Con sus recuerdos borrados, dos niños que cuidar, enemigos a la vista y una verdad que descubrir, Alaska Stone no sabe porque es adicta al olor a vainilla... porque siente que la vigilan y sobretodo, porque dibuja un par de ojos oscuros todos los dí...
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Mi cuerpo tiembla y las lágrimas no dejan de caer pero no quito el contacto visual con Grecia, no puedo demostrarle ninguna señal de debilidad porque sería mi perdición.
—¿recuerdas cuando me dijiste los nombres de los gemelos?—trato de hacerle recordar momentos significativos
—oh querida Alaska—su voz es irreconocible— soy yo, ningún cazador me esta controlando—gruñe— ¿ves esto?— pregunta señalando con sus manos huesudas su mejilla, la gran marca en forma de "R"—cuando me quitaron a los bebés, Rixton me salvó—recuerda— y yo le conté todo, como tú tenías la vida resuelta y yo no—gruñe—estaba con una persona que no amaba... y sobretodo tenía en mi vientre a alguien que no quería
—¿cómo puedes decir eso?—pregunto con la voz amortiguada por mis sentimientos
—yo no amaba a James, me la pasaba de fiesta en fiesta— revela— y consumía drogas— abro los ojos como platos—las he consumido todo este tiempo— admite y siento asco por la persona que es, puedo notar como su cuerpo tiembla y tiene que agarrar su mano izquierda pro el mismo temblor, tiene increíbles ojeras bajo sus ojos
—las drogas te destruyeron... tú te destruiste—digo, con el odio filtrado en mi voz
—tú me destruiste, Alaska—se ríe Grecia— Rixton me contó mi verdadera identidad, mi madre se llama Pandora y mi verdadero nombre es Diana Murphy—gruñe—quise unirme al lado suyo... y para comprobar mi lealtad me marco en la mejilla a fuego vivo... significa redención y que soy de su propiedad—explica con su mirada llena de furia— Rixton me dio una oportunidad para vivir
—¿qué?— pregunto, el odio me invade cada vez más—¡esto no es vivir!—señalo su cuerpo—mira lo que te ha hecho, mira como has terminado—pido, con la esperanza de que se de cuenta— tú no eres mala, sigues a una persona mala... por favor Grecia...
—¡mi nombre no es Grecia!—grita con la ira contenida
—por favor... todos estarán felices de verte y te apoyaran...—pido, y alzo mi mano para que la tome—tienes una oportunidad de verdad para redimirte
—yo provoque que tu madre cayera en coma—revela y es como si me aventaran un balde de agua fría— yo le enterré un cuchillo en el pecho—sonríe
—eres una maldita perra—gruño—¿qué carajos es lo que quieres?—pregunto, haciendo de mis manos un puño para evitar golpearla
—es muy sencillo—se acerca a mi—quiero la inmortalidad, quiero que me conviertas en cambiante
—sobre mi cadáver— niego y ella me mira con sus ojos que alguna vez pude sentir seguridad pero que ahora solo me dan asco
—entonces tendré que obligarte— me sonríe maliciosamente, aparece de entre las sombras un cazador que nunca he visto en mi vida, alza su mano y siento como poco a poco me elevo en el aire y este mismo me acerca a una pared. Comienza a salir unos metales de la misma pared amarrando mis muñecas y tobillos, trato de sacarme de aquí pero parece que ni siquiera mi fuerza sobrehumana funciona. Grecia se me acerca.
