Capítulo 1 - Arco 1 [No otra vez...] - El día a día del reencarnado

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Necesito recapitular todo lo que ha pasado; exceptuando el hecho de mi muerte, al parecer he reencarnado de una forma diferente a las anteriores. Todas las energías a mi alrededor están en una burda disonancia, la cual no me deja usar ninguna de las habilidades que aprendí en mis vidas anteriores.

Estoy, por algún motivo, dentro de un tipo de cápsula o contenedor en forma de esfera, está hecha de algo viscoso y muy confortable así que puede ser un tipo de incubadora, o al menos no tengo problemas con pensar eso.

Pudo ser peor, la verdad, una vez reencarné en medio de un asedio al vasallaje bizantino cuando fue tomado por los otomanos...

Bueno, volviendo a la recapitulación, cada cierto tiempo la cápsula viscosa es abierta y se me suministra de alimento. Por alguna razón mi visión es extraña, por mucho que observe el lugar donde la cápsula es abierta, también sigo observando mis alrededores.

Cuando la cápsula es abierta, puedo escuchar una voz un poco rasposa y a la vez dulce del exterior, el problema recae en que no puedo entender nada, pero nada, de lo que esa voz murmura.

Algo bastante raro la verdad, ya que hablo con fluidez al menos cinco mil idiomas y unos cuarenta lenguajes perfectamente. Además, conozco varias de las lenguas olvidadas desde el siglo IV en adelante.

Intenté usar una vieja habilidad la cual aprendí hace bastantes años de un monje ciego y sordo, que consta en leer las ondas sonoras que orbitan en las energías residuales del ambiente, pero como la disonancia de energías es tan fuerte, ni siquiera ese truco de feria para inútiles puedo utilizar, maldita sea.

Qué más, ¡solo debo aprender el idioma! Aunque primero debo salir de esta cápsula.

♦ ♦ ♦

Si mis cálculos son correctos, deben haber transcurrido ya cuatro meses desde que nací, se han pasado volando la verdad.

En este tiempo, he estado siendo alimentado por lo que supongo es mi madre dos veces al día, la cantidad de alimento varía siempre así que nunca puedo estar seguro si me llenaré, pero termino haciéndolo de una manera u otra.

También me di cuenta que mi cuerpo no es humano, al menos no lo es en su totalidad.

Mi reacción original fue: «¿Pero qué diablos es esto? ¿¡Qué está pasando, doctor García?!» Así que me dediqué a saber qué hacía mi nuevo cuerpo.

Pasaron  unos días para que el shock se terminara, por lo que empecé mis experimentos un tiempo después. Por lo que sentí, tengo tres pares de patas en mi espalda, además de mis brazos y piernas humanas. También pude darme cuenta que poseo una especie de protuberancia en la parte trasera de mi cintura, empezando a sobresalir desde el final de mi espalda.

Por otro lado, me percaté de la aparición de colmillos en tanto los extremos derecho e izquierdo de mis labios, justo en una posición preoral,  como en los mismos extremos de mi cuello. No, llamarlos colmillos sería bastante erróneo, son una especie de quelíceros pequeños que terminan en forma de navaja.

Y, con todo esto, no me cabe la menor duda de que soy una especie de araña humanoide. A lo mejor y termino muriendo por mi propio veneno si cometo un error.

¿Produzco veneno si acaso?

Yo creí que cuando modificaron el genoma humano por primera vez habían prohibido este tipo de mierdas, aunque eso no me hubiera detenido de hacerlo si pienso objetivamente.

Pero qué buena ciencia.

Bah, esto es solo un pequeño percance, el problema real recae en lo que mi posible madre es.

Quelícero - Reencarnado en otro mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora