Luego de un almuerzo tranquilo mi padre anuncia que es momento de irnos. La mujer de ayer, Sharline no está aquí, pero si lo están un equipo de veinte nephilim de la orden de miguel. Todos son subordinados de mi tío Rubén.
Aurora se pone muy feliz cuando lo ve, Rubén nos trata con una familiaridad increíble. Parece as nuestro amigo que nuestro tío. No puedo dejar de reír con sus ocurrencias, casi he olvidado como dejar de sonreír.
Mi madre anuncia que mi hermana está lo suficientemente bien para viajar hasta el palacio de los mil cristales. Banyan no aparece hasta que Scarlet, luego de una emotiva despedida con Aurora, se va. El ángel parece afectado y está más serio que nunca.
El y Kamel hacen un dueto de lo más dispar. Mientras Banyan luce decidido e inmortal, Kamel tiene todo el aire jovial de un chico feliz. No se separa de Aurora en todo momento, incluso cuando los caballos llegan para llevarnos hasta nuestro nuevo hogar, parece reacio a emprender el vuelo.
Lady Jade nos ayuda a mi hermana y a mí a cubrirnos la cabeza con pañuelos de seda.
—no podeos arriesgarnos —dice mi madre —, no otra vez.
Cuando estamos listas, nos dividimos en grupos y montamos los caballos. Aurora se va con mi madre y mis tíos mientras yo avanzo junto a mi padre y mi hermano. Nos siguen los subordinados de mi tío, atentos a cualquier situación.
—¿viven en el palacio? —pregunto a mi padre en un momento de la cabalgata. El sonríe.
—no, tenemos una casa en la ciudad y otra cerca de las montañas. Aunque ahora somos Astra y yo, Dante también viene a quedarse algunos días... cuando no está en la biblioteca con sus primos.
—¿Cuántos primos tengo? —pregunto.
—cinco, la mayoría pasa su tiempo fuera de la ciudad.
—¿tengo abuelos?
—de parte mía abuelo y abuela, de tu madre solo te queda una abuela. Tu abuelo materno murió hace años en una misión, es por eso que no le caigo muy bien a mi suegra.
—se preocupa por ti...
—se preocupa por su hija —suspira —. La entiendo de cierta manera, su marido murió en la misma profesión que yo. No quiere que su hija menor sufra.
—¿Cuándo conoceré a los demás?
Él se ríe por mi entusiasmo llamando la atención de quienes nos rodean.
—las hermanas de tu madre trabajan en el palacio, pero Jade y mis otros dos hermanos casi nunca están en Angelorum. Solo Phil trabaja en la sala de justicia.
Eso me entusiasma, tendré oportunidad de conocer al resto de mi familia. Parece ser numerosa y me hace preguntarme si eso será normal entre los inmortales.
Llegamos a una enorme plaza abarrotada de gente. La mayoría son nephilim, todos fácilmente reconocibles por su aspecto humano atemporal. Van de un lado a otro con cierta prisa, son pocos los que parecen estar simplemente dando un paseo.
Muchos se detienen a saludar a mi madre, ella les sonríe amigablemente, mi padre me incita a tapar mi rostro de los curiosos.
Al final de la plaza un enorme edifico estilo romano con enormes columnas sosteniendo un alto balcón. Todo el edificio parece estar hecho de cristales de todos los colores posibles, es como si un arcoíris hubiera caído en la inmensa estructura. No detenemos en el pie de una escalinata amplia donde nos espera una fila de nephilim uniformados.
Uno de los soldados me ayuda a bajar del caballo y me lleva rápidamente por las escaleras hasta el interior del edificio. Apenas si noto cuando pasamos las enormes y pesadas puertas. Nos guían rápidamente por uno de los pasillos hasta un pequeño saloncito.
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Hija de tormenta
FantasyAurora tiene una hermana, su gemela, aquella que según le han dicho quiere hacerle daño. Kalliope pasa de ser una joven huérfana a tener aquello que siempre ha anhelado y temido. Libertad. Pero pronto aprenderá que la libertad tiene un precio y debe...