capitulo 27

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Me cuelgo de su cuello y lo atraigo hacia mí para poder besarlo, besarlo con desespero, ansias y mucho deseo. Cuando nos separamos, con la respiración agitada y los labios rojos, solo logro susurrar una pequeña frase.

-Vamos a mi casa- yo lo sé y él lo sabe. Esas palabras contienen un significado que le darán un giro de 360 grados a la relación que llevamos.

El trayecto a mi casa se me hace realmente corto, cuando empezamos a subir las escaleras a mi piso, Niko me empuja contra la pared y se pega a mí para besarme con verdadera ferocidad robándome el aliento.

A tropezones, manoseo y con mucho esfuerzo logramos llegar a la puerta de mi casa, lucho contra la cerradura ya que los labios de Nikolaos repartiendo besos por todo mi cuello no ayuda mucha a la situación. Al ya estar adentro no perdemos tiempo y Niko destruye mi blusa dejando a la vista mi sujetador de encaje blanco. Me aprisiona contra la pared y me alza hasta dejar mis piernas enrolladas en su cintura. Deja mi boca para empezar un recorrido desde mi mentón hasta mis pechos.

Siento como el sujetador se afloja antes de caer y dejar mis pechos expuestos, la mirada de Niko se ancla a ellos antes de mimarlos con su boca.

Lo único que se escucha son los sonidos de su boca en mis pechos y los constantes gemidos que soy incapaz de retener.

Se que Nikolaos empieza a caminar hacia alguna parte, pero el hecho de que su boca siga ahí no me permite mantenerme en mis cinco sentidos. Siento algo acolchonado en mi espalda, pero apenas si soy consciente de lo que pasa a mi alrededor.

Con mis manos empiezo a subir la camisa de Nikolaos antes de sacarla por completo de su cuerpo. Trazo algunos de los tatuajes de su pecho y abdomen, mientras sus manos alzan mi cara antes de besarme nuevamente.

Pasamos la noche entra carisias, deseo, gemidos, hasta que nuestros cuerpos no pudieron más y cayeron rendidos.  

***

Siento algo baboso deslizarse por mi mejilla ocasionando que abra mis ojos de golpe. La lengua de maxi vuelve a lamerme la mejilla mientras mueve su cola juguetonamente.

-Hola cosita hermosa- le hablo mimosamente mientras lo sobo detrás de las orejas, volteo mi cara para ver a Niko quien sigue completamente dormido. Me levanto de la cama y voy hasta el baño para realizar mis necesidades, lavarme los dientes y peinar un poco el nido de pájaros que llevo en la cabeza. Me pongo la camisa de Nikolaos y mis bragas antes de ir hacia la cocina para preparar algo de desayuno.

Pico un poco de fruta con cereal y un poco de yogurt, también cojo unos cuantos panes tostados y les unto mantequilla, abro la nevera y nos sirvo un poco de jugo a ambos. Pongo todo en una bandejita y después de servirle su comida a maxi cojo la bandejita y me dirijo de nuevo hacia mi habitación. Dejo la comida en mi mesita de noche y me subo a la cama para poder montarme en el regazo de Nikolaos.

Me inclino y empiezo a repartir pequeños besos por todo el cuello de Niko hasta llegar a su oreja y tirar suavemente del lóbulo de esta.

Me reincorporo para ver la cara de Niko ahora que sé que esta despierto. Sus ojos están levemente hinchados y entrecerrados, su boca tiene una hermosa sonrisa y sus diminutas pecas se pueden apreciar más por la cercanía de nuestros cuerpos.

-Buenos días Ada

-Buenos días- susurro cerca de sus labios antes de besarlo como he querido hacer desde que desperté.

Me bajo de su regazo para poder tomar la bandejita con nuestra comida. Desayunamos viendo el noticiero y hablando de temas tribales, cuando los dos hemos terminado Nikolaos se levanta de la cama y me toma de la cintura para cargarme al estilo nupcial y caminar conmigo hacia el baño.

- ¿Qué haces?- le pregunto entre risas

-Tomar una ducha

- ¿Y para que me cargas?

-Necesito ayuda para enjabonarme la espalda, esperaba que me ayudaras con ese pequeño detalle

-Con gusto puedo ayudarte en eso y con mucho mas- le digo antes de que el agua caliente moje nuestros cuerpos ahora desnudos.

El baño es inundado de gemidos cuando los dedos de Nikolaos empiezan a explorar más allá de mi abdomen, llevándome al cielo en una nube de éxtasis.

Apagamos la ducha y salimos besándonos hasta mi cama donde Niko consigue un condón antes de que su cuerpo se una al mío.

Suelto a maxi una vez que llegamos al parque, inmediatamente este sale corriendo por todo el lugar disfrutando del aire libre.

Me siento en una banca a observarlo y Niko imita mi acción. Este último saca su celular antes de conectar los audífonos y darle play a la lista de música. Así pasamos gran parte del tiempo que estuvimos en el parque, hasta que veo a lo lejos como maxi parece estar correteando a una señora y la señora parece estar al borde de un colapso nervioso. De hecho, la escena es un tanto graciosa, ver a maxi correr detrás de ella mientras le ladra y ver a la señora prácticamente llorando y corriendo para alejarse de él, es una escena para apreciar. Pero.... no puedo solo ver y no hacer nada cuando el can es mi responsabilidad, así que le entrego el audífono a Niko y empiezo a caminar rápidamente hacia maxi

Cuando alcanza a maxi pongo nuevamente la correa en su lugar para poder controlarlo.

-Lo lamento mucho señora, él es un perro muy juguetón, en ningún momento tuvo la intención de ocasionarle daño.

-Tranquila hija, solo que yo le tengo fobia a los perros, soy una mujer de gatos y el que un perro empiece a perseguír me pone los pelos de punta. Pero no hay ningún problema

Después de ofrecerle nuevamente las disculpas a las señoras, regrese hasta donde había dejado a Niko.

-Es hora de que nos vayamos a casa.

-Te acompaño 

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