A un Paso del Amor -EDITANDO-

Capítulo XXVII

Luego de que la noticia de la imprevista visita de Hermione en la mansión Malfoy fuera viral, no muchos estaban tan felices como otros.

—¿¡Que esa está con quien!? —explotó Pansy Parkinson, bien sabía que Draco estaba ahí, pero no sabía nada de Hermione.

—Como lo escuchaste, de alguna manera ella está allá. No sé cómo, pero lo está —le contestó Blaise Zabini con tranquilidad.

—Esto es injusto —lloriqueó—, él tiene que estar conmigo, es mi destino y yo el de Draco..

—¿Sabes algo? —le preguntó Zabini mientras se sentaba en una butaca y cruzaba la pierna

—¿Qué?

—Eres una idiota.

—¿Que soy qué? —sus cejas formaron una linea recta.

—Una idiota, una caprichosa, una rebelde, maleducada, berrinchuda y buena para nada.

—Claro, y tu eres Don Rey Señor Zabini.

—¿"Don Rey Señor"? ¿En serio? Ya no me interesa que hagas y dejes de hacer, Draco no es para ti, él es feliz con la sangresucia y eso es todo.

Hasta el momento Pansy estaba normal, pero de un momento a otro empezó a sollozar de la forma más falsa que la sensibilidad de Voldemort.

—Y no empieces con su llanto falso porque no te creeré más. Podré ser un idiota también, pero no tanto para no darme cuenta de lo sínica que eres. Adiós.

Blaise había salido de la Sala Común y Pansy ya ni sollozaba, seguía con la misma expresión de siempre. Zabini no le preocupaba, solo Hermione, ella es el problema.

Debía deshacerse de ella.

☀

—Pero ella tropezó —fue lo único que se escuchaba desde la habitación en la que Ginny Weasley dormía.

—Claro que no, ella se lanzó —se agregó otra voz.

—Ustedes dicen estupideces, ella trató de arrodillarse pero sus pies no resistieron. Ahora vayan a dormir, éstas no son horas para que niñas de trece años estén aún levantadas —la paciencia de la pelirroja había llegado al limite.

—Tu no nos mandas, a demás, tienes catorce.

—¿Y?

—Tú eres...

—La hermana pequeña del prefecto —Ron apareció tras Ginny y puso su mano en el hombro de su hermana.

Ginny no esta a acostumbrada a que Ron la sobreprotegiera, él lo hacía sólo a sus espaldas.

—Ahora, niñitas, vayanse a la cama y duermanse de una vez, tal vez de grandes se convierten en escritoras de revistas chismosas...

—Te entendimos, gracias, Weasley.

Las dos chicas desaparecieron y dejaron a Ron y Ginny solos, pero no hablaron, sólo se observaron por un rato, como si se contaran las pecas.

Hasta que Ginny decidió ir a su habitación y tratar de hablar con alguien, con alguien que la tratara de comprender. Cuando entró, recordó que Hermione ya no estaba ahí.

Y eso le parecía muy triste.

☀

—Está conmigo —tanto Bellatrix como Hermione estaban confundidas.

—¿¡Qué!? —ambas preguntaron al unísono, la chica castaña quería sobrevivir, pero no quería poner en peligro a su actual pareja.

—Si hay algo en dónde debería estar tu corazón, lo cual dudo, ayúdame. Ella es lo más importante para mi, no hay nada más que yo quisiera que salvarla.

Bellatrix rió.

—Escucha, querido, en mi corazón sólo hay sangre.

Y Draco se preocupó, ¿iba a dejar morir a su amada?

No.

—¿Qué quieres a cambio? —estaba a punto de rogarle.

—Creeme, no tienes nada que yo quiera.

—Pero... —Draco sentía que en cualquier momento podría tirarse a llorar.

—Podemos hacer algo —insinúo la bruja mientras se sentaba en un pequeño sofá y cruzaba la pierna.

—¿Que tipo de cosa?

Parecía que Bellatrix tenía un plan. Pero Hermione estaba en un estado de shock y no había reaccionado aún.

—Podemos llevarla al calabozo en silencio, y sin repoches —ésta vez Bellatrix se refirió a Hermione mientras la señalaba con su dedo—, se quedaría ahí...

—¿La podría visitar? —sus ojos se iluminaron.

—Sí, como quieras. Pero yo obtendré algo a cambio...

—¿Qué cosa? —su frente se arrugó.

—Eso no es algo que quiero charlar en este momento y mucho menos frente a algunas personas.

—¿Está bien? ¿Es un trato?

—Tienen cinco minutos, los espero en el calabozo —la bruja le dió un último vistazo y se fue dejando a Hermione y Draco completamente a solas.

—¿Esto realmente acaba de pasar? Quiero decir, Bellatrix...

—Silencio —Draco puso un dedo en los labios de Hermione y los besó.

La extrañaba muchísimo.

—No quería que esto sucediera, sólo quería comunicarme contigo, pero yo no... Bueno, eso ya fue.

—Tranquila, tú estás conmigo y no voy a dejar que nadie te haga daño.

—Ni yo a ti, aunque no pueda hacer mucho, haré todo lo posible. Pero aún hay algo dentro de mi diciendome que esto no funcionará bien...

—Nadie te hará daño.

—¿Prometido? —Draco tomó su mano y la besó.

—Prometido.

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tfios time bc quiero llorar </3

Espero les guste y, por favor, no me maten.

Los ama, Bel.