Capítulo 13

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Al llegar a la casa, Banyan me recibe en la sala. esta frente a una bandeja de panecillos y los mira extrañado. Me acerco a su lado.

—¿Qué haces? —le pregunto

—Godam dijo que eran panecillos sorpresa —dice el —, pero se ven igual que todos.

—debes probarlos, supongo que ahí está la sorpresa —digo. Entonces el voltea a verme con una ceja alzada.

—¿estás bien?

—si ¿Por?

—te ves... alegre

—¿Por qué no estarlo? —murmuro —. Mis hermanos están conmigo, tú también y Lucy parece empeñada con eso de las protecciones. Además, pronto viviré con mis padres.

Pero en vez que mis palabras lo tranquilicen, solo lo ponen más confuso. Da la impresión que va a alterarse y hacer más preguntas. Sin embargo, justo cuando abre la boca, mi hermana aparece como un tornado por las escaleras, me toma del brazo y me guía arriba.

—¡ya era hora que volvieras! ¡Banyan sube los pastelillos! —grita mientras me lleva arriba

Yo no comprendo que sucede hasta que Aurora llega a mi cuarto y cierra la puerta.

—te vi la cara de amor desde aquí —me acusa. Sonríe picara —. ¿Qué paso allá?

—nada... solo... hablamos —titubeo.

Ella no me cree, lo veo en sus ojos. Pienso que lo dejara, pero al parecer, ese no es su estilo.

—no me digas eso, no tengo ni un pelo de tonta —dice aun con su sonrisa —. He visto esa cara antes; los ojos brillantes, la sonrisa permanente y fácil, la mirada que se pierde por momentos. ¡quiero detalles!

Me ruborizo. De pronto el calor sube a mi rostro sin control. Pienso en Gustav, en su cara de sorpresa, su gesto nervioso, su cercanía...

—estaba sorprendido de verme —murmuro en voz más baja de lo normal. Tengo miedo que alguien más escuche. Confío en Aurora, ella guardara el secreto —, me invito a pasar a su casa y... hablamos. ¡oh! —me cubro la cara con las manos —. Se puso nervioso cuando me fui.

—el gustas —dice Aurora — y a tú te gusta el.

—me dijo guapa —susurro —. Cree que soy guapa.

—¡ja! Eso lo confirma todo —exclama ella. Parece muy emocionada —. Te estas enamorando.

—no... el solo es mi amigo, Aurora.

Ella se ríe de mi e insiste por un buen rato.

¿estoy enamorada de Gus? Nunca me había enamorado, solo he leído sobre el amor. Es increíble que sea así. Esas mariposas en el estómago, cuando se acelera tu respiración, la confianza especial...

—el primer paso es admitirlo —murmura mi hermana cómplice.

—nunca me he enamorado —le confío —, pero he leído novelas.

—las novelas solo son fantasía —asegura Aurora —. Vamos a ver ¿Qué sientes cuando lo ves?

—me cuesta mirarlo a los ojos, es que son tan extraños. Me llaman la atención —rio nerviosa —. Me muero de nervios cada vez que lo tengo frente. ¿y si hago algo mal? ¿y si lo espanto?

—te lo repito —me abraza —, créeme, he visto a m i amigo decirme lo mismo de las chicas con las que sale.

Pasamos las siguientes dos horas charlando y arreglándonos. Banyan nos sube bocadillos y Dante viene a ver cómo estamos. Mi hermana y yo hemos decidido no contar nada de la fiesta. Aurora tiene miedo que Kamel llegue y la encarcele en la casa. Es nuestro secreto y así nos evitamos preguntas incomodas.

Hija de tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora