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Talim delante de la tripulación de la Trellium se hallaba preparándose para el anuncio. Las luces que salian de la oscuridad, en alguna parte que Lautaro no pudo identificar. Sonrió y luego miró los rostros de admiración de los humanos.
— ¿Qué te ha parecido la Tierra, hijo?
Tavin, algo mudo, con un rostro infundía alegría, contestó:
—Todo esto... Es más de lo que esperaba—pareció recordar algo y miró hacia una distancia donde un ser humano se hallaba—. Conocer a un humano, hablar con el y que nos mostrara su cultura sin miedo. Ademas de lo peculiar que es la Tierra, tiene su encanto— echo una risita.
—Shhh—dijo Kella, con una avergonzada mirada. Sonrió nerviosamente a los demás Martyrianos.
Bashkim, escuchando todo, cerró un ojo y entre abrió otro mirando a Tavin. En un tono medio serio le mencionó:
—Su encanto en verdad—terminó por soltar una risa un poco mas aguda que Tavin.
Lautaro desconcertado, no comprendía lo gracioso del asunto. Kella le susurró lo siguiente:
—Vaya que siempre sueles estar distraído. No es mas que una referencia a la Tierra misma, que es distinta, mejor de lo que uno se imaginaria... Después de lo que pasamos.
—Ya veo—repuso el para luego sonreír.
Talim estaba en posición. Y comenzó a anunciar.
La tripulación se enmudeció enseguida. Esperaron a Talim.
Miraron la reacción del ser humano. La nula satisfacción que esperaban. Tavin murmuró a Kella:
— ¿Nosotros habíamos reaccionado igual?
—Muy parecido. La diferencia que no paso mucho tiempo, hasta adaptarnos al cambio y habituarnos a las ideas que nos mencionaron.
—Se acostumbraran, Tavin. Formará parte de ellos en poco tiempo, adoptaran esta forma de vida que le propusimos. Estaremos conectados. Y lo mas importante— Bashkim sonrió, y el susurro se interrumpió por la ultima palabra. Se silencio asimismo y prosiguió— no volverán a estar solos.
—Oh, si, eso les alegrara—dijo Tavin.
Talim se les acercó, sonriente y con un ademan con su cabeza les saludo de nuevo. Se unió a la larga fila de exploradores Martyrianos. Estaba innegablemente turbado, esperando que los líderes avanzaran y prosiguieran, a tranquilizar a la población. No obstante, se encontraban en un estado similar a los demás humanos. Talim, consciente de que el anuncio era su última intervención directa con la humanidad; tenía que verificar que los ciudadanos estuvieran más tranquilos, pero a decir verdad, apenas conocía el funcionamiento de la mente humana.
Hubo silencio, la gente comenzaba hablar entre ellos, cuestionándose. Los líderes avanzaron hacia adelante. Los cinco, cedieron uno a uno la voz. Proclamaron que la calma era vital, para pensar con claridad. Para digerir con más objetividad la información.
Un sonido chillante sono a la lejanía, las aves salieron del horizonte, asustadas. Los líderes se miraron entre si. Gruñirse.
—La activaste, tú. ¿Por qué razón?—sostuvo Horij sus lágrimas, mirando con enojo a Demar— Si estábamos iendo por un buen camino. Que lamentable— terminó impontente, alejándose de sus compañeros.
La gente comenzó a moverse en orden hacia un camino a sus espaldas, conduciéndoles a un subterráneo.
Los Martyrianos no entendían. Los líderes se adentraron al palacio. Horij puso su mano sobre el antebrazo de Talim, y susurró:
—Lo sentimos.
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ODISEA ÁNIMA
Science FictionEn 1977 las Voyager salieron de nuestro planeta en busca de tener contacto con una civilización extraterrestre. En el 2013 la Voyager 1, partió de nuestro sistema solar, con esperanza de satisfacer nuestra singular y triste soledad en el vasto cosmo...