bien también. ¿Me entiendes, verdad? Deben estar preparados.

—Oh, ¿en verdad? —removió su alegría mientras contemplaba la idea de partir en solitario—. No quiero sonar demasido oportunista, ¿qué podría hacer Tavin, hay algo que le haga venir conmigo, en dado caso que sea aprobado? Con Tania, nos fue imposible viajar más alla. Se que en Tavin persistió la idea de alguna vez visitar el exterior. Y creo que es una excelente ocasión para hacerlo.

Joss talló sus cejas, miró en su mente, los factores que aún se tenian que verificar. Pensó un momento.

—Si el embajador te aprobara. Tavin, necesitaría presentarse igualmente. Ingresaría como auxiliar de sustituto. No haría mucho, solo obedecer las pequeñas órdenes. Sin embargo, advierto que, actualmente no se ve un auxiliar. Ya no es necesario. Podría ser problemático, y el embajador cuestionaría eso. Yo no puedo hacer nada más. Me encargaré de ver la disponibilidad de alguno y por medio de una llamada, estará con nosotros.

—Es más que suficiente. Por favor, hagámoslo.

ODISEA ÁNIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora