Acto 13: Voraz cumplimiento y sensible catarsis -Escena 05-

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La tripulación de la Trellium se había arrellanado en su transporte exclusivamente para llevarlos hacia la capital. Les era posible vislumbrar un centenar de manojos de plantas puestas en sincronía por la misma natuzaleza, las tonalidades de los colores lucían mucho más brillantes de lo que se imaginaban. Quizá debido al ojo Martyriano. Habían avisado el hecho de los demás equipos, llevaban una delantera, a punto de arribar al punto de encuentro. Sentían algo de vergüenza por ser los últimos y del mayor retraso.

Besnik, quien tenía adelante suyo a Talim. Sentía curiosidad e igual forma se sentía pusilánime comparado con el alienígena de gran altura. Además, de lo bien sabido de su corta estatura, era devastador ver a alguien mucho más alto de lo habitual. Esperaba que alguien, ya fuese Julian o el mismo Talim hablaran. El creía que era muy posible, que se estuvieran guardando lo mejor para el comunicado público. A que si, capaz y existe una razón como una vida alienígena poco amigable, y a lo mucho ni amigos tuviesen pensó comicamente.

Se aventuró sin más y decidió preguntar:

—<< Lamento molestarlo, Talim... >>

Antes de terminar, el embajador con amabilidad contestó:

–No hay problema. Dime.

—<< ¿Cómo estuvo su viaje? ¿Que grandiosos espectáculos pudieron observar por el espacio?>>

Julian con desencanto y nervios ante la repentina implicación en una relación apenas comenzada de Besnik; espero que el alienígena respondiera para cortar la comunicación y que llegaran a una ofensa potencial.

—Muy grato. El extenso universo; mostró de nuevo la indudable razón de lo hermoso que es. La complejidad efectuada en el diseño de este, es sencillamente digno de admirar. Es una pena que aún, no hayan desarrollado la tecnología para ir más allá...—respondió parcialmente, deteniéndose ante una revelación innecesaria.

Besnik asintió. Miró el delgado casco que llevaban puesto, su reflejo lo hacia verse regordete pero comico. Su teñido craneo en la parte lateral de color gris, su moreno rostro, sus delgados labios y ojos pequeños se exageraban sobre esa vista. Le sonrio larga y abiertamente.

Julian como si tratase de urgencia, intervinó:

—<< Mis mas sinceras disculpas, líder Talim >>— pronunció con cortesía.

—No hay una razón de porque preocuparse, representate Julian—mencionó con afabilidad. Con agrado, se dirigió a Besnik—. Siendo que has preguntado algo, y por continuar con esta comunicación, quisiera, si me lo permites, preguntar específicamente algo.

Besnik afirmó con un claro.

—Al ser Julian el representate de las naciones y contar con cierta vestimenta. ¿Qué sería lo que figuras en las naciones?

—<< No mas que un simple historiador >>—respondió con agudeza. Vamos, con calma Besnik, que si cometes un grave error... Pensó para si mismo—<<. Pero el papel principal es el hecho de que formo parte de una descendecia proclamada de importancia dentro de nuestra cultura >>—se detuvo. No estaba seguro de si había contestado adecuadamente. Era un incómodo momento; el tener que entablar una conversación, cuidando de lo que se proncunicaba. Talim, comprendió y decidió agredecerle por intentar contestar de forma, que pusiera esta relación de mayor importancia que la del pasado del historiador; incluso, teniendo en cuenta la perplejidad de la cultura del ser humano actual. Estaba plenamente seguro de un mejor momento. Decidieron permanecer calmados y esperar por una conveniente oportunidad.

El trasporte pareció detenerse en un crujido agudo. Una puerta de un obscuro color se levantó automáticamente y desapareció dentro de un agujero lateral del vehiculo. Talim y su tripulación bajaron con demasiada cautela. Observaron a su alrededor y aparentaba que se encontraban en la capital; dilatadas estructuras con doradas matices en la cúpula superior, con unas líneas naranjas difusas bajaban de ella hasta tocar la puerta principal hacia la entrada de un amplio palacio. Delante suyo, edificios grises y negros, con encuadradas figuras y simbolos con arcaicos azulejos en la base; añadiendo unas vistosas y luminosas imágenes que centelleban en la parte del medio. Una imagen solamente con imitación de movimiento de las naves de los Martyrianos. Mientras caminaban por un liso, bello y cálido piso con bordes pastosos de un color fuego; a un costado de aquel palacio principal, un amplio jardín de un vivo violeta se abalanceaban de un lado a otro, presumiendo la fértil tierra. Al acercarse a la entrada principal, poco a poco divisaban una enorme multitud de seres humanos, silenciosos pero unos rostros llenos de alegría e inusitadas sonrisas. Distintos a los que acompañaron su arribo. 

ODISEA ÁNIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora