Yuri se encontraba de pie, quieto sin mover un solo músculo sumergido en la completa oscuridad. Sus ojos estaban vendados, privados de todo estímulo luminoso, y aunque intentaba ver a través de la tela le fue imposible, rindiéndose, esperando recibir alguna explicación por parte del artista que se mantenía en silencio; lo único que escuchaba era el sonido sus pasos y de cómo movía algunas cosas. Antes de quedar ciego, el albino le dijo que no se sacara la venda por ningún motivo, que todo era parte de su plan para ayudarle a erotizar su cuerpo, aunque aún no entendía que tenía que ver los ojos vendados en todo el asunto.
Le había mencionado algo sobre los cuerpos pintados, y aunque no conocía la técnica en sí, el nombre ya le daba una idea de lo que iba.
- Viktor... ¿Cuánto tiempo debo estar con los ojos vendados? - Preguntó palpando sus ojos por encima de la venda. -
- Tranquilo gatito - Hablaba con una voz suave y calmada - Termino esto y en seguida iré a atenderte. -
Estuvo a punto de protestar por el apodo, pero decidió no hacerlo cuando se dio cuenta de que no le hacía enojar como cuando Mila lo utilizaba, reclamándole que él no era un pequeño felino. Escuchar al albino llamándolo de ese modo no lo enojó ni mucho menos sintió deseos de oponerse, claro que le daba vergüenza ser comparado con un gatito, pero si era Viktor quien lo hacía le daba igual, de hecho le gustaba y mucho.
Viktor terminó de preparar los materiales que utilizaría con Yuri sobre una mesa plegable a escasos metros del más joven. Se aproximó a su modelo y con una ladina sonrisa comenzó a acariciarlo por encima de la ropa, poniendo énfasis en las marcadas curvas, deteniendo la travesía al llegar a los huesos de la cadera.
- De aquí en adelante deja que mis manos hagan todo el trabajo - Dijo casi en un susurro que hizo temblar al rubio - Tú sólo relájate y enfócate en sentir. -
Lentamente las aventureras manos volvieron a la acción, comenzando a despojarlo de sus ropas, pidiéndole que alzara los brazos para retirar la prenda superior con cuidado para no pasar a llevar la venda de los ojos. El menor se sobresalto ante tan atrevido acto pero no dijo nada ni tampoco opuso resistencia, simplemente dejó que esas grandes manos lo desnudaran con astucia.
Los ojos marinos del peliplata recorrieron el torso desnudo mientras sus manos seguían trabajando, esta vez dirigiéndose hasta el pantalón. Antes de hacer cualquier movimiento sobre aquella zona observó las reacciones en el rostro contrario, sonriendo al ver el fuego en sus mejillas y los labios apretados en una pequeña y temblorosa línea. Sus largos falanges fueron al inicio del pantalón comenzando a luchar con el botón de este hasta salir victorioso, la prenda inferior fue deslizándose por sus caderas y con un poco de ayuda terminó cayendo al piso sin demora, dejando expuestas las delicadas piernas del ruso más joven.
- Sólo falta una sola prenda y listo... ¿Estás nervioso? - Preguntó con una sonrisa traviesa, era una pena que Yuri no podía verla - Tus piernas están temblando. -
- No estoy nervioso - Su voz sonaba segura, impresionando al adulto - Es todo lo contrario, mi cuerpo tiembla por la ansiedad . -
- ¿Ansiedad? - La sonrisa en su rostro se ensanchó, deslizando el índice por toda la extensión de ese abdomen infantil que muy pronto se encargaría de ensuciar de distintas maneras. -
Para no seguir aumentando la ansiedad del gatito terminó por desnudarlo, agachándose hasta quedar a la altura de su ombligo y retirar por completo la última prenda, deslizándola por sus piernas.
Por fin tenía frente a sus ojos el cuerpo desnudo del menor, manteniéndose aún agachado rodeó su esbelta cintura con los brazos y presionó su mejilla contra el abdomen de Yuri, quien se alarmó por las impredecibles acciones del artista, comenzando a desesperarse por quitarse la venda de los ojos.

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Steady Love
FanfictionCon la trágica pérdida de sus padres y una terrible pena que lo consumió en silencio, Yuri Plisetsky se encerró hasta perder contacto con el exterior. Su abuelo y único familiar con vida, dueño de una florería, lo rescató y jaló nuevamente hacia l...