Bueno, esto ella no se lo había esperado, no mucho en realidad. Y claro, no era culpa de nadie de los presentes. Eso intentaba decir, pero todo el mundo se había vuelto un poco loco a su alrededor.
- Tacleaste a Fátima. –decía Azima algo pálida a Baasima.
- ¿Y que rayos esperaba que hiciera?
- Gabriela tenía controlada la situación.
- ¿Cómo podía saberlo? Además ¡No la tacleé!
- ¿Entonces porque estabas encima de ella?
- ¡Por qué vi que iba a sacar algo de su túnica!
- ¿Acaso era un arma? –preguntó Habiba también alterada.
- No esperé a ver qué era.
- Claro que no... -gimió Azima y se sentó al lado de Gabriela quien sostenía un pañuelo sobre su labio. -¿estás bien de verdad?
- Era una daga. –dijo entonces Gabriela y todo el mundo enmudeció. Y vaya que tenia medio mundo en la habitación. Sus primas, Jazmín, dos de sus guardaespaldas, otros cuatro hombres que alguien le dijo eran secretarios y que habían entrado al oír el tumulto. Todo el mundo estaba espantado y solicito y ella tenia de pronto un terrible dolor de cabeza. – Nadie le ha avisado a León ¿verdad? – preguntó de pronto recordando a su esposo y su carácter. No quería más escandalo, al menos no allí.
- Amir ya lo sabe. –dijo Jazmín que lucía muy preocupada.
- ¡Oh, por Dios! –gimió Gabriela y puso su cabeza sobre el respaldo del sofá.
- ¿Intentó matarte? – Azima hizo la pregunta con ojos muy abiertos. A lo lejos escuchó el ruido de muchos pasos y de órdenes dadas por Amir y por otra voz muy familiar. Gabriela quería desmayarse en ese justo momento.
Minutos antes...
- La Princesa Fátima. Ella está aquí, en su oficina. –Jazmín anunció.
- Voy enseguida. –Gabriela se levantó y sus primas hicieron lo mismo.
- Vamos contigo. –dijo Habiba.
- Me temo que no, ella quiere verme a mí y lo que menos quiero es que piense que pretendemos emboscarla o algo así.
- Pero es ella la que ha venido.
- Déjalo así Baasima. –intervino Azima. –Aquí estaremos si nos necesitas. Gabriela asintió y caminó hacia su oficina. Abrió la puerta y vio a Fátima contemplando todo con evidente desprecio reflejado en su rostro.
- ¿En que puedo ayudarte? –dijo y cerró la puerta. -¿Has decidido unírtenos? –preguntó con toda la amabilidad que pudo imprimir en su voz.
- ¿Acaso tengo cara de estúpida? –respondió con acidez girándose hacia ella.
- Bien, ¿Qué deseas entonces? –dijo y se sentó invitándole con un gesto a hacer lo mismo.
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Inolvidable Pasión (Saga Amores Inolvidables 3)
RomanceGabriela está en un lío enorme. Un arrogante Príncipe Árabe asegura que están casados, ella jamás supo que era Principe, jamás supo de tal ceremonia, solo recuerda el dolor de haber tenido que dejarle. Pero no contaba con que él no lo deja nadie, él...