Capítulo 12 - Oh, Marisa.

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Nicolet

12-01-7033

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Ya han pasado cinco días...

— ¡Cruac-cruaaaac! ¿Qué tienes en las manos? ¡Quiero verlo! —croajaba Ventisca con ojos centelleantes.

—Te he dicho ciento treinta y siete veces que no molestes cuando trabajo, ¡maldita pájaro, lárgate! —exclamaba Tanya molesta mientras, con una lámina hirviendo de hierro, intentaba golpear a Ventisca.

— ¡Ambas, cállense de una puta vez! ¡Mi cabeza está al punto de casi explotar por sus desgraciadas peleas matutinas! —gritó la recientemente malhumorada Merina gracias a un efecto secundario del trasquilar toda su lana.

—Joven amo, ¿podemos matarlas a las tres? —comentó Kali con su hacha en mano, teniendo una expresión cansada.

...y han sido un infierno.

Empezar a explicar el cómo es más fácil que el solucionar el problema en sí.

Para empezar, volvamos unos día en el pasado, al día siguiente de hablar con los ahora fallecidos Hakarigua y señor lagarto mejor dicho.

Las cuatro chicas y yo, el joven amo con el sexo indeterminado ya que no importa si tengo un pene, todos me llamaran niña, estábamos reunidos en la cueva comiendo de lo más normal hasta que todo se descontroló.

Empecé suministrando a Tanya con materiales para forjar lo que ella deseara en este periodo, y también materiales de construcción.

El suministrar hierro, diamante y cuero fue sencillo, pero no los materiales de construcción.

Aunque Tanya pidiera arcilla, yeso y adoquín para hacer los hornos, le dije que había una mejor forma de unir los ladrillos. El uso de mortero.

Tanya no sabía qué era el mortero, por lo que empecé la explicación de los diferentes tipos de mezclas y sus beneficios a la hora de prepararlo. Al final, Tanya estaba excitada por usar el nuevo compuesto que recién aprendió en la fabricación de su horno y estructuras.

El problema ahora recaía en la obtención de los materiales. Tanya eligió hacer la mezcla calcárea para usarla en la unión de ladrillos de arcilla, por lo que debía obtener tanto un árido como cal procesada.

El árido no es un problema, con mi fuera fue fácil el machacar piedra y grava sin maquinaria, por lo que pude hacer arena cernida sin mucho esfuerzo.

El problema era la cal, no hay caliza en los alrededores cercanos.

Le pedí el favor a Kali de ir al asentamiento humano y pedir que envíen cal si es que podían conseguirla a la cueva, llevando con ella diamantes como pago para los comerciantes.

Ese día Kali fue con gusto con unas ochenta onzas de diamante, alrededor de dos y medio kilogramos en rocas sin procesar por solo cal a dos onzas de diamante el kilo.

¿Por qué comprar tan cara la cal? Porque mientras respire, puedo producir diamantes, en cambio sí respiro no puedo producir cal.

Kali volvió a las siete de la noche con la noticia de que cuarenta kilogramos de cal procesada serán comprados y enviados directo a la cueva para mañana por la mañana.

El poder del dinero.

Al siguiente día, luego de enseñar a Tanya el proceso de la mezcla de mortero calcáreo y la entrega de todos los materiales, el grupo humano que transportó la cal hasta la cueva mencionó que ya se habían terminado las bases de mi casa domus, y que estaría habitable en unos cuatro días contando este.

Quelícero - Reencarnado en otro mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora