Los dÃas sin ver a Yuri habÃan sido una tortura para el artista, se habÃa enclaustrado en su taller descargando todas sus emociones sobre el lienzo, y una vez que terminaba, rajaba la tela con una navaja hasta destruir por completo lo que ahà habÃa plasmado. El color negro predominaba en sus obras, garabateaba sobre la tela intentando darle forma a su angustia, a ese terrible dolor que lo consumÃa poco a poco hasta que las ganas de seguir pintando se esfumaban. No habÃa forma de describir, ni siquiera a través de la pintura, la agonÃa que le causaba estar separado de su precioso ángel.
Chris jamás habÃa visto a su amigo tan mal, sumergido por completo en un oscuro abismo logrando extinguir ese precioso y peculiar brillo de sus ojos azules. El suizo habÃa intentado sacarlo del departamento, llevarlo a tomar algo de aire, incluso a beber algo, pero Viktor se negaba a dejar su hogar, se negaba a dejar su taller e insistÃa en que debÃa seguir pintando.
Ya se iba a cumplir una semana desde que Nikolai habÃa sentenciado su separación, ni siquiera podÃa contactarlo por teléfono; extrañaba su voz, extrañaba su sonrisa y esos preciosos ojos color jade. Extrañaba su compañÃa, sus conversaciones, ese mal carácter que le encantaba, sus besos y caricias... Se sentÃa desolado, y aunque estaba acostumbrado a la soledad, esta nunca se habÃa desatado como ahora hasta el punto de experimentar un terrible sentimiento de vacÃo que le quitaba el sueño, el hambre y hasta las ganas de seguir respirando.
El artista suizo decidió intentarlo una vez más, debÃa sacar al ruso de aquel estado zombie en el que se encontraba. Ya no sacaba nada con decirle que se lo habÃa advertido ese dÃa cuando Yuri llegó hasta su hogar luego de huir del suyo, le advirtió que no era buena idea que el menor se quedara esa noche, pero al parecer Viktor no pudo contra los encantos de su joven pareja... Y ahora estaba sufriendo las consecuencias por tan mala decisión.
Se encontraba en el taller junto a su amigo que permanecÃa tirado sobre el sofá con la mirada perdida en algún punto del techo. Chris no se sorprendió al ver la cantidad de lienzos destruidos y amontonados en un rincón, tampoco de las paredes sucias con pintura y el desordenado lugar; todo ese caos representaba el estado anÃmico del albino, la tempestad con la que luchaba en su interior.
- Viktor, ya me cansé de verte asÃ... - Dijo por fin luego de un largo rato de observarlo en silencio, dejando escapar un suspiro. -
- Entonces vete - Fue su única respuesta sin dirigirle la mirada. -
- Luces patético - Escupió sin una pizca de piedad - Entiendo que estés sufriendo pero no es sano que te quedes encerrado en este lúgubre lugar - Se acercó hasta el interruptor para encender la luz, provocando que Viktor se cubriera el rostro con el antebrazo por la molestia en sus ojos al haberse acostumbrado a la oscuridad - Apenas estás comiendo, tienes unas ojeras terribles y ni siquiera te preocupas de tu aspecto fÃsico... ¡Te está creciendo barba!. -
- No es cierto - Le reclamó despejando sus ojos para mirarlo con cierta molestia, aunque luego de oÃr eso último no pudo evitar pasarse la mano por el rostro para detectar algún vello, pero su piel seguÃa tan suave como de costumbre.-
- Escúchame Viktor - Le obligó a correr los pies y asà tomar asiento a su lado - Esto no te hace bien, mira a tu alrededor... Es un desastre. -
- Yo soy un desastre - El albino volvió a cubrirse los ojos con el antebrazo - No tienes idea de lo mucho que lo extraño, no puedo dejar de pensar en él y en lo mucho que lo necesito a mi lado. -
- No puedes depender completamente de ese muchacho. -
- No es dependencia - Apartó ligeramente el brazo para mirarlo - Lo amo como no tienes idea, jamás habÃa sentido esto por alguien, por ninguno de mis modelos... Yuri me trae felicidad, ilumina mi mundo con su sonrisa y me inspira para seguir pintando - Una débil risa escapó de sus labios - Con él veo todo en colores, pero mira a tu alrededor... -

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Steady Love
FanficCon la trágica pérdida de sus padres y una terrible pena que lo consumió en silencio, Yuri Plisetsky se encerró hasta perder contacto con el exterior. Su abuelo y único familiar con vida, dueño de una florería, lo rescató y jaló nuevamente hacia l...