Scott, Scott y Scott. Ese nombre se aferra a mi mente, no me deja pensar en otra cosa, no me deja ni siquiera pensar bien por que mi cabeza va a mil por hora, necesito saber quien es Scott y lo más importante, saber por que yo lo recuerdo.
El viento otoñal recae en mi piel, comienza a hacer frío. Voy saliendo del edificio de bodegas con sumo cuidado, las emociones aún están a flor de piel y, justo en ese momento un BMW negro se detiene justo delante de mi. Nunca he visto ese modelo de la marca, creo que es nuevo y si es así, debo decir que es el mejor BMW que he visto en mi vida.
Mi sentido de alerta se enciende como un foco y aferro la caja llena de libros que tengo en mis manos para Ocean. El increíble auto se queda ahí y yo, ya tengo los nudillos rojos de la fuerza que estoy aplicando.
Estoy apunto de hablar cuando la ventanilla del auto comienza a bajar.
El alivio me invade, solo es Asher Dallas. Mierda, Asher.
Las comisuras de sus labios se alzan, regalándome una sonrisa de complicidad y aún no se porque le devuelvo la sonrisa. Lleva un suéter color negro resaltando más su barba y debo decirlo, se ve increíblemente nerd.
—¿Olvidaste nuestra salida para tomar un café?— me muerdo el labio, carajo... lo olvide— venga, sube— concluye, como si se esperaba que se me hubiera olvidado. Bueno, acertaste querido Asher.
—¿me venias siguiendo?— pregunto y la sola idea de que alguien me siga se me hace un poco... rara.
Pero Asher comienza a reírse y niega lentamente.
—no—sonríe aún más— siempre estarás segura, hay un ángel cuidándote muy de cerca— frunzo el ceño—más cerca de lo que piensas— y no puedo evitar pensar lo que he sentido durante nueve años... que alguien me cuida—por aquí trabajo, pasaba por aquí cuando te vi—me señala— venga, sube—hace un movimiento con su cabeza y, termino cediendo
—me gusta el café sin azúcar, sin leche y mi comida favorita es...— comienzo una vez que me subo al lujoso y original BMW, me da hasta miedo ensuciarlo
—los sandwiches son extra queso—dice, quitándome la caja y poniéndola en el asiento de atrás. No puedo evitar poner cara de sorpresa
—tú sabes muchas cosas de mi—lo acuso una vez que arranca el auto— ¿porqué yo no de ti?
—me llamo Asher Dallas, tengo 30 años y soy originario de Yorkshire, Inglaterra— me sonríe— y tengo que pasar al cementerio— asiento
—me puedes contar después de ti, no tenemos mucho tiempo— digo, por que necesito regresar al trabajo o, a mi casa
—claro que tenemos tiempo— dice, algo tan simple pero se, que es un doble sentido—además, mi familia no es puntual— se ríe y casi quiero rodar los ojos
—venga, así aprovecho y paso a ver a mi hermana— noto que Asher se tensa pero no dice nada
—vamos rápido—dice y con sus manos manipula algunos botones de su increíble auto, estamos en un alto— ¿no te molesta la velocidad?— pregunta, divertido
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Maldita Realidad #2 (DISPONIBLE EN FÍSICO)
FantasyCon sus recuerdos borrados, dos niños que cuidar, enemigos a la vista y una verdad que descubrir, Alaska Stone no sabe porque es adicta al olor a vainilla... porque siente que la vigilan y sobretodo, porque dibuja un par de ojos oscuros todos los dí...