capitulo 1

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Eran las 9 de la mañana cuando la alarma de mi celular sonó y casi me caigo de la cama por el maldito susto.

Apuesta de mierda, odio tener que levantarme a esta hora un sábado para ir a una desgraciada clase que en mi vida pensé en tomar.

El boxeo no me llama ni cinco la atención, no podía ser otro deporte ¿cierto?

Voy a mi guarda ropa y busco entre toda un conjunto deportivo para ponérmelo y después sacar ropa cómoda y meterla en la mochila que llevare para darme una ducha en el gimnasio luego del entrenamiento.

Subo al piso de mi vecina y dejo con ella a Maxi para que le de comida y lo pasee. Ella es como una especie de niñera para perros.

Cuando faltaban 10 minutos para las 10 salí de mi departamento y cogí un taxi que me llevara al gimnasio en el que Ann me inscribió. Al llegar al gimnasio firme el registro y me indicaron donde se encontraba mi entrenador personal.

Mi entrenador personal resulto ser un señor gordito y muy carismático llamado Lui, cuando empecé hice ejercicios con algunas máquinas para empezar a coger un buen estado físico y luego haríamos unos ejercicios básicos de boxeo y de defensa personal.

-Muy bien Bella puedes descansar 5 minutos y tomar agua- cuando Lui termino de decir eso mi yo interior estaba dando saltitos de alegría. Mientras me dirigía hacia mi bolso que estaba en una banca vi como en el ring un chico era golpeado MUY fuerte, para luego caer al suelo.

Al ver quien era la persona que lo dejo en ese estado me quede en shock.

Dios. Mio.

Lo primero que vi fue un torso descubierto, pero no un torso cualquiera, no, era un torso esculpido por los dioses del olimpo, ya se, un poco exagerado de mi parte; sentí mi boca hacerse agua. Su torso estaba adornado por bastantes tatuajes, eran hermosos, hipnotizantes. Mis dedos picaban por delinearlos. 

Al continuar con mi recorrido seguí subiendo y me encontré con una mandíbula cuadrada y con un rastro de barba, la famosa barba de 3 días. Seguí subiendo y me encontré con una boca chiquita, pero besable y cuando llegué a sus ojos no supe descifrar de qué color eran, pero me podría quedar mirándolos todo el día.

Al parecer noto mi mirada y sus ojos me miraron, pero al momento su ceño se frunció lo que hizo que el mío se frunciera a lo que el alzo una ceja desafiante, como soy una gran competidora no me quede atrás y subí mi ceja también.

- ¡Bella se acabó tu descanso! - cuando Lui me llamo hizo que quitara mi mirada de él y me dirigiera hacia donde estaba anteriormente para seguir con el ejercicio.

***

Estaba muerta, mis músculos pedían a gritos una ducha de agua muy caliente para darles un poco de alivio.

Cuando me estaba dirigiendo para las duchas un hombro choco conmigo haciendo que perdiera la estabilidad, pero sin llegar a caer, al mirar quien era me di cuenta de que era el sexy chico de tatuajes.

-Oye, ¿algún problema? O no te era suficiente el espacio - al terminar de decirlo el solo me miro y se dio la vuelta para irse. 

Idiota.  

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