Capítulo V

10.4K 642 33
                                    

Lavender y Hermione llegaron a la Sala Común sin siquiera voltearse a ver. El silencio fue su tercio y ni se preocuparon el verse los rostros o hacer cualquier tipo de ruido. La situación ya era bastante incómoda como para tratar de hablar y mucho peor tratar de cambiar el tema.

Tú sabes, no iban a caminar como si nada y preguntar por la Señora Norris y como se escabillía por los pasillos cuando el Señor Filch no veía.

Atravesaron la puerta y se dirigieron a su habitación. Ginny se encontraba en ella, pues habían cancelado las clases del día debido a que "los profesores" iban a limpiar.

—¿Ginny?

—¡Hermione! ¿Dónde estabás? ¿Qué te dijo McGonagall?

—Debo limpiar el Gran Comedor con Lavender.

—Lo siento mucho, por limpiar... Y por Lavender —ambas rieron por el comentario de la pelirroja. Pero Ginny se quedó callada al recordar lo que tenía que hacer— ¿Hermione?

—¿Sí? —dijo Hermione cerrando las cortinas que rodeaban su cama para así poder cambiarse.

—Nunca terminaste de contarme lo que era tan importante, ¿es sobre Draco? Quiero decir, se comporta super extraño y al verlo hoy cerca de ti y con esa actitud hacia Ron. Quiero decir, no es nada nuevo, pero, quiero decir, tú, quiero decir...

—Escucha —dijo Hermione asomando la cabeza y manos por la cortina para sacar ropa limpia de su baúl—, tal vez si ocurrió algo. Definitivamente es malo, pero trato de buscarlo lo bueno para no sentirme tan decepcionada de mi misma. Ahora mismo debo ir corriendo con McGonagall a limpiar, te diré después de clases.

—Claro, pero se cancelaron las clases, supuestamente los profesores limpiarían el desastre.

—Ohh claro, como digan —respondió con ironía mientras volteaba los ojos—. Luego te contaré Ginny, te veré luego, realmente voy muy apurada.

—Adiós, chica. Oye, emm, ¿castigaron a Harry?

—Tienes suerte, lo dejaron libre, diviértanse —Ginny rió traviesamente mientras Hermione abría nuevamente las cortinas y recogía la ropa sucia.

—¿Me crees capaz de disfrutar de estas largas horas sin clases estando con Harry?

—Te conozco demasiado —Hermione atravesó la habitación y se posó en la entrada, giró a ver a la pelirroja.

—Como siempre, tienes razón.

—Aprovéchalo. Oh, no, por Merlín, eso sonó demasiado mal. Pero sabes a que me refiero.

—Me pregunto que tipo de cosas hay en tu cabeza, Mione.

—Adiós, pelirroja —dijo tratando de cambiar el tema y dándole la espalda.

-Adiós Señora Malfoy.

—¿Seño-Señora qué?

—Señora Problemas, ¿qué escuchaste?

—Nada, olvídalo.

¿Qué le pasaba? Estaba teniendo algún tipo de alucinación al respecto, o realmente le preocupaba el hecho de saber que estaba cometiendo un grave error. En su mente se figuraron distintos escenarios en los que terminaba soñando con el ruboi, ya muchas veces le han dicho que habla entre sueños, <¡No! Nadie puede saberlo aún> se dijo a si misma, destruyendo todos los pensamientos que la agobiaban, tenía cosas más importantes por las cuales preocuparse: los exámenes.

—No podrías tardarte mássolo porque el Lago Negro no es más oscuro —dijo Lavender levantándose del sofá en el que se encontraba recostada.

—¿Qué haces esperándome? ¿Por qué no fuiste sola? —dijo Hermione frunciendo el entrecejo y preguntandose a si misma lo mismo.

—Porque... McGonagall quiere que lleguemos juntas, claro.

—Claro... Bueno, floja, levántate —dijo Hermione abriendo la puerta—, no quiero que McGonagall venga por nosotras y tengamos más problemas.

—En efecto, Granger. Dije hasta diez, ¿saben la diferencia entre decena y centena? No les pedí que se alistaran para una fiesta —dijo mientras lanzaba una mirada rápida pero evaluadora a Lavender, quien se había tomado el tiempo para no solo cambiarse y limpiarse, si no también para agregar un poco de maquillaje a su rostro, un nuevo peinado con un listón delicadamente sujetado a éste y de recostarse en el sofá—. Vámonos.

<Esto sí es un castigo>, pensó Hermione al caer en la cuenta de que limpiaría el desastre del extenso Comedor acompañada de una de las personas que menos soportaba.

Salieron de la Sala Común, tan alejadas como les permitían los pasillos del inmenso castillo, a ninguna de las dos adolescentes le agradaba la compañía de la otra. Esto también era todo un reto para la Profesora McGonagall, pues debía tener a ambas chicas juntas por un período de tiempo indefinido mientras trataban de convivir.

Pero, por otro lado, la profesora encontró esa oportunidad como un buen remedio y lección, pues los malentendidos y problemas que han tenido siempre se han visto involucrados por un gran "Ron Weasley". Era la oportunidad perfecta para que pudieran arreglar sus diferencias y comprender que un chico nunca debería ser un motivo de pelea entre chicas.

El camino hacia el Gran Comedor fue un silencio sepulcral, ninguna de las tres decía una palabra, si bien sabían que debían comportarse frente a la profesora, habían asuntos pendientes que arreglar a solas, sin la necesidad de alguien mediando.

McGonagall brindó un trapo y una escoba grande a ambas, tenían un largo trabajo por hacer y sin más, empezaron a acerarse a las mesas y tirar los sobrantes de comida al suelo. Al pasar unos diez minutos limpiando, Hermione empezó a tararear una canción muggle sin pensarlo,

I got my ticket for the long way round... —cantó en un tono bajo, siendo casi un susurro, limpió la crema batida de la mesa de Hufflepuff y siguió con el verso— Two bottles of whiskey for the way, and I sure would like...

—...some sweet company. And I'm leaving tomorrow, what do you say? —Lavender interrumpió a Hermione mientras cantaba y se le unió, Hermione giró la cabeza de manera inmediata y abrió los ojos como platos, su boca se quedó entreabierta por unos segundos mientras sus cejas se juntaban al centro de su frente- When I'm gone, when I'm gone, you're gonna miss me when I'm gone.

—You're gonna miss me by my hair —cantó Hermione mientras sacudía su enmarañado cabello e hizo una pausa para que Lavender cantara la siguiente parte.

—You're gonna miss me everywhere —Lavender hizo otra pausa y esta vez finalizaron juntas.

—You're gonna miss me when I'm gone —ambas soltaron una risa discreta y devolvieron la mirada al suelo lleno de restos de comida.

­—No sabia que te gustaba la música muggledijo Hermione mientras volví a acercarse a la mesa de los amables del castillo y dejaba reluciente el extremo.

—El verano pasado fuimos de vacaciones con mis padres y nos dieron un tour muggle. Me compraron un artefacto muggle muy extraño que sacaba música y el vendedor me dijo que iba a seleccionar "unas cuantas" para mí, y me parece genial, tenía dos largos cordones que sacaban la música directamente a mis oídos. Es Anna Kendrick ¿no? —preguntó luego de narrar su aventura con una sonrisa en el rostro y un poco de nostalgia en sus ojos.

—Es un MP3, y sí, es ella —dijo Hermione riendo.

—Bueno, para ser muggle, hace magia con su boca.

Tienes razón.

Hubo un silencio incómodo en el que siguieron limpiando, olvidando por completo la interrupción musical y la charla. Mientras Lavender limpiaba cerca de la mesa de los Slytherin, encontró una carta tirada que decía "Hermione", Lavender la escondió bajo su blusa y la guardó hasta el final de castigo.

A un Paso del Amor -EDITANDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora