Con sus recuerdos borrados, dos niños que cuidar, enemigos a la vista y una verdad que descubrir, Alaska Stone no sabe porque es adicta al olor a vainilla... porque siente que la vigilan y sobretodo, porque dibuja un par de ojos oscuros todos los dí...
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El concepto de almas gemelas esta sobrevalorado, las personas piensan que ser almas gemelas es tener todo en común. Mientras que en realidad, no es eso. Ser almas gemelas no es que nos guste el mismo el color, la misma comida, la misma ropa, pensemos lo mismo, negamos lo mismo, tengamos las misma creencias, seamos iguales. Es sin duda alguna, tener a alguien con quien compartir todas tus felicidades, tristezas, miedos, verdades, virtudes y aún así quedarse para ti, tal vez nunca estén de acuerdo pero ese es el punto de ser almas gemelas, separados no somos pero juntos, somos un complemento. Ella no es una casualidad, siempre e creído que nada esta dicho... tal vez mañana estemos en el fin del mundo o tal vez, al comienzo de este. Nada esta dicho. Por eso mismo, ella no es una casualidad... hay millones y millones de personas y no creo que de esos millones mi alma gemela fuera ella. Ella esta hecha para mi, se que hay más chicas en este mundo. Pero no puedo estar con nadie más que no sea ella. Mi Alaska.
Ella es luz, yo oscuridad.
Ella es alegría, yo tristeza.
Ella es tempestad, yo serenidad.
Ella con solo sonreír todo el mundo se queda paralizado, solo para admirar su sonrisa. Y ese es mi talón de aquiles, ella con una sonrisa, con una mirada puede destruirme, pero también puede elevarme al cielo.
Me fui, cuando la deje sentí que todo se me venía encima. Pero tenía que hacerlo porque Rixton lo sabe, sabe que Alaska es tan poderosa aún más que su madre y no ha intentado nada estos años... no se porque. Pero he vuelto, he cometido el error de irme cuando Alaska aún más me necesitaba y pienso recompensarlo aunque me lleve toda la eternidad.
Quiero compartirle toda mi vida, nunca he querido estar cerca de alguien. Pero ella llego y no puedo separarme ni un segundo ya.
Hemos llegado a su casa, mi hermano y sus amigos se han ido. Mis sobrinos, esos traviesos por fin se han dormido no sin antes tirarme agua que salieron de sus manos. El señor Stone aún no llega y no lo hará ya que se a quedado horas extras para un caso.
Miro a Alaska, tiene el ceño fruncido ante su computadora. Estamos en el sillón y sonrió ante lo tierna que se con su manta se ven tan... pequeña... tan frágil.
—¿Qué es lo que te perturba?—pregunto, colocando mi mano al rededor de su cintura. Ella esta irritada por la portada y esta molesta por no tener alguna idea.
Cuando estoy en un lugar, los pensamientos de toda la gente a mi alrededor son como un susurro es como un mar, un mar de pensamientos y yo solo me inclino al pensamiento que quiero leer. Cuando entro Alaska a la cafetería tuvo que haberme llegado un pensamiento pero nunca lo hizo. Ahí supe que tenía algo. Todos habíamos creído que era algo de familia gracias a Eva. Pero no, cuando me separe de ella pude leer su mente aunque casi no tenía tiempo para pensar en nada gracias a todo lo que tenía. Y me perturba saber que el primer pensamiento que leí de ella fue vacío, se sentía vacía. Supe que era un bloqueo que había puesto su madre. Hasta la fecha, la mayoría desconoce todos sus poderes. Eva, al igual que su hija es un enigma. ¿Porqué ponerle un bloqueo a la mente de Alaska? ¿Qué esta escondiendo Eva?
