Steady Love

XXVI

La sorpresa de Viktor se reflejó en su rostro y en esos expresivos ojos marinos que estaban completamente abiertos, fijos en el anciano frente a él que terminaba de beber su vodka.

Estaba realmente confundido, no sabía si el viejo hablaba en serio o se estaba riendo de él. Bebió el contenido de su vaso, sacudiendo la cabeza al sentir el fuerte sabor del alcohol contra su paladar. ¿Acaso Nikolai ya estaba ebrio?, no, imposible, apenas había bebido una cantidad mínima de alcohol, y estaba seguro que para hacer tambalear a alguien como Nikolai se necesitarían unas cuantas botellas.

Permaneció en silencio mientras presionaba con fuerza el vaso vacío entre sus manos, hasta que escuchó un ronco carraspeo que llamó inmediatamente su atención. Nikolai le enseñaba su vaso y con la mirada apuntaba la botella de vodka que reposaba en la mesita de centro, señal que Viktor captó y rápidamente le sirvió un poco más casi hasta la mitad.

Seguía sin comprender las verdaderas intenciones del anciano, por lo que decidió romper el incómodo silencio de una vez.

– Nikolai... ¿Esto es una broma?– Preguntó, riendo nervioso.–

– ¿Broma? –Arqueó una ceja, ofendido– ¿Crees que sería capaz de bromear con un asunto así?, estamos hablando de Yuratchka.–

– Lo sé, pero no logro entenderte... Dices que no me quieres ver cerca de Yuri y luego me dices que quieres que me quede a su lado, ¿no crees que eso confundiría a cualquiera?–

– Empecemos de nuevo – Bebió un poco de su trago para continuar – Es verdad que en un principio no quería verte cerca de mi nieto luego de enterarme de todo lo que ustedes dos me habían estado ocultando.–

– No es que lo estuviéramos ocultando...–

– Lo hicieron – Refutó mirándolo con indignación, logrando colocar nervioso al dueño de casa nuevamente – Yuratchka posaba desnudo para ti, cosa que jamás se me fue informada y que por supuesto no habría aceptado. –

– Nikolai...–

– No me interrumpas – Lo mandó a callar – Ustedes mantenían una relación a mis espaldas con la excusa de que sólo era trabajo. Se me hacía raro que Yuri viniera tan seguido a tu casa, pero al verlo tan contento no quise decir nada... En serio pensé que se estaba divirtiendo con el asunto de la pintura, pero era otra cosa lo que él venía a hacer aquí.–

La mirada acusadora del anciano era insoportable, tanto que el albino tuvo que bajar la suya, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Prácticamente lo tenía contra la pared, el viejo sospechaba y el artista sabía perfectamente a lo que se refería. Viktor tragó saliva, teniendo como única opción mentir, ¿cómo decirle que no solo habían compartido besos y etéreas caricias?, ¿cómo reaccionaría si se enteraba de que en ese mismo sofá donde estaba sentado habían hecho el amor y pasado su última noche juntos?, sería asesinado ahí mismo y nadie encontraría su cuerpo, estaba seguro que el anciano se encargaría de hacerlo desaparecer.

– Nikolai, no sé en qué estarás pensando... –

– Por favor Viktor, ambos sabemos a qué me refiero... Mi nieto se desnudaba para ti, ¿cómo sé si no te aprovechaste de eso?, te metería a la cárcel de inmediato... agradece que Yuratchka intervino esa vez porque ahora estarías tras las rejas por estar con un menor de edad – Gruñó apretando con fuerza el vaso entre sus manos.–

– ¡Yo jamás le haría algo a Yuri sin su consentimiento!– Fue su respuesta inmediata siendo cuidadoso con sus palabras, estaba bajo la atenta mirada del adulto mayor, un paso en falso y sería hombre muerto – Nunca haría algo que dañara a Yuri, porque lo amo. –