—Estuvo perfecta la entrevista, Scott— halaga Ares con una sonrisa de autosuficiencia. La entrevista no estuvo mal, revele que yo había escrito el libro pero el centro de atención era mi chica, Alaska. Pues parece ser que desde que Ares se le acerco todos los medios han estado al pendiente de sus pasos preguntaron su pasado, su interés por el arte y cosas no muy personales. En todo momento puse mi mano encima de la suya, ella le gusta que lo haga cuando esta nerviosa o cuando la esta viendo mucha gente— te robaré unos segundos a Alaska, necesito arreglar unos asuntos con la portada
—bien— dice mi chica. Ella me da un casto beso en la mejilla y desaparece junto con su medio hermano. Gruño, no me gusta estar lejos de Alaska no ahora después de estarlo nueve años.
Camino hacia la cocina de esta enorme mansión que conozco de memoria, es de Adán y servía como escondite para el y su alma gemela Eva, en 1950 que es la fecha de nacimiento de Emily.
Entro a la cocina de colores metálicos y abro el refrigerador con esperanzas de que estén los ingredientes para hacer hot dogs pero, como temía no hay. Así que saco para hacer pollo frito y rezo porque me queden decentes.
—Zayn— mi corazón se paraliza. Hay una razón por la que no me gusta que me llamen por mi segundo nombre y es Celia, cuando estábamos juntos casi no me llamaban Scott si no, Zayn y oír mi segundo nombre en ella... no me agrado nunca. Creo que no hay persona que pueda hacer que vuelva amar mi nombre— me da mucho gusto volver a verte— su voz sigue siendo como hace cien años.
—Walter— saludo y dejo de hacer mi intento de pollo frito para voltear a mirarla. Sus ojos son de un azul claro es lo que más me recuerda a ella, la mayoría del tiempo sus ojos eran así porque siempre decía la verdad, su cabello castaño cae armoniosamente por su pecho, su piel no tiene ninguna imperfección. No como Alaska, y es ahí cuando me permito compararlas.
La piel de Celia parece de porcelana mientras que la de Alaska es caramelizada y en sus pómulos y nariz esta llena de pecas.
La mirada de Celia es dura y determinada, para algunos hasta intimidante. La de Alaska es soñadora, llena de luz y para mi, destructiva.
El cabello de Celia es un poco largo, castaño y un poco ondulado de las partes de abajo... el cabello de Alaska es negro carbon, le llega a su cadera y lacio cuando se lo cepilla pero cuando recién se despierta es ondulado.
El cuerpo de Celia es ansioso, siempre me pedía más y aunque es alta, su cuerpo no tiene ninguna curva no despertaba nada en mi... nunca sucedió lo mismo que con Alaska.
El cuerpo de Alaska es pequeño, tiene todo totalmente nivelado y bien conservado ya que hace ejercicio. Pero, siempre he querido tocar una parte de su cuerpo, me encanta ver lo que puedo hacer en ella... el cuerpo de ella es como una droga para mi, con un mínimo roce, caricia, beso lo que sea... yo ya estoy volviéndome loco y viniendo por más. Siempre vendré por más.
Y ahí esta la diferencia... Celia tuvo mi cuerpo. Pero Alaska, soy suyo en cuerpo y alma. Puede hacer lo que quiera conmigo... soy suyo.
—luces diferente— la voz de Celia interrumpe mis pensamientos. Parpadeo, para volver a la realidad— más...—se toma su tiempo para pensar— mejor dicho, menos hijo de puta
—menos hijo de puta contigo, Celia— ella rueda los ojos
—se que aún sientes algo por mi, deja a Alaska— el enojo comienza a hacerse camino en mi cuerpo— Alaska no es para ti— gruño, poniéndome frente a frente
—nunca he sentido nada por ti, Celia— hablo, con voz fría— recuerda que sigo siendo el mismo hijo de puta y que puedo pedirte el gran favor que me debes— alzo una ceja— puedo pedirte que no te nos vuelvas a acercar jamás— la reto
—nunca debiste haberme perdonado por quererte matar-—sus ojos se vuelven rojos—aunque, creo que es mejor que te cobres ese favor que te debo muchísimo después
—solo aléjate de Alaska— gruño
—¿qué esta pasando?— la voz de mi chica irrumpe en la cocina, tiene el ceño fruncido. Los ojos de Celia vuelven a su azul normal y se va con la cabeza en alto
—peleaba con ella— ella se acerca y en cuanto esta en frente mío la jalo hacia mi de la cintura y le doy un beso en la frente— ¿qué te ha dicho Ares?
—quiere la portada ya— dice, aún pegada a mi frente— no tengo ni idea que haré
—ven aquí— la jalo hacia el patio trasero, ella me sigue son una sonrisa.
—¡LOGAN!—grita Scott cuando mira a mi medio hermano haciendo varias fotografías al jardín
—¿qué pasa Scott?— pregunta, curioso con su mirada penetrante
—toma una fotografía cuando te diga ya—frunzo el ceño, ¿de qué habla?. Scott se quita el saco y la camisa dándome una vista muy buena de todo su abdomen marcado.
Santos.Abdominales.De.Este.Chico.
¡Alaska estas babeando! El me mira, y por fin comprendo lo que va a hacer.
—¡no! ¡traigo un vestido enorme!— pero mis suplicas no son escuchadas y Scott me carga como a una bebé sin ningún problema. La alberca esta a unos dos metros de nosotros— ¡Scott! ¡no!— pero la risa me gana y no puede tomarme enserio
—¡ahora!— le grita a Logan y mi risa es ahogada por mi cuerpo impactando por el agua. Salgo inmediatamente, Scott esta al lado mío y se esta riendo como un loco. Segundos después me le uno.
—¿cómo salió?— pregunta a Logan quien esta viendo muy feliz su cámara
—perfectamente—responde, este se agacha para enseñarnos y puedo jurar que mis ojos son rosas. Scott esta de espaldas y se ve increíblemente sexy con solo su pantalón negro, después estoy yo que solo se ve mi cabello negro, Logan tomo exactamente el momento en que ambos estamos en el aire y junto con la alberca y el jardín de fondo se ve perfecto.
—ahí esta tu portada, Cherry— no puedo responder cuando Scott junta sus labios con los míos.
¿Cómo una persona puede hacer que olvides todo con solo estar a tu lado?
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Maldita Realidad #2 (DISPONIBLE EN FÍSICO)
FantasyCon sus recuerdos borrados, dos niños que cuidar, enemigos a la vista y una verdad que descubrir, Alaska Stone no sabe porque es adicta al olor a vainilla... porque siente que la vigilan y sobretodo, porque dibuja un par de ojos oscuros todos los dí...