C23:Palabras Clave

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Mi mente esta hecha un caos por todas las emociones que estoy sintiendo justo en este momento

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Mi mente esta hecha un caos por todas las emociones que estoy sintiendo justo en este momento. La confusión, rabia, impotencia se abren paso por mi sistema pero sobretodo la furia gana terreno por todo mi cuerpo. Miro a mi madre, sigue igual de siempre. Su cabello negro carbón cae con suavidad por su torso, le llega hasta su cadera. Piel más brillante y un poco más caramelizada, miro sus pecas que son exactamente las que yo tengo. Lleva un conjunto azul marino, unos tacones plateados y una chamarra negra. Sus ojos verdes brillan. Sus labios se curvan en una sonrisa.

Y, ese es el detonante. Su sonrisa socarrona es suficiente para mi, es suficiente para que la rabia crezca en mi interior.

Mis ojos comienzan a arder y Scott me jala hacia el, este me mira. Aunque trae pupilentes puedo ver un poco de morado saliendo de ellos.

—tu verde se ha ido de nuevo, tus ojos vuelven a hacer de colores—anuncia y no necesito preguntar de que maldito color los tengo

—un gusto volver a verte, Brent— Eva me recuerda a una serpiente, lista para atacar a su presa

—¿qué...qué haces aquí?— pregunta, confundido. La cara de mi padre ha bajado varios tonos al ver a su ex esposa. Malia voltea a ver quien es la dueña de tanto alboroto y se queda un poco sorprendida ante la belleza de Eva. Gruño dentro de mi, no puedo evitar pensar y creer que mi madre es hermosa

—me he quedado de ver con Alaska, ¿cierto hija?— pregunta con una sonrisa cínica

—¿se conocen?— pregunta mi padre sin ocultar su sorpresa— no lo sabía—admite

—preciosa— dice Eva y nunca creí que esa palabra me diera tanto asco viniendo de ella— quiero hablar, te lo puede decir Scott— ella lo mira y Scott gruñe

—si no hablas con ella, matara a Seth o a tu padre—mi corazón salta un latido ante lo que dice, aunque se que solo esta leyendo su mente— no te dejaré sola, Alaska

—ni nosotros— interrumpe Asher y Cassidy— hermano, necesito que obligues a Seth y Leyna a que se vayan— señala a ambos esperando en la mesa donde hace unos momentos estábamos comiendo en paz. Scott asiente y se les queda viendo fijamente después, ellos como unos robots se levantan y se van

—¿quién es ella?—pregunta Malia a mi padre, a su esposo. No suena enojada.

—Malia, ella es Eva Cox—saca el aire— mi ex esposa—Eva sonríe

—y madre de Alaska— frunzo mi ceño, ¿qué carajos esta haciendo mi madre?

—Malia Davis—responde sin inmutarse—para ti, Malia Stone— me muerdo el labio, ya comenzó a caerme muy bien

—dijiste que querías hablar conmigo, acompañame—interrumpo antes de que Eva haga algo más. Eva me mira y asiente no sin antes lanzar una mirada asesina a Malia y se dirige a la mesa en donde yo estaba. Mi padre frunce el ceño— luego hablamos— Brent asiente y con cada paso que doy hacia esa mesa mis piernas flaquean. La rabia aún no se va de mi cuerpo, supongo que Scott obligo a mi padre y a Malia a pensar que mis ojos siguen siendo verdes.

Una vez que llego a la mesa me coloco justo en frente, Scott a un lado. No se va de mi lado jamás. Asher y Cassidy sin embargo, toman sus distancias y se colocan en otra mesa por si pasa algo y para mayor privacidad.

—esto me parece que ya lo he dicho—el enojo se hace presente en mi voz— he estado 27 años bien sin ti, puedo más—Eva no responde se limita a verme

—esto me parece que ya lo he dicho, no quiero ser tu madre—responde— he venido por tres razones- explica

—bien, dilo— gruño. Scott me agarra más fuerte

—el igual a ti, tendrán una conexión. Una conexión que solo dos personas saben, uno eres tú y dos serán mitad tú. La verdad se sabrá y tendrás a tus pies a tu creador— predice y abro mis ojos sorprendida, no entiendo nada. ¿Conexión? ¿Creador?—esta predicción me afecta pero es mi deber decírtelo— Eva gruñe

—¿y qué carajos significa?— pregunto

—simplemente digo que pasará con palabras clave—dice, como si fuera obvio—no lo veo, lo siento y digo las palabras, es automático— explica—si quieres saber que pasará en un futuro inmediato pregúntaselo a tu conexión

—¿qué?— vuelvo a preguntar pero Eva me mira, cansada

—la segunda cosa es para ti Scott—Scott la mira— tú diamante en bruto será hurtado, el pago será la destrucción y salvación— la mandíbula de Scott se tensa y mira a un punto fijo tratando de saber que es lo que significa

—¿viniste a preocuparnos por unas malditas palabras en clave?— pregunto, con enojo. Eva sonríe

—no es para que te preocupes, preocuparte solo aumenta que lo pienses y si lo piensas, te consume— se ríe—la tercera, tienes algo que me pertenece

—me daría asco tener algo tuyo— respondo

—entonces, quítatelo— frunzo el ceño, sigo su mirada hacia mi cuello y, caigo en cuenta. Traigo dos collares, el que me ha regalado Scott en forma de corazón y el de mariposa... el que me dio mi padre.

Gruño en frustración y trato de quitármelo, no quiero tenerlo.

—alto—interrumpe Scott, evita que me lo quite—no se lo des, Alaska—frunzo el ceño ante su insistencia

—¿porqué?— pregunto— Scott... es algo material y no...

—no es eso— me responde— ese collar es un escudo— y Eva gruñe—esa es la razón por la que los cazadores no se acercaban a ti y a Adán—comprende Scott pero sigo sin entender

—solo dámelo—me exige mi madre

—los diamantes rosas no son normales...—puntualiza Scott— dentro, hay sangre de cazador— abro los ojos, aún más sorprendida—por eso ellos no te cazan, cuando estás con Adán su olor de almas gemelas se esconde con esa sangre... ellos al olerla, huelen a los suyos y se alejan— abro la boca, he comprendido— los cazadores saben que Alaska y yo nos hemos encontrado pero no han atacado por ese escudo

—¡solo dénmelo!— grita, atrayendo la atención de todos los comensales

—¡no!—grita Scott, en mi defensa— ¿quién te lo dio?— me pregunta

—mi padre—respondo

—denme lo que es mío— habla, una vez más— o te voy a matar— no se en que momento nos hemos parado pero Eva comienza a caminar hacia mi. Scott se interpone en frente mío, protegiéndome

—ni se te ocurra tocarle un pelo— su voz se transforma a una fría— serás la más poderosa, serás todo pero tú evitaste que mis poderes aumentarán por no poder usar mis poderes en ella— trago saliva— y ahora que se han aumentado por Alaska, puedo destruirte— sentencia—nunca dudes que voy a hacer todo lo que este en mis manos para que su sonrisa no se borre, por su seguridad y sobretodo, para que su corazón nunca deje de latir—mi corazón late fuertemente y la vergüenza aumenta por que todos están viendo la escena

—no te metas conmigo, Scott— amenaza Eva

—no te metas con Alaska— responde— conmigo haz lo que quieras, pero a ella no la toques

—cuando sepas la verdad Alaska, me odiaras más— dice, y con la cabeza en alto sale del restaurante.

No puedo evitar quitarme de la cabeza la imagen de Eva con ojos dorados antes de salir. ¿A que le tiene miedo?







Maldita Realidad #2 (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora