capitulo 19

9.3K 399 6
                                    

Me levanto de las piernas de Nikolaos y con mis manos trato de quitar toda la arena de mi cuerpo, pero lo único que logro es empeorarla ya que mis manos están igual o peor.

-¿Vamos?- le pregunto cuando veo que no hace él mínimo intento de pararse.

Le tiendo mi mano para ayudarle a parar, pero en vez de él cogérmela para pararse, lo único que hace es jalarme y hacer que caiga nuevamente en sus piernas.
-Me gusta mucho tenerte cerca- su voz es apenas audible.

Su confesión me deja sorprendida y sin palabras.

-De…deberíamos-carraspeo un poco para eliminar el nudo que se ha instalado en mi garganta- si no queremos que Ann vuelva por nosotros

                                ***

Después de que Nikolaos y yo nos quitamos casi toda la arena del cuerpo y que yo me pusiera un shorts, nos reunimos con los demás en un pequeño puesto de comidas donde desayunamos.
Liam resulto ser de lo más divertido y Ann parece encantada con él.
Por otro lado Meg se mantenía callada al lado de Alex, mientras él no paraba de observarla mientras se le acercaba todo lo que pudiera.

El resto de la tarde lo pasamos en el mar jugando con maxi quien en todo el viaje no se le había despegado a Alex, hasta durmió con el y supongo que también con Meg. Espero que no me lo hallan traumado.

Trato de que el día duré lo que mas pueda, pero como todo tiene fin, el de nuestro pequeño viaje llego.

Antes de guardar todo nos turnamos para ir a las duchas para quitarnos toda la arena y ponernos ya la ropa del viaje.

Guardamos las carpas y empacamos los bolsos, después vamos juntos hasta donde están los carros. Alex convence de llevar a Meg quien me deja las llaves y dice que mañana ira por el después de clases. Nikolaos y Liam se montan al de ellos, pero antes Liam va y se de pide de Ann intercambiando números. Yo por él contrario me quedo viendo a Nikolaos pero ninguno de los dos hacemos algún tipo de movimiento.

De hecho, después de nuestro momento en la playa no nos dirigimos la palabra, solo pequeños e inocentes roces.

Ann vuelve con un sonrisa en la cara y ya si nos montamos al carro. Miro por ultima vez a Nikolaos antes de arrancar y dejarlo atrás.

En todo el camino el carro se vuelve el lugar menos indicado para estar. Nuestro “canto” mas bien catalogados como gritos son los principales actores en el viaje. Hasta Maxi parece desesperado con nuestro canto por lo que todo él viaje lo pasa o dormido o con la cabeza fuera del auto.

Cuando ya nuestra garganta y oídos merecen un descanso, mermamos a la música y nos quedamos en silencio por unos cuantos minutos.

-Es un buen momento para que empieces a hablar sobre Nikolaos.

- No hay mucho que contar

-Pues yo lo quiero saber TODO

No me lo tengo que pensar mucho , en algún momento iba a terminar diciéndoselo, así que sin dar muchos rodeos le cuento como y cuando nos conocimos, que ha pasado entre nosotros, incluyendo lo del profesor Gabriel.

Cuando finalizar las manos de Ann se encuentran en dos puños y sus ojos se encuentran llorosos mientras sus labios tiemblan tratando de contener las lagrimas.

Ninguna de las dos decimos algo por un tiempo hasta que Ann toma una gran bocanada de aire.

-Si lo mato y tengo un motivo justo ¿igual es ilegal?

-Lastimosamente Ann… si.

-¿Y si lo mando a golpear?

-También

-Supongo que me tendré que conformar con que se pudra en la cárcel.

Cuando para en un semáforo aprovecho para voltear a verla y ella no dudo ni un momento en lanzarse hacia mi y abrazarme.

-Lamento no haber estado en ese momento para darle una patada en sus bolas y lamento no haber sido una buena amiga y darme cuenta antes de que no estabas bien.

-No te Tortures Ann, yo estoy bien. Gracias a Dios no paso a mayores y fui capaz de defenderme, antes gracias a ti por obligarme a tomar esas clases porque por ellas es que no me paso nada.

-  ¿Qué tienes planeado hacer?

-Supongo que el tipo es estúpido porque no le importo que en el salón hay cámaras.

-Esperó que el que ya hayan pasado varios días no afecte para la denuncia.

-Esperemos que no, porque dudo que si lo sigo viendo me quede quieta y no lo mate.

-¿Deberíamos decírselo a Meg?

-Supongo. No quiero que le siga gustando una persona como él.

-Hay que decírselo antes de ir con el rector.

-Si, tienes razón.

Tatuajes En La Piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora