XIII

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Ambos rusos quedaron en silencio luego de aquella confesión que por tanto tiempo estuvo esperando su turno para salir de los temblorosos labios del menor. Viktor lo miraba fijamente con una expresión de enorme sorpresa, mientras Yuri lo miraba con determinación y las mejillas sonrojadas.

- ¿Qué dijiste? - Preguntó el adulto arqueando una ceja mientras sus brillantes ojos azules no apartaban la mirada del rostro contrario. -

- Ahh... ¡N-no quería llamarte idiota! - Se percató de su error, sintiéndose terrible por haber utilizado esa palabra con el albino, su lengua lo traicionó y mostró ese mal hábito suyo de usar insultos cuando se encontraba en situaciones que lo alteraban y su nivel de razonamiento era casi nulo - No quería insultarte... -

- Dilo de nuevo... - Dijo Viktor aún con sus enormes ojos llenos de sorpresa sin quitarle la vista de encima al rostro contrario. -

- ¿Ah? - El rubio lo miró confundido, ladeando ligeramente la cabeza - No quería insultarte...-

- No, no... Antes de eso - Lo interrumpió. -

- Eeemm...¿Idiota? - Se encogió de hombros frunciendo el ceño con inseguridad. -

- Casi - Rió divertido al ver la confusa expresión en el rostro del más joven, completamente enternecido. -

- Oh... - Su cara comenzó a calentarse cuando comprendió lo que Viktor quería volver a escuchar - Me gustas. -

- Eso es - Una sonrisa llena de alivio se apoderó de sus labios mientras quitaba la bufanda del cuello contrario, dejándola caer al suelo - Eso es exactamente lo que quería escuchar - Sus brazos no tardaron en rodear el cuerpo del más joven, hundiendo el rostro en el cuello por fin expuesto. -

El cuerpo de Yuri se tensó y no pudo evitar que su corazón comenzara una loca carrera al sentir el tibio aliento del mayor contra la piel de su cuello. Quería decir algo pero estaba demasiado avergonzado, esas últimas palabras de Viktor lo habían aturdido, fue una flecha directo al pecho que atravesó su corazón, sintiéndose débil e indefenso . La sonrisa que le había entregado antes fue simplemente hermosa y llena de emoción, como si de verdad hubiera estado esperando esas palabras todo este tiempo. El rubio tragó saliva nervioso, llevando ambas manos hacia los cabellos plateados del mayor, acariciándolos con cariño.

- Era... ¿Era lo que quería escuchar? - Cuestionó Yuri ansioso por mirarlo a la cara. -

Viktor se apartó por fin regalándole otra encantadora sonrisa, una que terminó por derretir el corazón del menor. Las manos del artista bajaron hasta la cintura foránea, acomodándose con sutileza, se acercó a esos rosáceos labios, queriendo responder a su pregunta con un dulce beso. Yuri cerró los ojos degustando el sabor de los belfos contrarios. El contacto de labios no duró mucho, pero fue suficiente para que ambos rusos suspiraran ante tan placentera sensación que les provocaba ese tranquilo beso. El rubio se acomodó mejor sobre el regazo de Viktor, pasando sus brazos por encima de sus hombros, uniendo su frente con la ajena hasta que sus preciosas esmeraldas se sumergieron en la profunda mirada del albino.

- Me di cuenta de que ya no podía seguir ocultando mis sentimientos...- Dijo luego de un rato el ruso más joven - No luego de ver a esa serpiente en tu puerta actuando de forma tan atrevida contigo, nunca me había sentido tan enojado, era como si lava corriera por mis venas quemándose por dentro... -

- Eso son celos, y sé perfectamente cómo se sienten...- Agregó echando el cuerpo hacia atrás hasta apoyarse en el respaldo del sofá. Yuri se fue con hasta quedar recostado sobre su pecho, apoyando un costado del rostro justo sobre el corazón del albino, escuchando con claridad sus latidos, acelerados igual que los suyos. -

Steady LoveWhere stories live. Discover now