XXX

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Los días de suspensión transcurrieron rápidamente para suerte del ruso más joven, aunque su humor no había sido para nada bueno mientras se dedicó a atender clientes en la florería, no luego de saber que Viktor modelaría desnudo para otra persona, para ese suizo de mirada provocativa. No podía evitar sentir celos con sólo imaginar esos ojos ambarinos sobre la figura de su novio mientras posaba de forma sugestiva para él, quien sabe si algo ocurría o si ese hombre intentaba hacer algo más que retratarlo. Sabía que no debía desconfiar de su pareja, Viktor no sería capaz de engañarlo a pesar de su pasado con otros modelos con quienes mantuvo una relación no más allá del sexo.... Pensar en eso era peor y no ayudaba en nada.

—¡Basta, ya nada de eso importa, quedó en el pasado! — Se regañó a sí mismo mientras regaba unas plantas, sin darse cuenta de que el agua había comenzado a rebalsarse del macetero. Si no fuera porque Mila le quitó la regadera hubiera ahogado a la pobre planta. —

La pelirroja llamó la atención de su compañero y le pidió que pusiera más atención en sus acciones, y aunque se moría por preguntar que le sucedía, decidió no hacerlo al ver ese ceño fruncido característico de su terrible humor. El gatito arisco había regresado, y lo mejor era no molestarlo hasta que se le pasara el enojo o terminaría siendo arañada por esas garritas.

Conteniendo su mal genio, y bajo la atenta mirada de Nikolai, Yuri se dedicó a atender a los clientes con la más falsa y hermosa sonrisa que podía portar, encantando a las personas a su alrededor por la amabilidad de ese ágnel de rubio cabello. 

El final del día llegó, ordenaron todo para comenzar a cerrar la florería, Mila se despidió y las luces se apagaron.  Yuri subió a al segundo piso, arrastrando los pies y con las mejillas adoloridas por tanto sonreír. Entró a su habitación, se quitó los zapatos quedando desparramados por el suelo y se echó en la cama completamente exhausto. Metió la mano a su bolsillo y retiró el celular que había estado sonando y vibrando hace un buen rato, y ahora comenzaba de nuevo. Sabía quién era la insistente persona que quería contactarlo...

—Viktor... — Miró el nombre de su novio en la pantalla y bufó molesto. Si no estuviera con ese humor de mierda seguramente ya le habría contestado de lo más emocionado, pero como seguía molesto con él decidió ignorar sus llamadas. Ya le había dicho que si modelaba para ese sujeto él también lo haría, y aunque no había recibido una clara respuesta por parte del albino, Yuri ya lo había decidido y no estaba dispuesto a recibir un no como respuesta. Era una actitud tonta e infantil, lo sabía, pero ¿qué podía hacer?, era impulsivo y, por sobre todo ahora que estaba en una relación, sumamente celoso.

Su celular siguió sonando hasta que decidió contestar cuando el sonido ya comenzaba a ser insoportable.

— ¿Qué? — Contestó de mala gana. Se levantó únicamente para cerrar la puerta y así no molestar a su abuelo, regresando a la cama luego. —

— Gatito, ¿sigues enojado? — Preguntó con un tono de tristeza que lograba que Yuri comenzara a arrepentirse de seguir enojado con él — No ignores mis llamadas — Otra vez ese tono, podía imaginarlo haciendo un puchero mientras hablaba. —

— Sí, sigo enojado — Respondió intentando resistir a sus jugarretas. —

— Entonces, no vas a querer escuchar la noticia que te tengo — Suspiró de forma dramática. —

— ¿Noticia? — El tono de su voz cambió a uno más animado y lleno de interés — ¿Qué noticia?, quiero saber — Exigió. —

— Te la diré si me dices que ya no estás enojado conmigo y que me quieres. —

Steady LoveWhere stories live. Discover now