Tatuajes En La Piel

capitulo 23

-¿Y que le dijiste?-pregunta Ann después de contarle lo sucedido con el rector y también lo de Niko.

-Obviamente le dije que no Ann

-¡¿Por qué le dijiste que no?!

-Porque…. No se Ann, fue lo primero que salió de mi boca.

-Enserio que cada día me sorprendes mas. El chico que te gusta te invita a salir y tu le dices que no.

-Yo nunca dije que me gustara.

-No necesitas decírmelo, se te nota por encima que ese chico te vuelve loca.

Abro la boca para contradecirla pero la vuelvo a cerrar al darme cuenta de que es cierto. Me gusta Nikolaos.

Pero eso no tiene que saberlo Niko, me niego a perder la tinta apuesta.

-Tengo que irme, pero ni creas que te salvaste.

Cuando Ann se va me levanto y voy por maxi para pasearlo un rato.
Busco su correa y cojo un tarrito para echar agua y darle a maxi más tarde.

-Hola precioso- me agacho donde se encuentra maxi acostado y empiezo a acariciarle el pelaje, le pongo la correa y él inmediatamente se para y empieza a voltear la cola por la emoción.

Salgo de mi apartamento y bajo por las escaleras hasta llegar al parque donde siempre paseo a maxi.

Cuando llegamos suelto la correa de maxi quien sale corriendo con total libertad, me siento en una banqueta donde lo puedo observar. Saco mi celular y conecto mis audífonos para escuchar música.

Dejo que se reproduzca aleatoriamente; Given up de linkin park se empieza a reproducir, concentro mi vista en maxi hasta que el sonido de un mensaje me interrumpe.

Desconocido

¿Qué escuchas?

Cuando leo el mensaje busco por todo el parque a alguien conocido, pero no encuentro a nadie

Yo

¿Quién eres?

Desconocido

Te daré una pista para que me encuentres.
Donde estoy te puedo ver y tu no a mi, pero si buscas bien me podrás encontrar.

Su mensaje me deja momentánea mente confundida pero luego de releerlo lo comprendo. Se donde esta. Me quito los audifonos antes de pararme.

Miro nuevamente a maxi y me tranquilizó al verlo jugando con algunas hojas caídas.

Desde pequeña me gusto venir a este parque sobre todo cuando me traían mis abuelos así que conozco cada parte de el y se donde hay un árbol hueco donde te puedes meter y ver hacia la parte del parque donde me encuentro.

Camino hacia el árbol, sin saber porque me pongo nerviosa, antes de siquiera poder llegar a este veo como Nikolaos sale de el.

Me paro de golpe ocasionando una pequeña sonrisa en el rostro de él.

-¿Ahora te crees un acosador?- le pregunto justo cuando llega a mi lado

-Para nada.

-¿Y entonces? ¿Cómo es que tienes mi número de celular y me estabas espiando?

-Tu numero me lo conseguí de forma legal, una amiga tuya me lo paso, y el de estarte espiando… no me suena, solamente te vi y simplemente te deje un mensaje para que me encontrarás.

Una gota cae en mi frente, después le sigue otra, y otra y millones de ellas. Volteo mi mirada hasta donde esta maxi mientras llevo mi dedos a mi boca para silbar y hacer que maxi llegue hasta donde me encuentro.

Le pongo nuevamente la correa y dirijo nuevamente mi mirada hacia Nikolaos.

-¿Quieres venir conmigo?, te puedo prestar una toalla para que te seques.

Nikolaos me mira por unos largos segundo antes de contestar.

-Claro.

Aunque ya me encuentro totalmente empapada mi instinto me dice que corra pero no quiero caerme por el pasto mojado por lo que empiezo a caminar rápidamente. Por suerte mi edificio no queda muy lejos del parque así que llegamos rápido.

Cuando llegamos le quito la correa a maxi  el se va directamente a tomar agua, yo por el contrario voy en busca de un par de toallas y escarbó en mi cajón para ver si encuentro alguna pantaloneta y camisa de Alex, cuando por fin encuentro algo me dirijo nuevamente a la sala y le tiendo la toalla y la ropa a Nikolaos.

-Lo lamento, solo tengo una pantaloneta de hombre. Si quieres puedes tomar una ducha en el baño del pasillo, yo tomare una en mi habitación.

-Gracias.

Le sonrió y me volteo para ir hacia mi habitación para poder tomar mi ducha.

Cuando ya estoy en mi baño me quito toda la ropa mojada, me meto en la ducha y al agua caliente hace contacto con mi cuerpo todos mis músculos se relajan. Unos minutos mas tarde salgo de la ducha, cojo la toalla y me seco el cuerpo, estoy a punto de empezar a vestirme cuando recuerdo que en ningún momento cogí ropa para mí.

Meto la ropa en la sesta para lavarla mas tarde y abro la puerta de mi baño tratando de no hacer mucho ruido, salgo de esta y me dirijo rápidamente a mi closet para buscar mi ropa, dejo caer la toalla para ponerme mi ropa interior, en cuando término de abrochar mi sostén la puerta de mi habitación es abierta y maxi entra por esta. De mi sale un pequeño gritito por el susto, me doy un golpe en la frente con mi mano al recordar que al entrar a mi habitación solo la ajuste un poco.

Nikolaos llega hasta mi habitación al escuchar mi grito

-¡¿Qué te paso?!

Estoy por contestarle cuando me doy cuenta de que en este momento solo se encuentra con la pantaloneta de Alex, dejando todo su torso tatuado al descubierto. Al parecer él también se da cuenta de que yo me encuentro en prendas muy reveladoras porque su mirada abandona mi cara y empieza a recorrer todo mi cuerpo. Nikolaos empieza a  acercarse hasta mi, hasta el punto de que su abdomen choca con el mío. Sus manos se enrollan en mi cadera y su boca se pega con la mía. La lengua de Niko se encuentra con la mía mandando millones de corrientes eléctricas a todo mi cuerpo.

Empezamos a caminar a no se donde, hasta que siento como Nikolaos me pega a la pared. Sus manos empiezan bajar por mi espalda, pasándolas por mi trasero, donde las deja unos segundos, las sigue bajando hasta llegar a mis muslos donde me alza y prácticamente me obliga a enrollarlas en su cadera. Sus besos se trasladan a mi cuello y yo hecho la cabeza hacia atrás por el increíble placer que siento en este momento. Sigue bajando mas, llegando a mis pechos, los cuales aun se encuentran cubiertos por mi sostén. Mis manos suben hasta su pelo donde jalo cada vez que él deja un beso entre mis pecho.

Siento como mi sostén se pone flojo antes de que él me lo quite por completo.

-Eres… espectacular.

Abro mis ojos y lo veo fijamente antes de ser yo quien lo bese esta vez