Capítulo 18 - Un nuevo siervo roto.

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Nota de csezt: Por este capítulo he tenido que hacer la novela +18, si no les gusta la lectura sobre seco bastante explícito, les agradecería que dejaran de leer en el momento que nuestro querido MC entra al cuarto(ya entenderán), lo que pasa ahí es meramente opcional de leer.





Nicolet

21 – 03 – 7033

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—Amo, despierte, ya son pasadas las nueve —comentó una voz dulce a mi oído derecho, mientras la sensación de piel inundaba mi pecho llenándome de energía y haciéndome despertar.

La fuente de la voz era claramente Kali quien se había acostado conmigo hoy en la madrugada después de una larga noche. Aunque me he acostumbrado al hecho de Kali estando conmigo cuando despierto, la verdad es que parezco un niño con su hermana en una cama... pero no me importa mucho.

Kali siempre parece feliz cuando despierta, así que me hago el dormido un poco y dejo que me abrace mientras piensa que duermo. Por lo general, ella se recuesta en mi cuerpo y me abraza como si de una almohada completa mi cuerpo se tratara, y yo me recuesto en su cuerpo de la misma forma.

Sentándome en la cama y acariciando la cabellera de Kali, por alguna ligera razón algo me hizo pensar que hoy sería un buen día... o al menos uno decente.

Puede que sea la piel un poco sudada de la ardorada Kali quien se está frotando en mi cuerpo, o puede que sea el hecho de que las ganancias de Lozanía de Verona se han mantenido estables con la venta de cultivos desarrollados y mejorados con magia.

Creo que la primera se lleva el premio, debido a que la sensación de su suave piel humedecida por el sudor del calor corporal y sus caricias me están alegrando bastante la mañana, como siempre.

Entre risas que escaparon de mi boca sin saber por qué y el hecho de que ciertamente debo salir de la cama para atender mi cuidad, decidí darle un beso en la frente a Kali y comentarle que es hora de ponernos en marcha.

Levantándose de la cama mientras dejaba en ella la sábana que cubría su piel, una Kali desnuda iluminada por los rayos matutinos del sol fue a buscar tanto su ropa como la mía para cambiarnos, moviendo su cuerpo de forma agraciada y linda.

Como ha usado usualmente este último mes, Kali decidió vestir un conjunto de camisa blanca, falda corta, un delantal largo de doble capa y tanto un prototipo de pantimedias que diseñé hace ya casi medio mes como sus botas negras que hacen juego con su falda.

Yo, por mi parte, lo usual. Camisa ancha de color blanco, pantalones un poco ajustados, un chaleco negro y zapatos de cuero tintados de negro.

Y La Medici, no olvidemos que siempre llevo La Medici.

Kali se adelantó al comedor principal para hacer los preparativos tanto del almuerzo como de mi desayuno, así que yo decidí ir al pequeño jardín de la casa.

Ha sido pacífico últimamente.

Que puedo decir... todo está en paz. Los bardos que circulan las panaderías cercanas a mi casa tocan canciones bastante bonitas que me hacen sentir melancólico, los ciudadanos trabajan duro para llevar esta ciudad por el camino correcto, no hay inseguridad y tampoco problemas con respecto a otras razas.

Salir un momento de casa pasó por mi mente, y fue justamente lo que hice. Al salir, el olor de pan recién horneado y plantas en plena madurez rosó mi nariz, llenándome de algo similar a la calma que solía tener antes de muchos de los eventos que marcaron mi longeva e intermitente vida. Conseguí llegar con los bardos que tocaban las canciones, y uno en especial... cantó esa tonada del demonio, arruinando mi día.

Quelícero - Reencarnado en otro mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora