Inolvidable Pasión (Saga Amores Inolvidables 3)

Epílogo

- Entonces, de acuerdo a lo que me dicen ¿esta fiesta de disfraces no existía? –Allyson miraba con diversión a las primas de Gaby. Desde que se habían conocido, se habían ido haciendo más y más amigas con el paso del tiempo.

- Creo te lo dijimos hace un año. –dijo Habi.

- ¿El año pasado? Pero si se conocieron cuando nació Fabricio. –dijo Máximo frunciendo el ceño. Allyson les lanzó una mirada de alarma.

- Por eso, tiene un año.- dijo Baasima de inmediato.

- Claro que no. –aseguró Máximo. – Fabricio no tiene el año todavía.

- Error en mis fechas, entonces.-Habi habló rápidamente.

Todos estaban juntos pero esta vez en Durban para las festividades, el bebé de Jaquie estaba pequeño pero en perfectas condiciones para viajar, el dulce Lucien era una monada de pocos meses que iba de brazo en brazo desde que había llegado, lo mismo que los otros pequeños. Y ahora estaban en la muy joven fiesta de disfraces, inaugurada hacia apenas un año y allí estaban ellas, metiendo la pata enfrente del esposo de Ally quien jamás se había enterado del viaje secreto de su esposa y tampoco Stefano había logrado descubrirlo de hecho.

- ¿De que hablan? –intervino Stefano.

- Hace un año estuvimos aquí ¿recuerdas?-preguntó Máximo.

- Sí. Y recuerdo que sentimos que nuestras esposas también estaban aquí.

- Síiii claro. –dijo Jaquie tomando el brazo de su esposo. -¿Bailamos? –él la miró con gesto concentrado.

- Jamás nos quitamos la sospecha ¿saben? –Allyson y Jaquie rieron con toda la naturalidad del mundo. Habiba y Baasima deseaban ser así de buenas para encubrir sus fechorías.

- Estaba embarazada amor, no viajé para nada. –aseguró Allyson. –bailemos por Dios santo, dejen sus teorías. –y lo arrastró a la pista. Las chicas soltaron el aire retenido cuando Jaquie también logró llevarse a Stefano.

- Estuvieron a punto de decir algo comprometedor ¿verdad? –se acercó Azima.

- No. –contestaron las dos demasiado rápido.

- Recuerden que podemos llamarnos afortunadas de que jamás supieron quien era el hombre de verde, que nunca encontraron un Al-Khaled y mucho menos se enteraron de que era una flagrante mentira.

- Todo sigue igual. –aseguró Baasima.

- Azima ¿bailamos? –Omar le pidió acercándose. Oyó a sus primas resoplar y ellas les lanzó una mirada mortal.

- Claro. –dijo y se marchó.

- Sigue adelante por lo que veo. –dijo Gabriela cuando estuvo muy cerca de ellas viendo hacia Azima y Omar.

- Eso parece. Aunque ahora son los dos. Omar parece estar de acuerdo en todo. No me gusta. –siseó Habi.

- Al menos ha pasado tiempo y aun no hay nada formal. Todo irá bien.

- ¿Cómo...? Ya sé, no me digas, es un misterio.

- Por lo pronto León la mandará al desierto. Irá a buscar la tribu que borda tan hermosamente, es el único programa que aun no hemos implementado.

- ¿Iremos nosotras también?

- No Baasima, que vaya sola. Necesita pensar y pensar en soledad.