Nicolet
30–05–7033 / Puerta sur, Trinidad Baphomet.
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—Bueno... pudo haber sido más complicado.
Ahora mismo, me encuentro en el área subsiguiente de la puerta que da acceso a una metrópolis de como seis mil kilómetros cuadrados, la capital de Demonpit, Trinidad Baphomet.
Cómo decirlo... todo ha ocurrido muy rápido como para tener algo que explicar.
Hace dos días, justo cuando obtuve esa habilidad evolutiva del horror eterno, dos cosas pasaron.
La primera, Tártaro se encerró en mi alma, la segunda, Lirio se llevó a Catua al otro lado del reino para entrenarla como había prometido, dejándome dicho solamente en qué dirección estaba la ciudad más cercana y el tiempo que duraría un viaje a pie común.
Al principio del viaje estaba bastante irritado ya que fácilmente pudo haberme llevado a la entrada de la ciudad con su magia de teletransporte, pero aproveché el trayecto para salir de la arbolada y continué al norte.
Ese mismo día, me encontré una pequeña aldea habitada por una especie de bestia llamada Davoon. Eran de piel color blanco cremoso, similar a la mía, pero medían como mínimo, incluso sus menores, un metro setenta, llegando a medir incluso más de tres metros.
Su apariencia física era la de seres similares a humanoides, pero podrían tener colas tan grandes como sus cuerpos, una cola similar a la de una serpiente como piernas, tener orejas grandes o pequeñas de animales, rostros de apariencia reptil o mamífera, entre otras.
Si un fauno era un humano con características animales, entonces los Davoon eran animales con características humanas, siempre teniendo un característico color blanco sea de piel o escamas.
Cuando llegué, contrario a lo que pensé, todos me recibieron como un invitado y mostraron la aldea, e incluso pude oír el cuchichear de los pobladores diciendo cosas extrañas.
"Es un joven bastante fuerte a tal edad, la mayoría del territorio tendría miedo de tenerlo como enemigo."
"Es bastante hermoso como para ser un Fussa de la zarpa, ¿habrá usado su magia para verse así?"
"Proviene de la dirección en la que se encuentra la arbolada ominosa de la niebla enrarecida, ¿verdad? Para haberla atravesado y no morir en el intento... ¿habrá asesinado al tigre Estopa?"
"Mira, mira, ¿es eso lo que pienso que es...? ¡Tiene volando tras de sí sus armas, es increíble!"
"Un gladiador mágico... hace tiempo que no había uno en Demonpit. ¿Será un forastero?"
"Chicas, miren, ¡un pequeño forastero fuerte y lindo ha venido a la aldea!"
Cosas como esa se escuchaban sin cesar entre negocios y las calles, haciendo que mi recorrido en la aldea fuera un poco molesto.
Cuando por fin llegué a un amplio lugar con abarrotes llenos de materiales para elaborar objetos, decidí entrar.
Para mi suerte, esa pequeña aldea resultó ser la principal proveedora de materiales a nivel nacional de Demonpit, gracias a su ubicación cercana a la arbolada.
Los cazadores que entran a la arbolada van, asesinan bestias, traen los materiales y los venden a un precio base de adquisición al mayor tasado por la tienda donde acabo de entrar.
Como ejemplo, una placa de tortuga acorazada que cueste diez oros en el mercado global, al ser vendida al mayor hacia la tienda por un cazador será comprada en ocho oros, y si son solo una o dos piezas, en siete, haciendo así que las ganancias se mantengan estables para la tienda.
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Quelícero - Reencarnado en otro mundo.
Fantasía«Después de morir y reencarnar cientos de veces, es imposible no darme cuenta que ya no estoy en la tierra. ¿Acaso son patas las que salen de mi espalda? ¿Por qué nada se asemeja a lo que conozco? En fin, solo es una nueva vida, veamos qué puedo hac...