C6:Automáticamente

46.9K 4.6K 632
                                    

Tal vez era mi imaginación, tal vez era mi mente jugando conmigo, tal vez simplemente estoy exagerando pero, aunque suene descabellado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tal vez era mi imaginación, tal vez era mi mente jugando conmigo, tal vez simplemente estoy exagerando pero, aunque suene descabellado... se que he visto a este chico lo he visto. No se de donde pero estoy segura. Y, no puedo quitarme de la cabeza su apellido. Dallas resuena en mi cabeza como un eco.

Mi padre pide disculpas para retirarse ya que le llaman para una emergencia en la policía pero nada de eso puede quitarme la atención del chico que tengo en frente mío.

Mi corazón late a un ritmo antinatural y más aún cuando me sonríe.

—soy Alaska Stone...— comienzo pero su voz me interrumpe dando unos pasos hacia mis sobrinos

—te conozco— me sonríe, comienza a tocar la cabeza de Ocean— por las noticias... ya eres famosa—en el fondo de sus palabras se que miente. El con una luz revisa los ojos de ambos gemelos, revisa sus reflejos y toca varias partes de sus brazos.

Nada de eso capta mi atención hasta que, su mirada... sus ojos cafés avellana ven con cariño a los gemelos y estos, sorpresivamente le devuelven esa mirada. Me sorprendo por que, los gemelos nunca han mirado así a nadie que no sea mi padre o yo.

—he revisado donde les han golpeado y, no tienen nada los gemelos— dice, sin mirarme— también he visto a los otros chicos— explica— simplemente ellos pegaron en una zona donde el hueso esta más expuesto y por ende, les dolió— concluye pero, ni loca me lo puedo creer.

Simplemente no puedo creer eso, hay algo más... algo me esta escondiendo.

—¿eres un doctor certificado?— pregunto y Asher me devuelve la mirada como si estuviera loca y después, me sonríe. Me sonríe como si supiera todo

—lo soy, tengo conocimientos variados además—su sonrisa se tuerce en gesto familiar— pero por supuesto, eso tú lo sabes más que nada— frunzo el ceño sumamente confundida— ¿qué lees, Ocean?— pregunta el, fijándose en el libro que esta leyendo.

Mi estómago se retuerce con violencia, nadie nunca ha podido distinguir rápido a los gemelos y Asher lo dice con tanta seguridad... y sin embargo, no me da mala espina. Se, que puedo confiar en el.

—es un libro que le regalaron a mi tía, lo amo— explica Ocean y Asher lo agarra por un momento, casi puedo jurar que los ojos del doctor se salen de sus órbitas. Una mezcla entre sorpresa, cariño y sobretodo, recuerdos de los que no se, le invaden.

Es cierto que en los ojos puedes ver el alma de una persona, los sentimientos y sobretodo las emociones. Y Asher es un claro ejemplo de ello.

—Cumbres borrascosas— sonríe y se lo devuelve a Ocean quien sigue leyendo como si nada— te recomiendo leer el de buscando a Alaska— y, le sonrío

—ya lo he leído, gracias— agradezco

—deberías leerlo de nuevo, puede ayudarte a recordar cosas nuevas— recomienda— o cosas vividas, querida Alaska Stone— agrega

—lo haré— prometo— tengo la curiosidad, ¿cuántos años tienes?—pregunto

—30—se ríe— ¿me veo tan viejo?— no puedo evitar reírme

—pareces de 20 años—me sincero y creí que lo iba a tomar a mal pero, no

—lo mismo digo— y no me sorprende, todos quieren el secreto para verse joven casi entrando a tus treinta. Y es que no se los puedo decir por que yo ni siquiera lose— me gustaría que saliéramos a tomar un café en algún momento

—tengo novio— digo y Asher comienza a reírse

—no me subestimes, eres hermosa pero... yo tengo a alguien— su voz cambia a una nostálgica

—¿terminaste con ella?— pregunto

—la amo tanto y tan desesperadamente pero, ni siquiera sabe que existo—sonríe— no me recuerda y no lo hará hasta que yo diga— frunzo el ceño por que este hombre es tan confuso pero, cuando quiero decir algo, Asher comienza a hablar con los gemelos

—no tienen nada pequeños traviesos, ya se pueden ir—Asher les guiña el ojo y ellos como si les hubieran dicho que viene una horda de zombies, en cinco segundos desaparecen

—¡Seth esta allá afuera vayan con el!— grito con la esperanza de que me escuchen—gracias por atender a mis sobrinos doctor Dallas— digo, con formalidad una vez que estamos solos

—tengo varios títulos pero nunca me ha gustado que me digan doctor... simplemente dime Asher— asiento—¿me aceptarás el café?

—¿mañana a las 2?—acepto de buena gana— tengo que ir a trabajar y tengo asuntos con mi novio— Asher asiente con los ojos puestos en mi y más exactamente en mis ojos

—lindo color de ojos... diferente— entrecierra sus ojos avellanas y después sonríe

—¿porqué todo te da risa?— pregunto el, por un segundo se sorprende y después, sonríe más aún

—porque la respuesta esta en frente de todos y nadie la quiere ver— dice, como si fuera obvio

—nos vemos después doctor Dallas— digo, con profesionalismo

—deja de decir eso, llámame Asher—rueda sus ojos—me puedes llamar por mi segundo nombre...— pero, como si mi cerebro lo supiera, como si eso lo supiera siempre. Mi boca emite el simple nombre automáticamente

—tu segundo nombre es Travis— digo, sin pensar. Y ahora, puedo apostar que Asher de verdad esta con la boca abierta

—estas recordando... maldita sea. 

Maldita Realidad #2 (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora